“El crecimiento del socialismo millennial” tituló en su tapa la revista The Economist y sorprendió. Una publicación destinada al mundo de los empresarios daba cuenta de la preocupación que tienen quienes llevan las riendas del mundo por qué es lo que tiene la juventud en su cabeza. Y es que estamos en el marco de una crisis capitalista mundial que tiene hace más de una década a los gobiernos del mundo con Donald Trump a la cabeza bombardeando las condiciones de vida de la
clase trabajadora y los sectores populares. En la primera línea de enfrentamiento a esas políticas aparecen lxs jóvenes. En todos lados. En nuestro país lo vemos en las cotidianas peleas contra las políticas de ajuste y miseria de Macri, el FMI y los gobernadores.
Las nuevas generaciones se enfrentan a todos los partidos tradicionales, ¿pero eso significa que necesariamente en la lucha giran hacia posiciones revolucionarias? No, lo que hay es una disputa cuerpo a cuerpo por su cabeza, sus ideas, su activismo, su potencial transformador en un mundo en decadencia. Y no es una batalla simple para la izquierda.
Solo pensemos en Latinoamérica cuánto dificulta explicar que hay que pelear por el socialismo, cuando a un costado del camino aparece la difícil realidad del pueblo venezolano, sus millones de exiliados y el desastre económico y social en el que está sumido ese país por la política del autoproclamado “socialista” Nicolás Maduro, encima ante el peligro de la injerencia imperialista. Pensemos también que en Argentina entre la lucha de lxs jóvenes y el giro a izquierda en la conciencia se levanta como una barrera el peronismo kirchnerista tratando de convencer de que se puede sacar al país de la crisis pagándole al FMI, y diciéndole a las pibas de que se junten con los pañuelos celestes antiderechos. Como todxs sabemos, se trata de arduas batallas.
La presente revista es un aporte de la Juventud de Izquierda Socialista para meterse de lleno en esta disputa: una herramienta de formación, de discusión, de crítica y organización. Nos propusimos poder reunir nuestras posiciones ante cada uno de los debates que atraviesan a la juventud y que cotidianemente abordamos en nuestros lugares de estudio y de trabajo, y en los barrios.
Nos paramos desde las elaboraciones que hemos realizado en nuestros Encuentros Nacionales de la Juventud de Izquierda Socialista y desde cada uno de nuestros espacios de militancia. Este primer número es un comienzo, al que le deberán seguir nuevas entregas en las que nos referiremos también en profundidad al problema de la destrucción de la naturaleza por el capitalismo, al arte, y distintos hechos que la realidad ponga a la orden del día. Así como también eventos históricos como el Cordobazo que nos convoca en este número.
Te invitamos a leer y discutir Rabia. En la perspectiva de que esperemos sea una herramienta para construir una juventud socialista y revolucionaria, que pelee diariamente en defensa de nuestros derechos y sobretodo por la perspectiva de conquistar que de una vez por todas en nuestro país y el mundo gobiernen lxs trabajadorxs y el pueblo.
Escriben Federico Pelagaggi, Secretario académico del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades (UNC) y Mariano Moreno, Presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
El año pasado se dio una rebelión estudiantil en todo el país al calor de la lucha salarial docente. Esa pelea empalmó con el enfrentamiento a las reformas que impulsa el gobierno contra la educación pública, como la UNICABA, y los permanentes reclamos del movimiento estudiantil secundario. Tuvimos la marcha educativa más grande en décadas. Sin embargo, cuando las conducciones docentes kirchneristas acordaron con Macri la paritaria (20% por debajo de la inflación) y se levantaron los paros, la lucha estudiantil perdió fuerza y se terminó desarticulando.
El movimiento estudiantil actuó como pura fuerza sin un horizonte político debido a dos grandes ausencias: por un lado una conducción consecuente y combativa, y por otro un programa propio de reivindicaciones para levantar.
En las universidades, a nivel nacional, la Federación Universitaria Argentina es dirigida por la UCR a través de la Franja Morada, y juega obviamente para Cambiemos. Pero por otra parte, la Federación Universitaria de Buenos Aires que desde el 2001 había tenido una conducción independiente de los partidos patronales, el año pasado por impulso del Partido Obrero terminó sumando a su conducción a todo el peronismo kirchnerista y así liquido su independencia política y cualquier perspectiva de lucha consecuente.
