May 06, 2024 Last Updated 3:08 PM, May 3, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Graciela Calderón, secretaria adjunta Suteba La Matanza 

En la reunión del Consejo Federal de Educación donde aprobaron los nuevos protocolos para el regreso a la presencialidad, los ministros de educación no estuvieron solos. Participaron Hugo Yasky, Baradel de Ctera, y la burocracia sindical docente de UDA, CEA, AMET y Sadop. Pese a todas las críticas que venían haciendo al protocolo de Larreta, todos ellos se “cuadraron” ante las órdenes de Trotta y Fernández, que lo aprobaron y extendieron a todo el país. UTE de CABA, que venía amenazando con no iniciar las clases presenciales, pasó a un tibio “estado de alerta” concurriendo a la escuela. Otra vez la burocracia que siempre critica a Larreta y Cambiemos, termina dejando pasar sus medidas. La deserción de UTE dejó sólo nuevamente al sindicato combativo Ademys y a los docentes que querían luchar, que realizaron un paro de 72 horas, una conferencia de prensa el 17 junto a los Suteba Multicolores que lo apoyamos, y una caravana al ministerio de Educación, acompañados de Familiares por el regreso seguro y dirigentes del Frente de Izquierda. Ademys resolvió continuar el plan de lucha para frenar la presencialidad donde no estén dadas las condiciones sanitarias y un paro de 24 horas el 1º de marzo, junto con los sindicatos combativos del país que realicen una jornada de lucha ese día, en defensa de la educación, la salud y el salario.

En San Juan, la burocracia también llamó a volver a las escuelas, pero miles de docentes se autoconvocaron llamando a parar y realizaron una importante movilización.

En Neuquén, impulsados por la oposición Multicolor y asambleas virtuales multitudinarias, la burocracia Celeste de la TEP de ATEN debió aprobar un paro de cinco días, que luego dejó “en suspenso”.

En Misiones nuevamente la docencia salió a las calles en reclamo salariales y sanitarios. Al igual que Chubut que sigue exigiendo el pago de los meses de salarios adeudados y aumento salarial.

En Buenos Aires, Baradel de Suteba se juntó con Kicillof y dijo que “el inicio de clases el 1º de marzo está garantizado”, aunque la “revinculación con un millón de estudiantes en las escuelas”, que anunció el gobernador en conferencia de prensa, fue otro fiasco, porque el 70% de las escuelas no abrieron por no cumplir siquiera con su propio protocolo. La campaña de los Suteba Multicolores, que llamamos a hacer relevamientos en cada escuela, actas y retirarse si no estaban en condiciones, fue muy fuerte y muchos directivos decidieron directamente no convocar.

Ahora en La Matanza y otras seccionales multicolores, aprobamos no iniciar el 1º de marzo con dos días de paro y movilización, y seguir la campaña de relevamientos y cierres donde no haya condiciones. Y paro el 8 de marzo, día internacional de la mujer. El jueves 25 realizaremos un Plenario provincial para definir medidas unificadas.

Situaciones similares se viven en todas las provincias, Córdoba, Santa Fe, Santa Cruz, Tucumán, etcétera. Se debate la imposibilidad de un regreso seguro a las escuelas por falta de garantías epidemiológicas, sanitarias y de infraestructura. Y la necesidad de un aumento que recupere las pérdidas de estos años, saque al salario docente del nivel de pobreza y blanquee las cifras en negro, para llegar a la canasta familiar.

Ctera y los sindicatos docentes deberían romper su acuerdo con el gobierno y llamar a unificar la lucha en todo el país. Desde la agrupación Docentes en Marcha llamamos a la docencia a exigírselos. Y, junto a todos los sindicatos y seccionales combativas y opositoras, unificar en una jornada nacional de lucha el 1º de marzo, votado ya en Ademys y Sutebas Multicolores.

