Aug 04, 2024 Last Updated 3:38 PM, Aug 2, 2024

Izquierda Socialista

A las organizaciones sindicales y del movimiento obrero y popular
A las organizaciones de izquierda

La invasión de Ucrania por Rusia debe ser denunciada desde todas las organizaciones que se reclamen de la izquierda y del movimiento obrero y popular. No hay excusa alguna que pueda justificar la masacre y destrucción que está perpetrando Putin con esta guerra. Apoyamos las movilizaciones en todo el mundo por Fuera las tropas invasoras de Putin. Apoyamos la resistencia ucraniana para que derrote la invasión. Defendemos su derecho a defenderse y el derecho a la autodeterminación del pueblo ucraniano.

Ese repudio a la agresión rusa, lo hacemos desde una posición de rechazo a toda injerencia del imperialismo norteamericano y europeo en Ucrania. Desde una posición independiente de sus gobiernos, denunciando su fuerza militar: la OTAN. Nosotros, que estuvimos, por ejemplo, en la lucha por derrotar la invasión de Irak por los Estados Unidos y defendimos el derecho del pueblo iraquí a repeler la agresión, hoy levantamos la voz contra otra invasión igual de infame. Entonces lo hicimos sin avalar la política de Sadam Husein. Al igual que entonces, nuestro apoyo a la resistencia del pueblo ucraniano no tiene que ver con dar apoyo político ni despertar confianza en el gobierno capitalista de Zelensky.

Desde esa posición independiente proponemos impulsar un movimiento amplio de unidad de acción por estos puntos, abiertos a sumar otros (ruptura de relaciones diplomáticas con Rusia, libertad a los presos por repudiar la guerra en Rusia), para coordinar un plan de acciones a nivel internacional. Por ello proponemos que nos pongamos en contacto y firmemos una declaración común y un plan de acciones coordinadas.

Secretariado Internacional (SI) de la UIT-CI
(Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional)
5 de marzo de 2022
uit-ci.org // twiter.com.uit

Escribe Mercedes Petit, dirigenta de Izquierda Socialista/FIT Unidad y de la UIT-CI

Entre los integrantes del FIT Unidad existen discrepancias y un debate en curso. Esperamos que pronto podamos actuar en común con un acuerdo básico contra la invasión de Putin y contra la OTAN.
 
La Fracción Trotskista - Cuarta Internacional (FT-CI), a la que pertenece el PTS, publicó el 1º de marzo una declaración (ver La Izquierda Diario). Parte de una consigna inicial correcta (“¡Fuera las tropas rusas de Ucrania!”) y las correctas afirmaciones de que las soluciones de fondo para Ucrania, Rusia y todos los pueblos del mundo vendrán de la mano de los gobiernos obrero revolucionarios y el socialismo mundial. Pero la FT-CI cae en una posición equivocada hacia el conflicto militar planteado por la invasión rusa (ver artículo páginas centrales), que es actualmente entre Ucrania y sus invasores.
 
La FT y el PTS no se suman al campo militar del pueblo ucraniano

 Según el PTS y la FT-CI el enfrentamiento militar sería entre las tropas rusas por un lado, y por el otro el imperialismo, la OTAN y el gobierno reaccionario de Zelensky. Y proponen “enfrentar la ocupación rusa y la dominación imperialista”. En la charla virtual que hicieron el sábado 26 de febrero, los dirigentes del PTS en sus exposiciones fueron bastante claros, al decir directamente que no existe una guerra entre Ucrania y el ocupante ruso, y que el papel del gobierno de Zelensky sería actuar de instrumento del militarismo de la OTAN y de Estados Unidos y la UE en su objetivo de semicolonizar a Rusia y la propia Ucrania.

Al definir mal los campos militares en lucha, quedan atrapados en una contradicción insoluble. Su primera consigna (correcta) es: “Fuera las tropas rusas de Ucrania”, pero rechazan que exista en la realidad el campo militar de lucha por esa causa justa, que se está peleando con las armas en la mano para lograrlo y que hay que apoyar para que expulsen a las tropas de Putin, para que triunfen. En ese campo solo hay ucranianos y ucranianas, con el gobierno burgués y reaccionario de Zelensky, el ejército burgués y el pueblo ucraniano. La FT-CI lo reconoce cuando dice que no hay tropas de los países de la OTAN “en un enfrentamiento militar directo con las fuerzas rusas”. Pero niega que los ucranianos y ucranianas, del ejército, milicianos y civiles protagonizan una lucha nacional y militar, para lograr sacar a las tropas rusas de su país. Y los revolucionarios tenemos la obligación, desde una total independencia política, de apoyar sin condiciones ese campo militar. En Ucrania, ¿la FT-CI diría a los soldados y milicianos y milicianas “disparen contra los rusos y también contra el gobierno reaccionario de Zelensky y la OTAN”? La UIT-CI propone que les digamos: “luchemos juntos para echar a los rusos, sin confiar en Zelensky ni la OTAN”.