En secundarios y terciarios, el kirchnerismo, con peso en las coordinadoras por zonas ha dado sobradas muestras de su rol de freno consciente de la lucha, le tienen pánico a un desborde asambleario como el que había empezado a gestarse el año pasado.
Desde la juventud de Izquierda Socialista presentamos cinco ejes programáticos que tienen el objetivo de ponerse al servicio de la discusión de cómo y con qué horizonte construir una nueva conducción para el movimiento estudiantil argentino.
• Plata para educación: no para la deuda externa, ni para mantener a la iglesia y la educación privada. Abajo el pacto con el FMI. Por la más amplia unidad obrero-estudiantil.
El acuerdo con el FMI va de la mano del ajuste brutal al presupuesto educativo. El año 2018, por ejemplo, el macrismo gastó el equivalente a más de cinco presupuestos universitarios en intereses de deuda externa. Hace varios gobiernos que la inflación es un instrumento de ajuste indirecto a la educación, siempre se aumenta el presupuesto educativo por debajo de la inflación. Donde más nítidamente se observa es en el salario docente y no docente, pero también en las condiciones de infraestructura, las becas y el dinero para investigación.
Hay que dejar de pagar la deuda y poner esa plata para el salario docente, empezando por los mal llamados “ad- honorem” que ni siquiera perciben salario. Lxs docentes son un pilar central en nuestra formación y en el desarrollo del conocimiento, si sus condiciones son precarias eso indefectiblemente repercutirá en nuestra enseñanza: debemos estar siempre a disposición de empalmar y unir nuestras luchas con las suyas. Es urgente resolver la crisis edilicia en todos los niveles educativos, porque la desidia ha llegado al límite de que mueran docentes como Sandra y Rubén en una escuela de Moreno (provincia de Buenos Aires) en el 2018. Necesitamos combatir la deserción efectivizando un boleto educativo
a nivel nacional, becas para alimentos y materiales de estudio; además de construir espacios de cuidado materno- paternales y comedores.
Por otro lado, hay que dejar de financiar las instituciones religiosas y la educación privada. La iglesia es una institución ordenada en torno a rechazar a la ciencia y desconocer sus avances. Desde Izquierda Socialista respetamos todas las creencias, pero sostenemos firmemente que la iglesia y el Estado son asuntos separados. Que la educación privada haya avanzado tanto responde a un desfinanciamiento de la educación pública que lleva años. La única manera de frenar esa dinámica es luchando en las calles junto a docentes y no docentes. Si la privatización en Argentina no ha alcanzado niveles como el de Chile o varios países de la región y del mundo, ha sido por las constantes luchas que el movimiento estudiantil dio y seguirá dando.
El movimiento estudiantil no tiene que pelear en soledad contra el ajuste, si no retomando el gran ejemplo del Cordobazo junto a los trabajadores en las calles. Luchemos codo a codo junto a todos los sectores en lucha hasta derrotar el ajuste de Macri y el FMI.
• Anulación de la Ley de Educación Superior (LES) menemista. No al Sistema Nacional de Reconocimiento Académico y la devaluación de los títulos universitarios. Por garantizar el ingreso y la permanencia del pueblo trabajador en la universidad pública.
La LES, sancionada en el año 1995 durante el gobierno peronista de Menem, es la base donde se asientan todos los argumentos legales para que las empresas y el capital privado puedan ser un actor más de la educación pública: inmiscuyéndose en planes de estudio, áreas de investigación y de competencia, entre otras cuestiones.
Vigente al día de hoy, y avalada por todos los gobiernos desde 1995 a la fecha, es el delineamiento de un sistema universitario en el que el financiamiento estatal se achica para que crezca el financiamiento privado: los famosos “recursos propios”, en particular los convenios con empresas, los posgrados pagos y el arancelamiento a extranjeros. De la mano de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) se busca moldear las carreras en función de las demandas del mercado.
Con el discurso de que “se recibe poca gente” buscan achicar las carreras y promover las “minicarreras” o cursos específicos. Para eso buscan igualar universidades públicas y privadas mediante el Sistema Nacional de Reconocimiento Académico y la devaluación de títulos: una política del Banco Mundial. Bajo el argumento de “promover y facilitar el tránsito entre universidades”, se buscan borrar las especificidades propias de cada casa de estudios, homogeneizando el contenido y yendo contra la autonomía universitaria. No podemos esperar nada progresivo si la orientación de las materias y carreras las dirigen las empresas, que solo persiguen el lucro.
