Los dirigentes del Transporte van a pedir una audiencia a Cristina Kirchner a través de una solicitada. ¡Pero la presidente ya tildó de “ricos” y “oligarcas” a los trabajadores que luchan contra el impuesto al salario (Ganancias)! ¿Una audiencia para qué, si el gobierno ya ha ratificado que su modelo es de bajos salarios y jubilaciones de pobreza, mientras la propia presidente elogia a multinacionales como Honda augurándole un buen futuro? El burócrata de la UTA, Roberto Fernández, lo dijo bien claro: “Nosotros no queremos derrotarlos (al gobierno) sino vivir dignamente.” Está claro. No quieren derrotar los salarios de pobreza, el impuesto al salario y el ajuste sobre los trabajadores. Lo único que dijeron fue que van a tomar en esos gremios medidas “unilaterales”, como no trabajar los feriados. Es decir, que cada gremio pelee por su cuenta, en vez de unirlos para luchar con más fuerza.
Los dirigentes del Transporte les sirvieron de perfecta excusa a Hugo Moyano y a Luis Barrionuevo para que tampoco llamen a ninguna medida de lucha. Recordemos que Barrionuevo, después del exitoso paro general del 31de marzo, dijo que había que seguir con otro de 36 horas y marcha a Plaza de Mayo. Pero en el Confederal de la CGT opositora no solo no se fijó esa medida, sino que no se decidió ninguna otra.
Moyano aprovechó la reunión de la CGT para hacer un llamado a “no votar por el kirchnerismo”. Es decir, dejó vía libre para que los trabajadores voten por Macri, Massa o la UCR, candidatos patronales que van a profundizar el ajuste y la pobreza salarial.
Moyano dijo que Scioli “no es un laburante”. Es cierto. ¡Pero tampoco lo son Macri, que es un gran empresario, ni Massa! Moyano habló de la “unidad del movimiento obrero”. Lo mismo dice Caló de la CGT oficial y los dirigentes del Transporte. Pero es evidente que no se refieren a la unidad de los trabajadores para enfrentar las políticas de ajuste de este gobierno y los que vendrán. La “unidad” que se necesita es para llevar adelante un plan de lucha nacional promoviendo asambleas en los lugares de trabajo. No la “unidad” de los burócratas por arriba para mantener sus privilegios. Cada sector se reacomoda ante el gobierno de turno según les convenga. La CGT Caló vino defendiendo al kirchnerismo y ahora está con Scioli. Moyano le hace guiños a Massa y a Macri.
Lo de la CGT Moyano es lamentable, ya que deja librados a su suerte a millones de trabajadores en medio de la pelea en las paritarias. Esto lleva a redoblar la pelea por una nueva dirección del movimiento obrero. Como lo estamos impulsando desde el Encuentro Sindical Combativo. Fomentar a nuevos dirigentes de lucha, antipatronales y antiburocráticos que consulten a sus bases y no se vendan. Como lo hacen los ferroviarios del Sarmiento, los Sutebas combativos, los dirigentes del Seom de Jujuy y tantos otros.
Mientras luchamos por eso, hay que salir a enfrentar las agachadas de la burocracia sindical. Como lo planteamos en la página 3, llamando a derrotar el techo miserable de la UIA y el doble discurso del gobierno en las paritarias. Por un aumento de emergencia. Salarios igual a la canasta familiar. Abajo el impuesto al salario. En ese marco, hay que seguir exigiendo un paro de 36 horas y un plan de lucha nacional.
Néstor se auto eximió de Ganancias
En estos días se supo que Néstor Kirchner se auto eximió de pagar el impuesto a las Ganancias cuando fue gobernador de Santa Cruz. Y que Kicillof, hoy, se escuda en una ley de Menem y Cavallo para no actualizar cada año el mínimo no imponible de este impuesto. Así, año tras año, miles de trabajadores pasan a pagar Ganancias aunque apenas cobran el costo de la canasta familiar.
Cristina y sus voceros tildan de “poco solidarios” a los trabajadores que reclaman para que no le descuenten Ganancias. Y cuando alzamos la voz contra este impuesto nos recuerdan que “con Menem, De la Rúa y Cavallo está- bamos peor”. Pero los poco solidarios y los que utilizan las herramientas de Menem y Cavallo para que la crisis la paguen los trabajadores son los kirchneristas.
Fallo del Ciadi
Crece la deuda externa en 405 millones
El Ciadi (tribunal arbitral del Banco Mundial) acaba de fallar contra la Argentina en un litigio de la multinacional francesa Suez por la estatización de Aguas Argentinas en 2006. Todo es escandaloso. En noviembre de 2013, el ministro Kicillof, buscando congraciarse con la banca internacional, decidió “normalizar” las relaciones y procedió a pagar 500 millones de dólares en concepto de fallos adversos pendientes. Ahora, de un plumazo, “volvemos” a deber casi la misma cifra. Además, están pendientes otros 19 juicios que, como ya sabemos, terminarán “a favor” de las multinacionales y contra la Argentina. No se puede esperar otra cosa de un tribunal del Banco Mundial. Todo esto sigue aumentando el endeudamiento externo. Hay que dejar de pagar la deuda externa y romper con los organismos financiaros internacionales, en este caso, con el Banco Mundial y el Ciadi.