Escribe Mariano Barba
La Unión Cívica Radical (UCR) se subió al carro de Milei para atacar los derechos laborales conquistados por la clase trabajadora. Encabezados por Rodrigo de Loredo, diputados y senadores radicales se reunieron con el jefe de gabinete para entregar su proyecto de reforma laboral. En cada uno de sus puntos bajan costos a los empresarios y desfinancian las cajas de jubilaciones y obras sociales, entre otras cosas.
Reducen las multas por trabajo no registrado para calcular las indemnizaciones por despido de trabajadores precarizados. Y reemplaza la actual indemnización según los años de antigüedad, por un fondo de cese laboral que, encima, será controlado por el empresario.
Reducen las contribuciones, lo que aporta la patronal por un trabajador registrado, por ejemplo a la caja de jubilaciones.
Amplía el período de prueba de tres a seis meses, lo que facilita despidos sin indemnización.
Declara la educación como servicio esencial, abandonando la educación como un derecho fundamental y se ataca el derecho a huelga en la educación, se obliga al 30% del plantel a no sumarse a la medida de fuerza.
En síntesis, una reforma que pretende eliminar los derechos laborales conseguidos en años de lucha y contemplados en varias leyes.