Cabe destacar que en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN, órgano que agrupa a rectores y rectoras de todas las Universidades públicas del país), tanto radicales, como kirchneristas, peronistas y macristas son cómplices de esta nueva avanzada.
Para ellos la Universidad es, o bien un privilegio o bien una mera formación de recursos humanos para las multinacionales. Defendemos que la universidad y la ciencia estén al servicio de responder a las necesidades del pueblo trabajador, no del gobierno y el mercado.
• NO al Plan Maestr@, la Secundaria del Futuro y la UniCABA. Por un sistema educativo único público, gratuito y de calidad con financiamiento cien por ciento estatal.
A pesar de su discurso, los gobiernos kirchneristas sostuvieron, con la Ley Nacional de Educación, la estructura del sistema educativo heredada del menemismo. Bajo el manto de la federalización y la heterogeneidad se profundizó la crisis en la educación: el ajuste salarial y de infraestructura va ocasionando una progresiva disminución del nivel socio educativo de quienes entran y transitan las instituciones educativas. En la actualidad Macri se vale de esta estructura y reglamentación heredada para intentar aplicar todas las formas de ajuste posible.
A pedido de los organismos de crédito internacional en los 90’ se partió el sistema educativo nacional en mil pedazos, y las escuelas pasaron a depender de los gobiernos locales y no del Ministerio de Educación Nacional. Esto profundizó las desigualdades entre las provincias que tienen distintas realidades presupuestarias. También abrió camino a resistidos proyectos como en su momento fue el Polimodal en varias provincias; o actualmente la Secundaria del Futuro; la UNICABA que afecta a los institutos terciarios de Capital y los distintos ataques a la formación docente.
El macrismo con su Plan Maestr@ se propone pegar un salto en calidad en la mercantilización de la educación, yendo hacia el modelo estadounidense de rankings de escuelas que compiten por financiamiento privado, sumándole a eso las pasantías truchas. Pasantías que no tienen como objetivo la formación estudiantil, sino que buscan poner a miles de estudiantes a trabajar gratis o por migajas para las empresas en convenio; para que éstas a su vez financien a las escuelas, así el Estado se priva de poner plata en la educación.
Defender un conocimiento crítico al servicio del pueblo es una de las tareas centrales que debemos darnos, por eso llamamos a enfrentar en cada uno de nuestros lugares de estudio este tipo de avances mercantilistas y privatizadores en la educación pública.
• Democraticemos los órganos de cogobierno. Elección directa de las autoridades, mayoría estudiantil, claustro único docente, voz y voto para los no-docentes. Por instancias de cogobierno en todos los institutos educativos.
Con la plata de los negociados que habilitó la LES se constituyó una gran casta de funcionarios en los rectorados y decanatos que cobran sueldos de cientos de miles de pesos y son los garantes del avance de la privatización junto a sus agrupaciones estudiantiles radicales, kirchneristas o peronistas. Algún rector puede eventualmente presionado acompañar un reclamo de la comunidad educativa, pero todos son defensores de la LES. Parasitan en esos puestos gracias
a sistemas de cogobierno antidemocráticos que pisotean la voz del claustro estudiantil. A 100 años de la Reforma Universitaria, seguimos diciendo que el “demos” universitario, la soberanía, debe estar en manos de las y los estudiantes, y seguimos criticando el “derecho sagrado” de los profesores a mandar. También exigimos la conformación de instancias de co-gobierno democráticas en todos los secundarios y terciarios para que cada estudiante pueda opinar y decidir sobre su educación.
El estudiantil es por definición el claustro más grande, pero es el que menos peso tiene en el rumbo de la educación. Luchemos por la elección directa de las autoridades, mayoría estudiantil, claustro único docente, voz y voto para los no-docentes: ¡Una persona, un voto!
• Por la plena implementación de la Educación SexuaI Integral. Por currículas que incluyan obligatoriamente la perspectiva de género. ¡Basta de violencia de género en nuestros lugares de estudio!
La “ola verde” que sacudió al país batallando por el derecho al aborto legal estuvo compuesta en gran medida por cientos de miles de estudiantes. Esa lucha tiene lugar también en nuestros colegios, institutos y universidades. Vamos por protocolos que resguarden a las víctimas y garanticen su permanencia en el estudio, con presupuesto para su puesta en práctica. Luchemos por la separación de la iglesia del Estado. Sigamos el ejemplo de las asambleas que votaron remover los símbolos religiosos de los lugares donde vamos a formarnos.
