El Socialista entrevistó a Diego Saavedra, delegado de la junta interna del Garrahan.
El Socialista.- El hospital sigue peleando, y además lograron coincidir con el Bonaparte en las calles. ¿Cómo fue eso?
Diego Saavedra: Lo del Bonaparte se viralizó, ya que el gobierno intentaba cerrar el único hospital nacional de salud mental, al igual que la reacción de sus trabajadores defendiéndolo. Haciendo la permanencia y convocando a la solidaridad. Obviamente estuvimos ahí desde temprano luchando por el hospital público.
La coordinación se decidió en asamblea. Nosotros seguimos en plan de lucha: recuperamos el aula magna e hicimos ahí una asamblea, convocada por la Junta Interna de ATE, la Asociación de Profesionales y Técnicos y todo un sector de autoconvocados, donde más de 250 laburantes coincidimos con firmeza y votamos una jornada de 48 horas de paro el 8 y 9, que hace mucho que no se daba en el Garrahan. El martes 8 fue también con movilización, que salió de nuestro Hospital y pasó por el Laura Bonaparte, empalmando las dos luchas. Fue una movilización en donde coincidimos y marchamos por la calle siendo reconocidos como trabajadores de la salud por el pueblo trabajador. De esa manera ingresamos a Plaza de Mayo con una columna impresionante, también con residentes nacionales y de provincia, para decirle al gobierno de Milei que no vamos a dejar pasar esta motosierra, que no vamos a permitir que se cierren ni desfinancien los hospitales.
ES.- ¿Cómo responden al cuento de que “no hay plata”?
DS: Nosotros venimos de cobrar un bono de 500.000 pesos, y la misma patronal admite que lo pudo dar a través del manejo de los recursos propios. Eso tira por la borda todo el chamuyo de que no había plata. Eso en el marco de una situación de deterioro salarial generalizado en los laburantes, en la población y principalmente en los sectores estatales. Este bono nos dio fortaleza: el paro se desarrolló con mucha fuerza los dos días, a pesar del cansancio, a pesar de lo difícil que es reprogramar cirugías y procedimientos para garantizarlo. Todo eso salió muy bien.
Es importante, porque este es un problema de las y los trabajadores de la salud, pero también del pueblo trabajador todo, porque es un ataque del gobierno de Milei, que lo dice claramente en sus presupuestos. Hay una reducción de las partidas presupuestarias para salud, educación, ciencia. Las últimas declaraciones de Guillermo Francos, el jefe de Gabinete de ministros, abiertamente mencionan la problemática de seguir sosteniendo a los hospitales nacionales, dice que tendrían que ser de una jurisdicción provincial, que las provincias se hagan cargo. Eso plantea que hay abierta una pelea por la salud pública de manera más global, más allá de los salarios, por la función del hospital público de calidad. Parece que en la dinámica de “no hay plata” y de ajustes, el gobierno quiere jugar a un desgaste, y nosotros tenemos que ser muy inteligentes en administrar las fuerzas y coordinar. Desde el Garrahan nos vamos a dar una política de convocar a otros espacios: otros hospitales nacionales, otros Samic, a las universidades y a los sindicatos combativos, para que empalmemos en una sola lucha, para torcerle el brazo a este gobierno ajustador, para pararle la mano a este gobierno de la motosierra.