Escribe Laura Marrone, dirigenta de Izquierda Socialista/FIT-Unidad
El 4 de noviembre de 1974 en un concurrido acto en el local central del PST se despidió a los tres compañeros, Juan Carlos Nievas, Rubén Boussas y César Robles. Se señaló que con Rubén y Juan Carlos habían querido golpear a la juventud del partido que era el futuro, la simiente socialista. Y con César, a su dirección. Pero que la lucha iba a continuar como ellos lo habían hecho durante su vida militante.
Rubén Boussas tenía 20 años. Estudiante del comercial Lasalle de Ramos, era gran activista y constructor de la juventud del partido. Recorría las escuelas de la zona difundiendo la prensa del partido y los boletines de la juventud. Había trabajado en una fábrica de ácido sulfúrico de la zona como tarea para construir el partido. De gran empuje militante tomaba todas las tareas. Un grupo de policías lo detuvo en su casa el 2 de noviembre para un operativo de rutina. Pero apareció asesinado. Al día siguiente sus compañeros de curso, donde era muy apreciado, pararon el turno reclamando por la investigación y castigo a sus asesinos.
Juan Carlos Nievas (26 años) era obrero de Nestlé de día y estudiante de noche en una escuela nocturna de Pompeya. Infatigable, era gran activista y organizador de la lucha en la fábrica y de la construcción del partido. En una toma poco tiempo antes de su asesinato se había enfrentado a la burocracia sindical que traicionaba los reclamos de los compañeros. El 2 de noviembre un grupo de policías se presentó a su domicilio para un control de rutina. Su cadáver apareció en un baldío cerca de la estación de Retiro pocas horas después.