Democracia estudiantil y unidad para luchar y ganar
Escribe Pili Barbas, Vicepresidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA).
Para pelear por cada uno de estos puntos, y por cada reclamo que surja en nuestros lugares de estudio, desde la Juventud de Izquierda Socialista entendemos que es imprescindible organizarnos desde los centros de estudiantes, impulsando la máxima democracia estudiantil, expresada en que la mejor forma de definir las medidas y nuestras reivindicaciones son las asambleas, apelando siempre al máximo a la participación de la base estudiantil. A su vez, tenemos que trabajar
por la más amplia unidad para ganar respetando lo que a mano alzada defina el movimiento estudiantil.
Esos son nuestros ejes para impulsar la movilización, allí donde conducimos centros de estudiantes, y donde estamos en la oposición a conducciones burocráticas disputando la dirección de los procesos de lucha. Lo cual nos pone en las antípodas de expresiones como la Franja Morada o el peronismo (PJ y el kirchnerismo), pero que también nos ha ubicado de forma crítica ante conducciones como la de la Federación Universitaria de Buenos Aires, encabezada por el Partido Obrero y Patria Grande, que lleva años de un burocratismo que define todo entre cuatro paredes, y que ahora ha pegado un salto incorporando a la conducción de la federación a todo el kirchnerismo y peronismo de la Ciudad de Buenos Aires que en la UBA está aliado a las autoridades que aplican el ajuste.
Tanto para disputar las conducciones de los centros de estudiantes conducidas por las agrupaciones de los partidos patronales, como para avanzar en nuestros reclamos, no existe mejor camino que la lucha y organización, con un programa claro, y el método de la unidad y la democracia estudiantil.
Por eso reivindicamos experiencias recientes como la del Frente Independiente y de Lucha de la Facultad de Psicología de La Plata (compuesto por Estudiantes Autoconvocades + PO, PTS e Izquierda Socialista), que en base a asambleas masivas primero le impuso un pliego de reivindicaciones a su decano, y luego echó a la burocracia kirchnerista y conquistó la conducción de su centro de estudiantes. ¡Ese es el camino!
Escribe Alan Corbalán, Presidente del C.E. de la E.E.S N° 20 de La Matanza, Buenos Aires
Desde la agrupación Papel Secundario entendemos que la educación pública decae cada vez más, por culpa de los gobiernos que no ponen plata con la excusa de que no hay. A ellos les decimos, ¡si hay plata! pero es usada para pagar la fraudulenta deuda externa, la cual estaremos pagando durante más de 100 años. Entonces, ¿vamos a tener que esperar más de 100 años para tener una educación pública, gratuita y de calidad?
Proponemos dejar de pagar inmediatamente la deuda externa e invertir toda esa plata en trabajo, salud y ducación. Queremos lejos a la iglesia y los curas abusadores de la educación, por lo que planteamos la separación de iglesia y el estado, y que la plata que se destina a la iglesia vaya para mejorar los edificios y los comedores de las escuelas. Hoy, por ejemplo en La Matanza, sobreviven con un presupuesto de $24 por alumno que no alcanza para nada. Incluso en el distrito con más recursos económicos del país, Ciudad de Buenos Aires, Larreta les manda viandas podridas a los colegios.
No a la educación diferenciada para pobres y para ricos, fuera esas empresas que se disfrazan de escuela y encima reciben subsidios del Estado, estamos en contra del fomento estatal a la educación privada.
Lxs estudiantes tenemos derecho a decidir sobre nuestra educación, por lo que planteamos que en las escuelas haya un cogobierno junto a lxs docentes y directivos. Las reformas educativas deben ser tratadas junto a lxs docentes, familias y alumnxs. Tenemos que ser nosotros quienes las decidimos, no un ministro. Abajo la aplicación de la NES (Nueva Escuela Secundaria) que, amparada por la Ley Nacional de Educación del kirchnerismo, degrada la educación media. No a los modelos de “Secundaria del Futuro” que anulan contenidos y mete trabajo gratuito o precarizado bajo el disfraz de “pasantías”.
Luchamos también por erradicar la violencia de genero en los colegios, por protocolos y la implementación de la ESI. Queremos frenar todos los “protocolos anti-tomas” que buscan criminalizar la lucha que damos por defender nuestro derecho a estudiar.
Defendamos una educación pública, gratuita, laica, científica y de calidad.
