Escribe Mónica Schlotthauer, diputada nacional de Izquierda Socialista/FIT Unidad
La ley fue anunciada por Milei a principio de año (ver nota “Ficha sucia”). Con la denominada ley de “Ficha limpia” el PRO, el gobierno, la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer y otros bloques dicen que se va a terminar con la corrupción en la política. Una mentira total. Es para esconder la ficha sucia que tienen en sus filas, como el corrupto ministro de Economía Luis Caputo o los casos de corrupción bajo el gobierno de Macri.
La ley propone que quien tenga una condena en segunda instancia por actos corruptos no podrá ser candidato, aunque la condena no esté firme. Es decir, una ley para manipular candidaturas y perseguir a las y los luchadores y opositores políticos. El artículo 2 dispone que quienes “defrauden al Estado” no podrán ser candidatos, casualmente es la imputación que se les hace a las organizaciones piqueteras y a sus dirigentes por “el delito” de luchar por comida y trabajo genuino.
Por segunda vez no hubo quórum. El gobierno la hizo caer con 8 bancas vacías de La Libertad Avanza, ayudado por algunos del PRO, Pichetto y otros bloques amigables que pegaron el faltazo, por su crisis interna y especulación política. ¿Por qué? Porque como esa ley en caso de aprobarse podría sacar de la contienda electoral del año que viene a Cristina Kirchner, al gobierno no le conviene, especulando que le serviría polarizar con Cristina.
Además, porque el gobierno entabló negociaciones con el peronismo, incluido el kirchnerismo, en no avalar esta ley por ahora a cambio de que Unión por la Patria le apruebe la reforma electoral antidemocrática y proscriptiva que envió al Congreso (ver nota Reforma de Milei / Hay que frenar el proyecto electoral antidemocrático y proscriptivo) y para no entorpecer la negociación entre el gobierno y el peronismo por la designación del juez Lijo en la Corte (algo en que coinciden), mantener a Martín Menem como presidente de la Cámara, cosa que el peronismo amenazó con no darle el aval si se aprobaba ficha limpia y algunas migajas del Presupuesto 2025. Pura especulación electoralista, a espalda de las necesidades populares. Mostrando que el peronismo deja correr a Milei y por lo tanto no es alternativa para enfrentar al plan motosierra.
Desde Izquierda Socialista rechazamos este proyecto demagógico y persecutorio. Lo mismo que la reforma electoral tendiente a cercenar derechos electorales y proscribir a la izquierda, llamando a una campaña amplia y unitaria a tal fin.