La errada definición de los campos en conflicto lleva a la FT-CI a otro enfoque muy equivocado. Desde el punto uno, así como repudian la ocupación rusa, denuncian como “militarismo imperialista” el hecho concreto de que países de la OTAN están “enviando armamento y apoyo logístico al gobierno ucraniano”. Denuncian que “Suecia anunció la transferencia de armamento antitanque a Ucrania”, que “la UE decidió conjuntamente dar el paso sin precedentes de financiar la compra y entrega de armas a Ucrania por valor de 500 millones de dólares”. No lo dicen directamente, pero de acá se desprende que ante estos hechos que denuncian como “militarismo imperialista”, la FT-CI levantaría la consigna “¡que no se envíen armas a Ucrania!” Este disparate es un resultado de su equivocada definición de la guerra en curso. Allí, a los soldados y milicianos que están luchando por echar a los rusos, ¿les dirían: “rechacen las armas y el apoyo logístico que les envían los países de la OTAN, porque su verdadera intención es la militarización de Europa y semicolonizar a Rusia y también a ustedes”?

Este enfoque es directamente derrotista y, de aplicarse, favorecería de forma simple e inmediata a la invasión de Putin. No es casual que la declaración de la FT-CI remita a la lucha en Siria contra Al Assad del 2011/16. Entonces también tuvieron una posición nefasta: dijeron, como ellos mismos recuerdan ahora, que en Siria había “una guerra reaccionaria sin campos progresivos” y rechazaron el apoyo militar a la movilización masiva y la lucha militar que enfrentó a Al Assad. Se sumaron así a la complicidad de la mayoría de la izquierda mundial al dictador Al Assad y al masacrador Putin, que aplastó a sangre y fuego la movilización.

Para el PO el gran enemigo es la OTAN

Por su parte el Partido Obrero tampoco apoya la resistencia militar ucraniana. Viene centrando sus consignas en “Guerra a la guerra”. “Fuera la OTAN y el FMI”, y un llamado a la caída de “la burocracia restauracionista de Putin”.
La política del PO cae en la capitulación a Putin. “No se puede poner un signo igual entre Putin (por más reaccionario y condenable) y el capitalismo mundial que es el gran director de orquesta, el instigador principal de este conflicto y todos los conflictos a escala general. […] Estados Unidos es el principal responsable de la guerra. Condenar a Putin solamente es tener una política pro imperialista por desconocer al principal actor que es el imperialismo.” (Pablo Heller en https://youtu.be/sYKiJVihFPY)

Hay que condenar al imperialismo y la OTAN, como si lo hace la UIT-CI, mientras que decimos que la tarea urgente y central es derrotar a Putin y su invasión. Y por eso es una obligación para los revolucionarios el apoyo incondicional a la resistencia, al campo militar de los y las ucranianas para echar a las tropas de Putin de su país.

Llamamos al PTS y al PO a que unifiquemos una política de apoyo a la lucha por echar a las tropas de Putin de Ucrania, y también de denuncia de la OTAN. En la reunión del Plenario Sindical Combativo del sábado 5 de marzo ya se dio un paso, con una declaración que, aunque no contiene nuestro llamado al apoyo a la resistencia militar ucraniana, plantea correctamente “Fuera las tropas de Putin de Ucrania” y “Abajo la OTAN imperialista”. (Ver Importante Plenario Nacional del Sindicalismo Combativo)

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

Ucrania tiene 41 millones de habitantes, 603 mil km2 de superficie.