Escribe Nahuel Bertossi, Estudiante Técnica 1, Múñiz
Los estudiantes secundarios fuimos parte protagonista de grandes luchas durante la historia. En los 70 ganamos el boleto estudiantil; en los 90 peleamos contra las reformas neoliberales de Menem; en 2010 los estudiantes cordobeses fueron ferozmente reprimidos cuando se enfrentaban a las ley de educación provincial la cual permite la jerarquización de la escuela privada a base del financiamiento del estado; en el 2017 nos enfrentamos con fuerza a la reforma del Pro la “Secundaria del Futuro”, así como el año pasado junto a los docentes, los secundarios de Provincia de Buenos Aires, luchamos por el derecho a estudiar en condiciones dignas, durante la crisis edilicia que desató la muerte de Sandra y Rubén
en Moreno. Dimos esas peleas contra gobiernos de todo tipo que atacaron la educación pública.
El kirchnerismo durante 12 años gobernó posando ser algo distinto, y desarmó parte de las reformas que su partido, el peronismo, había impuesto en los 90’. Pero acto seguido impulsó nuevas leyes que sostenían los mismos pilares de la fragmentación del sistema educativo y el desfinanciamiento, y que llevaban a la degradación de la educación media, como la fuertemente resistida NES. Las reformas de Menem municipalizaron el financiamiento de la educación pública, generando que las provincias con menos recursos tengan un menor sostén económico para los edificios y la alimentación de los alumnos. El kirchnerismo dejó eso intacto.
En la actualidad el gobierno de Mauricio Macri ajusta junto al FMI brutalmente la educación pública, en todo el país pero vale la pena aclarar que si Cambiemos y el FMI pueden aplicar este ajuste es gracias a la complicidad de todo el aparato del partido justicialista, el kirchnerismo y todo los partidos patronales, que en diputados y senadores le votaron el presupuesto de miseria que propuso para este 2019, y es el mismo PJ que en los gremios todas las luchas de los trabajadores y estudiantes con la excusa de esperar a las elecciones, y sus gobernadores como Schiaretti en Córdoba, Alicia Kirchner en Santa Cruz o Urtubey en Salta, son los mejores alumnos de Macri y el FMI.
Desde Izquierda Socialista y nuestra agrupación de estudiantes secundarixs Papel Secundario, fuimos y somos parte de todas estas peleas. Revindicamos la lucha de nuestros compañeros en los 70’, fuimos parte de la lucha en Córdoba interviniendo en las calles y con nuestra compañera Liliana Olivero en la Legislatura Cordobesa, en 2017 estuvimos en las tomas de los colegios de CABA, en las asambleas y en las marchas repudiando la reforma de Larreta, el año pasado
fuimos parte junto a lxs docentes y padres de las asambleas que definieron la suspensión de las clases, hasta que el gobierno arregle las escuelas. Hoy te invitamos a que te sumes a seguir escribiendo la historia del movimiento estudiantil secundario.
¿Qué modelo de Centros de Estudiantes impulsamos?
Los Centros de Estudiantes (CE) son una herramienta que tenemos los estudiantes para luchar y hacer valer todos nuestros derechos.
Los CE tienen que estar a disposición de la organización estudiantil, tienen que ser democráticos para que todas las voces sean escuchadas e independientes de la dirección de la escuela, y del gobierno de turno, ya que es de lxs estudiantes y nadie que no sea estudiante debe intervenir en él.
El funcionamiento del CE es clave para la organización estudiantil: las decisiones importantes no deben ser tomadas a puertas cerradas por la comisión directiva ni limitarse a las reuniones de delegadxs. Sino que para que cada estudiante pueda intervenir, es necesario que periódicamente se realicen asambleas para poder darle fuerza a las decisiones tomadas o a la vez para tomar decisiones que necesiten la intervención del conjunto, como la toma de edificios o sentadas. Es de máxima importancia para que estas actividades tengan éxito que participen todxs a la hora de definirlas, ya que hay que comprometerse con ellas.
Apostamos a este modelo de CE luchando y postulando listas combativas, para echar a patadas a la burocracia. Así como también, tenemos que organizarnos para hacer centros de estudiantes donde no los haya. La organización estudiantil junto a lxs docentes es la que nos va a dar la fuerza para defender nuestra educación. Es la unión junto al conjunto de toda la clase obrera la que generó el Córdobazo hace 50 años y es la que nos va a dar la fuerza para sacar al país de la crisis actual.