En el cierre del Consejo Federal de Educación, el presidente Fernández dijo que “Nada es más importante para nosotros que la salud y la educación de los argentinos, porque sin salud no hay presente y sin educación no hay futuro. Nuestra responsabilidad es cuidar la escuela y lograr que los presupuestos educativos no solo no sufran recortes, sino que crezcan año tras año”

Pero, del dicho al hecho… Desde la asunción del gobierno del Frente de Todos, la Nación sigue sin hacerse cargo de las escuelas públicas, que quedan en manos de las gobernaciones y sigue cayendo el presupuesto educativo. Lo que no deja de subir es el porcentaje de PBI para pagar la deuda externa a los banqueros.

Por eso el diputado nacional de Izquierda Socialista, Juan Carlos Giordano, entregará a los sindicatos docentes combativos y opositores del país para sumar su apoyo, un proyecto de Ley de Emergencia Educativa que, como plantean en sus pliegos de reivindicaciones, sirva para garantizar los fondos necesarios para resolver los problemas edilicios, sanitarios, de insumos, nombramientos, infraestructura, creación de escuelas y aumento salarial, que reclaman. Para eso, sacar el dinero de suspender los pagos de la deuda externa, cobrar fuertes impuestos a las multinacionales y anular los subsidios a la educación privada.

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Escribe José Castillo

La muerte de Carlos Saúl Menem, ex presidente de la Nación desde 1989 a 1999, y actual senador oficialista, dio lugar a innumerables interpretaciones históricas. El presidente Alberto Fernández tuiteó: “Menem fue un hombre elegido en democracia y encarcelado por la dictadura”. ¿Qué es lo que centralmente define a Menem, su época y qué elementos aún continúan? Eso es lo que queremos discutir, ya que los elogios al ex presidente por parte de todo el arco político patronal (peronistas, radicales, PRO) pueden llevar confusión a las nuevas generaciones que no vivieron los años menemistas.

Menem llegó al gobierno como el candidato peronista que prometía “salariazo y revolución productiva” frente al desastre del ajuste y la hiperinflación alfonsinista. Pero cuando asumió, el caudillo riojano hizo todo lo contrario. “Si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie”, llegó a afirmar cínicamente.

Así, le entregó el Ministerio de Economía al grupo monopólico Bunge y Born, convocó a figuras emblemáticas del gorilismo como Alvaro Alsogaray y su hija María Julia, y anunció la privatización de todas las empresas públicas del país. Un poco más adelante, el encargado del Ministerio de Economía fue Domingo Cavallo que, por varios años, con su plan de convertibilidad llevó adelante el programa privatizador y agravó aún más el saqueo de la deuda externa. 

En tiempo récord, y con la complicidad de la burocracia sindical, se remataron el conjunto de las empresas del Estado a precio de regalo. Todo pasó a manos de empresas transnacionales que aumentaron y dolarizaron las tarifas, mientras brindaban servicios paupérrimos a la población. Centenares de miles de trabajadores de esas empresas quedaron en la calle. Ciudades y pueblos casi desaparecieron, con el cierre de  ramales ferroviarios o de actividades de YPF. Menem privatizó hasta las jubilaciones, creando el gigantesco negocio de las AFJP a la medida de los bancos, mientras sometía al hambre más absoluto a los jubilados.

Para las patronales era una fiesta: la desocupación crecía, el gobierno habilitaba cada día más medidas flexibilizadoras (se inventaron las “pasantías”, se legalizó el pago de parte de los sueldos con tickets). Millones perdieron sus trabajos en blanco y nunca volvieron a tener uno. Para los jóvenes conseguir un primer empleo era una quimera, significaba leer todos los avisos en los diarios para después encontrarse con filas de varias cuadras de postulantes. Obviamente, “el que quedaba contratado” lo hacía con un salario de hambre y ultra flexibilizado. 

Mientras tanto, con la inauguración del primer canje de deuda externa, esta creció al doble. El gobierno argentino condecoró a Nicholas Brady, el secretario de Estado yanqui que creó la estafa de los bonos de deuda. Menem, incluso, fue invitado estrella en la reunión del FMI de 1998, donde se lo presentó como “el mejor alumno del Fondo”.

Y además…

Menem se ufanó de transformarse en felpudo del imperialismo yanqui. Se decía que teníamos “relaciones carnales con los Estados Unidos”. En ese marco, el menemismo llegó a enviar tropas al Golfo Pérsico para apoyar la invasión yanqui a Irak en 1991.