Es un país que perteneció a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y con lazos culturales y étnicos con los rusos y bielorrusos. Era una de las naciones, con una identidad e idioma propios, dominadas por el gigantesco imperio zarista hasta la revolución rusa de 1917. La revolución rusa encabezada por Lenin y Trosky, con el partido bolchevique y el gobierno de los soviets (asambleas de obreros y campesinos), fue la que estableció la autodeterminación (con derecho a independizarse) para todos los países que constituían el imperio. En 1922 se constituyó la URSS y reconoció a Ucrania como una de sus repúblicas (junto a Rusia, Bielorrusia, Lituania, Letonia, Estonia, Georgia, República del Caucaso, varias repúblicas asiáticas y otras)

El retroceso profundo que significó para la URSS la dictadura stalinista desde mediados de la década del ´20 tuvo graves consecuencias económicas y sociales para Ucrania que volvió a ser sometida, esta vez a la dictadura burocrática.
Con la restauración del capitalismo, en 1990 se desintegró la URSS y Ucrania retomó su independencia y sufrió un durísimo retroceso económico para  la mayoría de la  población.

En Ucrania, el idioma oficial es el ucraniano, aunque el ruso se habla ampliamente en el este y el sur del país. Aproximadamente un 30% de la población habla ruso como su idioma nativo.

Hoy es un país empobrecido desde la restauración capitalista. Hubo una flexibilización laboral con pérdida de derechos y penetración de multinacionales. Tiene una producción agrícola muy importante. Es el primer productor mundial de aceite de girasol, tercer productor de trigo (Rusia y Estados Unidos son los primeros), tercer productor de papas, y quinto de maíz. También tiene desarrollo industrial, es un importante productor de acero. Dominado por una oligarquía burguesa, el producto bruto por habitante del 2021 fue de 4.958 dólares anuales (la mitad del de Argentina y menos de la mitad que el de Rusia).

Reproducimos este artículo de Vladimir Lenin que fue publicado en el número 82 de Pravda el 28 de Junio de 1917. Antes del triunfo de la revolución socialista de octubre de 1917. Allí Lenin ya apoya la autodeterminación de la nación de Ucrania. Cuestión que luego del triunfo de la revolución se estableció. Eso es lo que Putin criticó y calificó de “grave” error de Lenin. “Me pregunto otra vez-dijo Putin- para qué se concedieron esos regalos generosos que los nacionalistas no se imaginaban. También tenían el derecho de salir de estado sin ninguna condición”. Este es el escrito de Lenin:

El fracaso de la política del nuevo gobierno provisional, de coalición, se destaca cada vez más claramente. El “Acta universal” relativa a la organización de Ucrania, publicada por la Rada Central de Ucrania y aprobada el 11 de junio de 1917 por el Congreso del ejército de toda Ucrania, es una revelación directa de esa política y una prueba documental de su fracaso.

«Sin separarse de Rusia, sin desprenderse del Estado ruso –se dice en dicha Acta- el pueblo ucranio debe tener derecho a disponer de su propia vida en su propia tierra…Todas las leyes por las cuales se determine el orden en Ucrania sólo podrán ser promulgadas por esta Asamblea Ucrania. En cambio las leyes que determinen el orden de todo el Estado ruso, deberán ser promulgadas por el Parlamento de toda Rusia».

Son palabras perfectamente claras. En ellas se declara con toda precisión que el pueblo ucranio no quiere separarse de Rusia en el momento actual. Exige la autonomía, sin negar la necesidad de la autoridad suprema de un “Parlamento de toda Rusia”. Ningún demócrata, y mucho menos un socialista, se atreverá a negar la plena legitimidad de las exigencias ucranias. Ningún demócrata podrá tampoco negar el derecho de Ucrania a separarse libremente de Rusia. Sólo el reconocimiento absoluto de este derecho nos permite abogar por la libre unión entre los ucranios y los gran rusos, por la asociación voluntaria de los dos pueblos en un solo Estado. Sólo el reconocimiento absoluto de este derecho puede romper en la práctica, completa e irrevocablemente, con el maldito pasado zarista, en el que se hizo todo para causar el distanciamiento mutuo de dos pueblos tan afines por su idioma, su territorio, su carácter y su historia. El maldito zarismo convirtió a los gran rusos en verdugos del pueblo ucranio y fomentó en éste el odio contra quienes hasta llegaron a prohibir a los niños ucranios hablar y estudiar en su lengua materna.

Los demócratas revolucionarios de Rusia, si quieren ser verdaderamente revolucionarios y verdaderamente demócratas, deben romper con ese pasado, deben reconquistar para sí mismos, para los obreros y campesinos de Rusia, la confianza fraternal de los obreros y campesinos ucranios. Y esto no puede conseguirse sin el pleno reconocimiento de los derechos de Ucrania, inclusive el derecho a la libre separación.