Escriben Jonathan Castronuovo, Sec. del Centro del ISDF 45 de Morón y Francisco Ayala, estudiante del ISDF 11 de Lanús
Al hablar de luchas históricas del movimiento estudiantil es imposible no hablar del Boleto Educativo. Conocidos son los hechos como los de la “noche de los lápices” como ejemplo tal vez más emblemático. Hoy ante el brutal ajuste que aplican los gobiernos, y las sumas astronómicas que se pagan en intereses de una deuda totalmente ilegítima, los estudiantes salimos nuevamente a luchar por el Boleto Educativo Gratuito para que nadie deje de estudiar por no poder pagar el bondi. Salimos a luchar por el Boleto Educativo Gratuito para defender la educación gratuita.
El boleto gratuito en Provincia de Buenos Aires
En los últimos años el movimiento estudiantil marcó un nuevo capítulo de la lucha. Luego de grandes movilizaciones, y a partir de un proyecto de ley del Frente de Izquierda, en el año 2015 se logró aprobar la ley en la legislatura de la provincia del Boleto Gratuito para todos los niveles. Si bien la ley propuesta por el FIT incluía a trabajadores docentes y no docentes, los bloques del Peronismo (tanto K como no K), Radicales y del Pro lo recortaron solo a estudiantes. Aún así no es para menospreciar el enorme triunfo de la movilización que significó lograr imponer dicha ley cajoneada una y otra vez por los partidos patronales. El gobernador de ese momento, Scioli, no quiso aplicarlo, y su sucesora Vidal tampoco.
El año 2016 nos encontró nuevamente a estudiantes de toda la provincia movilizando masivamente exigiendo la aplicación. Gracias a eso el gobierno de Vidal tuvo que otorgarlo, pero lo hizo solo hasta nivel secundario, por lo que la lucha siguió y lo conseguimos para más de la mitad de las universidades que hay en la provincia también.
Sin embargo, si bien ya pasaron cuatro años, todavía para Terciarios y ocho de las universidades que hay en Provincia aún no está aplicado. En algunos municipios se logró avanzar en acuerdos con empresas locales. En otro se aprobaron en
los Concejos Deliberantes, pero los intendentes se niegan a reglamentarlo.
Tanto Cambiemos como el Peronismo en todas su variantes, tratan de evitar a toda costa el Boleto Educativo Gratuito para Terciarios. No podemos desligar esta decisión política del resto de las políticas contra los Terciarios. Esto va de la mano del cierre de carreras, turnos y el abandono general que sufre este nivel. El mismo gobierno que implementa tarifazos brutales, es el que niega el Boleto Gratuito.
Por eso desde Terciarios de toda la provincia nos estamos organizando, junto a las Universidades que aún no conquistaron este derecho, para de una vez por toda torcerle el brazo a la política de los gobiernos contra la educación superior. Tenemos que seguir el ejemplo de Morón, donde conquistamos el boleto educativo comunal con la lucha en la calle y extender ese ejemplo a toda la provincia.
El Boleto Educativo Nacional
A finales de febrero Daniel Filmus anunció con bombos y platillos la presentación de un proyecto de ley del Boleto Educativo a nivel nacional. El anuncio fue hecho junto a las burocracias sindicales de CTERA, SUTEBA, UTE, FEDUM y CONADU, los grandes traidores que vienen entregando todas las luchas educativas desde hace años.
Como era de esperarse el proyecto propuesto era otro engaño del kirchnerismo. El ex ministro y partícipe de las reformas educativas de los 90s (como la nefasta “Ley Eederal de Educación”) no plantea el Boleto Gratuito, simplemente propone un descuento del 70% en viajes suburbanos y del 30% para interurbanos para estudiantes. Para docentes un descuento del 50% y 30% respectivamente. Lejos está de ser una solución de fondo para la grave situación de los estudiantes de todo el país, y en lugares como la provincia de Buenos Aires habilita retroceder en el boleto gratuito por uno con descuento. En contra posición a eso desde el Frente de Izquierda se impulsó un proyecto de Boleto Educativo Gratuito, que incluye a todos los niveles educativos y trabajadores de la educación tanto docentes como no docentes. Sabemos que nada podemos confiar en la cueva de bandidos que es el congreso, por eso desde la Juventud de Izquierda Socialista nos organizamos con la más amplia unidad para ganar este derecho en las calles, único lugar donde los derechos se conquistan.