Fue también Menem quién indultó a los militares genocidas de la dictadura militar, lo que generó multitudinarias manifestaciones de protesta.

El menemismo traspasó la educación pública de la Nación a las provincias donde, desfinanciamiento y Ley Federal de Educación mediante, las escuelas y los docentes sufrieron uno de los más feroces ajustes de la historia.

La corrupción, al igual que en otros gobiernos, anteriores y posteriores, fue una marca registrada de la época. Por nombrar un solo caso, el ex presidente terminó imputado por tráfico ilegal de armas a Ecuador y su política criminal para taparlo fue la explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero, que dejó decenas de muertos. Pero la inmunidad parlamentaria lograda como senador en las listas del kirchnerismo le permitió vivir en la impunidad hasta sus últimos días.

Menem pudo llevar adelante todo esto porque tuvo el apoyo de su partido, el peronista, y de la mayoría de la burocracia sindical. Pero además logró imponer su reelección a través del acuerdo con el radicalismo, ya que firmó el  llamado “Pacto de Olivos” con su líder Raúl Alfonsín.

Menemismo y peronismo

El menemismo y su gobierno fueron la expresión más clara de que aquel primer gobierno peronista de 1945-55, recordado por los trabajadores,ya no existía más. En realidad, la transformación del peronismo ya había tenido capítulos anteriores, como había sucedido con Isabel, López Rega y el Rodrigazo en los años ´70. Pero en la década menemista se profundizaron la dependencia, el ajuste, los pagos de la deuda y la entrega al imperialismo.

Lamentablemente, todo esto no se revirtió durante los años kirchneristas y tampoco ahora, con el gobierno del Frente de Todos. Más allá del doble discurso, el kirchnerismo mantuvo en sus rasgos centrales lo central de la herencia menemista. Siguieron las privatizadas, el endeudamiento externo, la desocupación, los bajos salarios, la tercerización, los puestos en negro. 

Menem fue el presidente peronista de los 90,como luego lo serían los Kirchner y ahora Alberto Fernández. La expresión de un movimiento que ya no tiene nada que ver con aquel de la década del ´40 del siglo pasado.

Hoy, para retomar el camino de la independencia económica, la soberanía política y la justicia social, el camino no es el peronismo. La única alternativa es dejar de pagar la deuda y romper con el FMI, reestatizar las privatizadas y nacionalizar la banca y el comercio exterior, como lo plantea el Frente de Izquierda Unidad, peleando por las transformaciones de fondo que se necesitan y luchando por un gobierno de los trabajadores.

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Escribe Guido Poletti

El Argentinazo de 2001 fue la expresión más masiva del repudio a las políticas de la década menemista, continuadas y llevadas al desastre por el gobierno de la Alianza, con De la Rúa, que lo sucedió.

Ahí ya apareció un “relato” que decía que el menemismo no había sido peronismo, sino “neoliberalismo”.

Todo esto no se sostiene. El menemismo fue la continuidad y profundización del derrotero de un peronismo que ya hacía décadas que no tenía nada que ver con aquel movimiento de 1945. Y que, tanto con Menem como con los presidentes peronistas posteriores (Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner y ahora Alberto Fernández) siguieron garantizando el saqueo de nuestros recursos con las privatizadas y la estafa de la deuda externa mientras el pueblo trabajador se hunde en la pobreza.

Pero además el kirchnerismo inventó otra mentira histórica, la de que ellos se habían opuesto al “neoliberalismo menemista”. Nada más alejado de la realidad. Hay innumerables registros, tanto de Néstor Kirchner cuando era gobernador de Santa Cruz como de la entonces senadora Cristina Fernández elogiando a Menem y sus políticas y, en particular, a Domingo Cavallo y la convertibilidad.

Durante la privatización de YPF fue Néstor Kirchner quien puso a disposición del gobierno nacional el avión de la gobernación de Santa Cruz para recolectar los parlamentarios que hacían falta y así poder aprobar la ley. El miembro informante por el oficialismo menemista en la Cámara de Diputados cuando se aprobó la privatización fue el hoy ultrakirchnerista Oscar Parrilli.

