¡Basta de impuesto al salario!

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Otra vez reaparece en el Congreso el debate del impuesto a las ganancias sobre el salario.Otra vez reaparece en el Congreso el debate del impuesto a las ganancias sobre el salario. Recordemos que fue una promesa de campaña de Macri, flagrantemente incumplida. En marzo pasado, el gobierno presentó como una gran concesión un pequeño aumento del mínimo no imponible. Pero de hecho, aún con aumentos paritarios por debajo de la inflación, más trabajadores pasaron a tributar “ganancias” este año. Se calcula que 3,5 millones sufren los injustos descuentos por este impuesto.

Ahora, demagógicamente, el bloque del Frente Renovador de Sergio Massa propone llevar el mínimo no imponible a 35.000 para los solteros y 48.000 para los casados. ¡Se quiere “lucir” y quedar como “progresista” frente a un gobierno que apenas si propone un incremento del piso a partir del cual se paga el impuesto del 17%, o sea menos que la inflación, condenando a más trabajadores a tener que abonarlo el año próximo! El planteo del massismo es hipócrita: presentan este proyecto mientras su socio político, el gobernador De la Sota, hace causa común con Macri en mantener el impuesto, defendiendo así la “tajada” que le toca por la coparticipación federal. Aún con el proyecto de Massa quedarán miles de trabajadores atrapados por el impuesto (como los petroleros del sur del país, donde los precios son sustancialmente superiores al resto del país).

La propuesta del Frente de Izquierda es bien concreta: ¡el salario no es ganancia! Hay que excluir del pago del impuesto a todos los trabajadores en relación de dependencia bajo convenio, tanto del sector público como privado, y a los jubilados. También a los monotributistas que facturan hasta un total de tres canastas familiares.

En vez de cobrar impuestos a los trabajadores y el pueblo, corresponde recaudar a partir de las superganancias, grandes fortunas, la renta financiera y restituir las retenciones a las mineras y monopolios agroexportadores. Con ese dinero, más lo que nos ahorremos de dejar de pagar la inmoral deuda externa, sobrarían los recursos para resolver las más urgentes necesidades populares.

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