Escribe María Meza, Izquierda Socialista Tierra del Fuego
Después de meses de incertidumbre, la patronal de la textil Barpla SA anunció el cierre de la planta de Río Grande. Pretende dejar en la calle a 40 trabajadores y amenaza con indemnizaciones en cuotas por debajo del 100% que les corresponde.
La planta de Río Grande abastecía de telas impermeabilizadas a varias sedes de la misma empresa en Buenos Aires. Durante 40 años fue favorecida con beneficios fiscales por el régimen de promoción industrial para la isla según la Ley 19640. La Comisión Aduanera del área denunció recientemente que pidió subsidios para importación por 128 millones de dólares a precio oficial pero solo demostró importaciones por 20 millones. Esto suponía acumulación de stock para 4 años que se sumaban a una reserva actual en sus depósitos de material por otros tantos años, una verdadera corrupción.
Frente a estas irregularidades y otras, la planta quedó sin permiso para producir por parte de la secretaría de industria de la Nación. Esta medida del gobierno nacional se suma a la motosierra que pretende dejar afuera del régimen a toda la rama textil de la isla que tiene 900 trabajadores de 11 fábricas. Tres textiles más ya la sufrieron. Cerró Textil Río Grande y Teogrande estuvo cerrada Austral Tex, en tanto mantiene los beneficios de los empresarios de Newsan y Milgor, amigos de Caputo.
Los trabajadores de Barpla denunciaron que no son responsables de la corrupción del empresario ni de la falta de controles por parte del estado durante estos años. Reclamaron ante el Ministerio de Trabajo y el de Industria el mantenimiento de los puestos de trabajo, la reapertura de la fábrica y el derecho a ser reconocidos como auditores de esta para controlar de aquí en más sus movimientos de importación, producción y exportación de modo de impedir que haya nuevos fraudes.
Esta propuesta de una auditoría de los trabajadores del régimen de promoción industrial para Barpla y que debería ser extensiva al resto de las empresas de la isla investigaría y evitaría nuevos fraudes. Para mantener la radicación de la población en una provincia estratégica para la soberanía del país, necesitamos que la promoción industrial sea para el bienestar de sus pobladores y no de la especulación de empresarios inescrupulosos.
Los trabajadores vienen manteniendo un fogón en la puerta de la planta, entre otras acciones, desarrollando una campaña de difusión de su situación. Han recibido la solidaridad de trabajadores de otras plantas textiles, de docentes del SUTEF, de metalúrgicos de la UOM, de estudiantes universitarios y de la corriente A Luchar.
Desde Izquierda Socialista convocamos a redoblar estos esfuerzos por los derechos de los trabajadores de Barpla y sus familias.
Río Grande, 1 de noviembre 2024