Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Dos meses de plan motosierra

Publicado en El Socialista N° 576
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Se van a cumplir en estos días dos meses desde la asunción del ultraderechista Javier Milei a la presidencia de la Nación. Los números son contundentes: un auténtico desastre para el pueblo trabajador: 50% de inflación en sólo 60 días, salarios y jubilaciones pulverizadas, comienzo de oleadas de despidos, aumentos de naftas, transporte, prepagas, alquileres y un largo etcétera. Las consultoras que siguen el consumo registran una caída en enero del 20% en relación a igual mes del año pasado (y del 6% con respecto a diciembre). Es un hecho que, cuando se conozcan los nuevos números de pobreza, estos superarán largamente el 50% del total de la población.

Se viene ejecutando una auténtico programa de guerra contra las y los trabajadores, jubilados y todos los que perciben planes sociales, mientras que del otro lado, un puñado de ricos, grandes empresas, bancos y especuladores están amasando super-ganancias.

En estos dos meses tuvimos primero una megadevaluación que, unida a la más absoluta libertad para remarcar y aumentar absolutamente todo, llevó la inflación por las nubes, mientras la carestía la pagaban los salarios, las jubilaciones y los planes sociales. Milei le sumó a ello el DNU con el que intentó quitar de un plumazo todos los derechos laborales conquistados por la clase trabajadora en un siglo y luego la Ley Ómnibus que sigue conteniendo, aún después de su recorte, privatizaciones, permisos para endeudarse y un largo etcétera. A lo que se le suma, el protocolo represivo de la ministra Bullrich y su accionar, con una virtual militarización para impedir ejercer el derecho a la protesta y, en concreto, la resistencia a estas medidas de ajuste.

Sin duda, el desastre del gobierno de Alberto, Cristina y Massa, provocó que un sector del pueblo trabajador, equivocadamente, confiara en Milei y lo votara. Sin embargo, es sorprendente la velocidad con que caen los apoyos al actual presidente. Según un estudio de la consultora Zuban Córdoba el descenso es de un punto por día (hoy la imagen negativa estaría cercana al 55%), con una mayoría que afirma que “el ajuste no está siendo pagado por la casta”. Este mismo estudio relaciona la caída de la imágen positiva de Milei con un rechazo generalizado a las medidas del gobierno, como la megadevaluación, el DNU o la Ley Ómnibus. El trabajo de esta consultora pone en números lo que compañeras y compañeros observan diariamente en sus lugares de trabajo, estudio o en los barrios populares: votantes de Milei que se arrepienten de su decisión.

El ajuste está en curso. En ese marco, hoy estamos en medio de una pulseada: si se termina aprobando o no (y con qué contenido) la Ley Ómnibus. Que, como sabemos, depende en lo que al Congreso se refiere del grado de complicidad de la llamada “oposición dialoguista” de gobernadores pe-ronistas (Córdoba y Tucumán), radicales, Coalición Cívica y de un PRO en los hechos convertido en la pata legislativa del oficialismo. Del mismo modo que el DNU terminará más o menos vigente según lo que termine sucediendo en la justicia. Pero sabemos que lo que de verdad definirá si pasa o no este ajuste, incluyendo estos dos instrumentos, es lo que suceda en las calles, con la resistencia obrera y popular. Con la masividad de las movilizaciones, con la organización que crece día a día en asambleas vecinales, juveniles, de la cultura, ambientales, feministas. En este marco, un punto decisivo fue, sin duda, el paro y movilización de la CGT. Sin embargo, después del 24 de enero, la dirigencia burocrática de la central obrera no ha avanzado en ninguna medida de lucha, ni siquiera anunciado la cercanía a otro paro general. La CTA de los Trabajadores, conducida por Hugo Yaski, anunció que “se va a reunir” para “estudiar” nuevas medidas, pero también sin dar pasos en concreto.

Todo esto hizo que en la semana en que el centro de atención política estuvo en la discusión por la Ley Ómnibus, sólo estuvieron en la calle el sindicalismo combativo y la izquierda, junto con autoconvocados, asambleas vecinales y organizaciones de jubiladas y jubilados. Varios de los que se acercaron a manifestar y expresar su repudio al Congreso en las distintas jornadas, terminaban diciendo: “los únicos que están son los de izquierda”. Por eso es más importante que nunca, al mismo tiempo que seguimos organizándonos, coordinando y movilizándonos contra la Ley Ómnibus, el DNU, el protocolo antirrepresivo y el conjunto del plan de ajuste de Milei y el FMI que exijamos a la CGT y a las CTA que llamen a un nuevo paro general y un plan de lucha.

Al mismo tiempo, tenemos que dar respuesta a una pregunta que inquieta a millones: ¿cuál es la salida? No es, sin duda, el plan hambreador de Milei. Pero tampoco puede ser volver atrás, al desastre del gobierno del Frente de Todos. Por eso decimos que hay que pelear por un plan alternativo, obrero y popular, que arrancando de dejar de pagar la deuda externa y romper con el FMI, ponga todos los recursos para que haya salarios y jubilaciones dignas, trabajo genuino, vivienda para todos y salud y educación públicas de calidad. Una salida que sólo la podrán llevar adelante un gobierno de las y los trabajadores y la izquierda, iniciando el camino a una Argentina socialista.

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