Nosotros no somos partidarios de los Estados pequeños. Estamos por la más estrecha unión de los obreros del mundo contra los capitalistas “propios” y de todos los demás países. Pero precisamente para que tal unión sea voluntaria, el obrero ruso, que no confía ni por un minuto en la burguesía rusa o en la burguesía ucrania, defiende hoy el derecho de los ucranios a la separación, sin imponerles su amistad, sino esforzándose por conquistar su amistad al tratarlos como sus iguales, sus aliados y hermanos en la lucha por el socialismo.

Riech, el periódico de los enfurecidos contrarrevolucionarios burgueses que están casi locos de rabia, ataca salvajemente a los ucranios por su “arbitraria” resolución. Dice que “el proceder de los ucranios es un atentado directo contra la ley, que exige la aplicación inmediata de rigurosos y legítimos castigos”. Huelga todo comentario a este ataque de los salvajes contrarrevolucionarios burgueses. ¡Abajo la burguesía contrarrevolucionaria! ¡Viva la libre unión de los campesinos y obreros libres de la libre Ucrania con los obreros y campesinos de la Rusia revolucionaria!

1 https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/oc/akal/lenin-oc-tomo-26.pdf

 

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se formó en 1949 con las principales potencias imperialistas vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, encabezada por Estados Unidos y en segundo lugar Gran Bretaña, Canadá y Francia. La integran también Italia, Bélgica, Holanda, España, Portugal, Grecia, Turquía, Islandia, Dinamarca. Después de 1990 incluyó a los países de Europa Oriental que habían restaurado el capitalismo, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Rumania, Bulgaria, Hungría, incluyendo también los países fronterizos en el norte de Rusia que habían sido parte de la Unión Soviética: Lituania, Estonia y Letonia.
En 1999 la OTAN intervino con bombardeos de mil aviones de combate en la ex Yugoeslavia.

La OTAN es el principal instrumento militar para respaldar la consolidación del dominio semicolonial yanqui y del imperialismo europeo sobre Europa Oriental, y ya se utilizó formalmente en varias guerras. En el marco de la OTAN, Estados Unidos tiene bases militares en gran parte de los países de Europa y en Turquía (bases que utilizó para intervenir en Siria y para invadir Irak). Invasiones como las de Irak y Afganistán fueron de la mano de Estados Unidos y de sus aliados de la OTAN.
Recientemente Colombia realizó ejercicios militares navales con Estados Unidos y con Francia en el Caribe. Se informó que estos ejercicios se hacen dentro del ámbito de la OTAN, con “Colombia como país global socio de la OTAN”.

Pero no es su único instrumento militar. Estados Unidos hizo su invasión y ocupación más importante en Vietnam hasta su retirada, derrotado en 1975, sin la OTAN. También maneja otros instrumentos como el enclave sionista de Israel, para someter a palestinos y a los pueblos árabes. Y respecto a Latinoamérica se firmó en 1947 el TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, también de carácter militar) que Argentina integra formalmente. En el marco del TIAR se realizan casi todos los años los llamados operativos navales Unitas, en los que participa Argentina y casi todos los países latinoamericanos. Estos ejercicios son utilizados por Estados Unidos para disciplinar a su servicio a las Fuerzas Armadas latinoamericanas.

En el caso de Ucrania, Putín utilizó como pretexto central de su invasión que la OTAN estaría “cercando” militarmente a Rusia. Efectivamente, desde hace años los gobiernos burgueses ucranianos, incluido el actual de Zelensky, piden unirse a la OTAN. De esa forma le sirvieron en bandeja a Putín la excusa para la invasión.

Sin embargo, Estados Unidos y la OTAN se negaron a incluir a Ucrania y a cualquier intervención militar en dicho país, porque no quieren confrontación militar con Rusia. Más bien dejaron actuar a Putín, sólo con sanciones económicas.
Esto muestra que la OTAN no es ni será un instrumento al servicio de la independencia de un pueblo oprimido, ni de la “libertad” de ningún pueblo.  
Desde la UIT-CI llamamos a la lucha por la disolución de la OTAN, la ruptura de cada país con la OTAN y todos los pactos militares con Estados Unidos.

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