Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop

Las poderosas patronales que intervienen en el sector Salud, después de semanas de forcejeo, obligaron a Milei a aceptar un ministerio del ramo con cierta autonomía donde pudieran ejercer su influencia directa. Es que Salud mueve el 10% del PBI nacional (suma tan grande como la totalidad de las jubilaciones y pensiones) por lo que hay una lucha despiadada para tener una posición dominante en el sector. Además de la industria farmacéutica (que se lleva la parte del león (30%) intervienen las aseguradoras llamadas prepagas, los sanatorios privados y los centros de diagnóstico. De esta pelea participó también la burocracia sindical, dado que este ministerio regula las obras sociales, su fuente inagotable de “diegos” y privilegios. Finalmente, nuevamente “la casta” redujo al “León” a gatito.

Mario Russo, el nuevo ministro de Salud, se ha destacado como un dirigente privatizador del sistema público, enemigo de los derechos de los trabajadores y de las mujeres. Siendo secretario de salud de San Miguel (2009-2015) intentó en 2010 el desafuero y cesantía de los dirigentes de la Cicop del Hospital Municipal Larcade, doctores Eduardo Barragán, Horacio Alonso y Pablo Gil, lo que fue impedido por la movilización del gremio. No obstante, cuando dejó sus funciones había logrado lo que no pudo Aldo Rico, reducir el Larcade a su mínima expresión. En su paso por la secretaría de salud de Morón (2015-2016), quiso imponer designaciones “a dedo” enfrentándose con la Cicop a la que prohibió sus reuniones. Pretendió sin éxito que los profesionales denunciaran a las mujeres con abortos en curso contrariando los protocolos que ya en 2016 trataban de protegerlas. Además de estos “méritos” debe haber pesado para su designación su formación como administrador en la Universidad Austral del Opus Dei y sus pasantías en dos grandes hospitales europeos con gerenciamiento privado, Santa Tecla de Tarragona y San Matías de Pavía.

El nuevo ministro viene a ejecutar (con este u otro nombre) la Cobertura Universal de Salud (CUS), estrategia privatizadora que impulsa el Banco Mundial donde el usuario paga de su bolsillo una cuota a una aseguradora privada y recibe una atención de acuerdo a su capacidad de pago y, también, al riesgo de enfermarse. Cuanto más riesgo, más alta la cuota. Se completa el esquema con el despojo de derechos laborales de los trabajadores de salud como la estabilidad y los estatutos de carrera para tener mano de obra barata que aumente las ganancias de las empresas privadas, sean aseguradoras o sanatorios y centros de diagnóstico.

Millones tienen la ilusión en que el nuevo gobierno sacará al país de la crisis en que nos hundieron los gobiernos peronistas y el macrismo, pero Milei y su séquito en realidad vienen a hundirnos aún más en la miseria. La lucha por un sistema público de salud gratuito, de excelencia, con trabajadores con salarios justos y derechos laborales inicia una nueva etapa que culminará cuando se rompa con el FMI, se deje de pagar la deuda externa y la crisis la paguen los grandes capitalistas, como solo lo propone Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad.
 

Mario Russo, ministro de salud