En la convención constituyente de 1994 que habilitó la reelección de Menem, la entonces constituyente por Santa Cruz Cristina Fernández jugó un papel destacadísimo en la bancada menemista. Ahí se aprobó, entre otras cosas, la provincialización de los recursos del subsuelo, que, por el posterior Código de Minería, habilitaría la entrada de las multinacionales del sector, dando lugar  a lo que luego fue una de las políticas centrales del kirchnerismo, la megaminería contaminante.

Néstor y Cristina solo comenzaron a despegarse, muy parcialmente, del gobierno de Menem, cuando en los últimos dos años de su gobierno, el duhaldismo se opuso a la rerreelección, sumándose así al sector peronista de quien sería el candidato en las elecciones de 1999. Pero, al igual que el conjunto del peronismo, los Kirchner fueron plenamente solidarios y parte de la década menemista. Cualquier otra interpretación puede ser fácilmente contrastada por la historia. 

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Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) por Izquierda Socialista/ FIT Unidad 

Así como febrero es identificado con el mes del amor, marzo es presentado por publicistas como el mes de la mujer. Pronto veremos cómo aparecen descuentos especiales para mujeres en indumentaria, cosmética y gastronomía. Pero la historia de la fecha está muy lejos de ser un día de festejos, por el contrario, el 8M es un día de lucha por nuestros derechos.

La historia del 8 de marzo

En marzo de 1908 más de quince mil obreras textiles se movilizaron en Nueva York exigiendo la reducción de la jornada laboral, mejores salarios y el derecho a votar. En homenaje a esa heroica lucha, fue la feminista y socialista Clara Zetkin quien llevó la propuesta a la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas de Copenhague para que se promulgue el Día Internacional de la Mujer. Con esa resolución, y organizado por los partidos socialistas de la Segunda Internacional, se convocaron el mismo día y en todos los países acciones por las reivindicaciones de las mujeres.

Los paros internacionales de mujeres

Más acá en el tiempo, y ya en la cuarta ola de luchas feministas, en 2017 se llamó al paro mundial de mujeres (PIM) para el 8M. La convocatoria surgió luego de la masiva movilización en los Estados Unidos (Woman’s March) el día de la asunción de Trump. Participaron reconocidas feministas como Linda Alcoff, Cinzia Arruza, Nancy Fraser, Angela Davis, entre otras, quienes llamaron a construir una huelga global por las demandas de las mujeres trabajadoras y de los sectores populares contra todas las violencias del sistema patriarcal, el imperialismo, el colonialismo, el racismo, la supremacía blanca y el capitalismo.

Desde esa primera convocatoria a esta parte pasaron cinco años. Y cada vez fueron más países los que se sumaron a la huelga feminista. Este año tenemos el desafío de construir nuevamente una jornada internacional de lucha por nuestras demandas contra todos los gobiernos que, con sus políticas, perpetúan todas las violencias del capitalismo patriarcal.

Por un 8M de lucha con Isadora en todo el país

La pandemia y la crisis económica-social muestran la cara más cruel de un sistema perverso que solo busca enriquecer las ganancias de unos pocos frente a la miseria creciente y el deterioro de la salud de las mayorías. Las mujeres y disidencias somos el sector más castigado por las políticas de ajuste de los gobiernos capitalistas.

Por eso, este 8M de 2021 tenemos que impulsar una jornada internacional de lucha para que la crisis no la paguen las mujeres trabajadoras y los sectores populares. Porque no somos ciudadanas de segunda reclamamos nuestro derecho a la salud gratuita y de calidad. Decimos basta de discriminación laboral y brecha salarial. Exigimos que las tareas de reproducción y cuidado sean reconocidas como trabajo y remuneradas con un salario igual a la canasta familiar. Nos movilizamos por el derecho a una vivienda sin hacinamiento y sin violentos. Basta de femicidios y transtravesticidos, que se destine presupuesto para combatir la violencia de género, no para el pago de la deuda externa. Por estos reclamos te invitamos a que este 8M te movilices junto con Isadora en todo el país.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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