Con inmensa alegría recibimos la noticia de que Maia está viva. Una vecina de Luján la encontró y llamó al 911. La movilización de su familia, vecinas y vecinos con los cortes de la autopista Dellepiane fue la clave para encontrarla. No fue el show de Berni, ni Santili, ni la bonaerense, ni la policía de la ciudad que ni siquiera le tomó la denuncia cuando Estela, mamá de Maia, desesperada fue a la comisaría a decir, quién y cuándo se habían llevado a su hija.
Recién cuando se organizaron los cortes le tomaron la denuncia a la mamá y fue allí entonces cuando comenzaron a circular los videos del recorrido del captor en bicicleta con la niña que vimos durante todos estos días por televisión. No fueron 70 horas de “intensa búsqueda” como sostienen los medios, fueron las vecinas y vecinos que desde el lunes se movilizaron marcando la complicidad de la policía. Así fue que se logró que el caso se visibilice y comiencen a buscarla.
Con Isadora estuvimos presentes en el corte de Dellepiane junto a la familia, vecinas y vecinos exigiendo la aparición de Maia y denunciando la complicidad policial. A su vez, responsabilizamos a los gobiernos de la situación de Maia, su mamá y de todas las niñas, niños que al igual que ellas viven en la calle. Son miles que a lo largo y ancho del país se encuentran en condiciones de extrema marginalidad y pobreza con frío, hambre y expuestas a todo tipo de maltratos, extorciones y vulneración de derechos sin ningún tipo de ayuda estatal.
Desde Isadora e Izquierda Socialista en el FIT-U decimos que fue gracias a la movilización que encontramos a Maia. Denunciamos a los gobiernos que son los responsables de que Maia, su mamá y miles de familias sigan viviendo en la calle. Repudiamos el show montado por Berni y Santili que mientras juegan a la “búsqueda del tesoro” dejan intactas las redes de trata que operan con total impunidad en nuestro país. Seguiremos peleando y organizándonos para que no haya más familias en la calle y por el desmantelamiento de las redes de trata con todos sus cómplices presos.
Isadora - Mujeres en lucha
Izquierda Socialista + Independientes
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial (m.c.) Izquierda Socialista/FIT Unidad
La jornada internacional por el día de las mujeres trabajadoras se sintió fuerte en las calles y en las redes sociales de varias ciudades del mundo. Incluso en aquellas donde días previos los gobiernos habían declarado que no se podían hacer movilizaciones por la pandemia, como ocurrió en Madrid o Venezuela. Pero a pesar de las restricciones, las mujeres y disidencias se organizaron igual desafiando estos mandatos y poniendo como eje central la lucha contra las violencias de este sistema capitalista y patriarcal.
En Chile, medio millón de mujeres y disidencias se convocaron en la plaza Dignidad (ex plaza Italia) contra la violencia machista, por el derecho al aborto y para que se vaya Piñera. Los carabineros reprimieron la movilización y se llevaron varias detenidas. En la ciudad de México también la movilización terminó con la represión policial en la plaza del Zócalo, que se colmó reclamando justicia frente a los femicidios, contra el acoso sexual y contra la candidatura de Félix Salgado Macedonio, aspirante a gobernador del estado de Guerrero por el partido del presidente AMLO, que tiene cinco acusaciones de violación.
En la Argentina las movilizaciones fueron multitudinarias. A pesar de la pandemia, las plazas de todo el país se colmaron contra los femicidios, transtravesticidios y por los derechos de las trabajadoras contra la discriminación laboral y por el reconocimiento con remuneración de las tareas de cuidado. Decenas de miles en Buenos Aires coparon la zona del Congreso (ver recuadro). En la ciudad de Córdoba se movilizaron unas 15.000 personas y 12.000 en Neuquén. No es casual que hayan sido movilizaciones tan numerosas, la bronca contra los crímenes de odio crece día a día y el reclamo por mayor presupuesto para que se cumpla el #NiUnaMenos está más vigente que nunca.
El “consejo federal” de Alberto Fernández no es una respuesta a nuestros reclamos
El presidente eligió el 8M para firmar un “acuerdo federal para una Argentina unida contra la violencia de género” al que suscribieron los gobernadores. A este show montado en el Museo del Bicentenario, el presidente y su ministra Gómez Alcorta lo denominaron “respuesta” a los reclamos de las mujeres. Una verdadera tomadura de pelo.
El “Consejo Federal para la Prevención y el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios” invita a los miembros firmantes a adherir al Sistema Único de Registro de Denuncias por Violencia de Género (URGE) y al Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género (Sigvg), a la vez que invita a capacitar a las fuerzas policiales (otra vez). Es decir, más organismos burocráticos y más cursos a los policías que son los responsables del 20% de los femicidios del país. Pero no dice nada de los policías que tienen denuncias por violencia de género y que siguen portando sus armas reglamentarias, que en el caso de la bonaerense de Berni-Kicillof son seis mil efectivos.
Por eso, desde Isadora e Izquierda Socialista sostenemos que nuevos ministerios o pactos federales no son la respuesta que necesitamos frente a los femicidios y crímenes de odio que se cuentan de a uno por día en nuestro país. Por eso nos movilizamos el pasado 8M, por políticas efectivas para erradicar la violencia de género con presupuesto acorde para combatirla sobre la base del no pago de la deuda externa.
Escribe Malena Lenta
Desde 2015, con la irrupción de una nueva oleada de luchas del movimiento feminista, la pelea por terminar con la violencia machista y la conquista del derecho al aborto legal, seguro y gratuito fueron los principales reclamos que encolumnaron la lucha de miles de mujeres y disidencias. Las multitudinarias asambleas que en los últimos años habían sido una marca distintiva permitieron elaborar documentos en donde todos estos reclamos buscaban una salida mediante la exigencia y la denuncia al gobierno de turno, ya sea el kirchnerismo como el macrismo. Se reclamaba presupuesto para las políticas de género sobre la base del no pago de la deuda externa y se llamaba a convocar un movimiento feminista antipatriarcal, anticapitalista, antiimperialista e internacionalista.
Este 2021, organizaciones afines al gobierno nacional como el colectivo de periodistas denominado Ni Una Menos, Mala Junta-Patria Grande, Movimiento Evita, PCR, el grupo de mujeres sindicalistas de las CTA y la CGT, entre otras, que durante el macrismo fueron impulsoras de la unidad y firmantes de todos los documentos conjuntos de los #8M, no solo convocaron a reuniones secretas para no abrir el debate político de cara a los problemas y reclamos actuales de las mujeres y disidencias, sino que pretendieron imponer una convocatoria en donde las denuncias sobre las condiciones de vida de las mujeres y las disidencias trabajadoras duramente afectadas por la pandemia caigan en saco roto. En su pliego de reivindicaciones no aparece una sola denuncia al gobierno nacional o a los gobiernos provinciales que imponen el ajuste mediante la inflación, con paritarias a la baja y sin garantizar un ingreso básico para sobrevivir ante la desocupación y la precarización de la vida. Mucho menos se dice sobre el problema de los femicidios, que se acrecientan de la mano de las fuerzas represivas del Estado que son responsables de uno de cada cinco femicidios. Tampoco dicen nada sobre los problemas en la implementación del aborto legal y de la necesidad de separar a la Iglesia del Estado para que no sigan frenando nuestro derecho a decidir. Solo se dedican a exigir el cumplimiento de la ley Micaela para capacitar al Poder Judicial como eje de la mentada reforma judicial feminista y nada dicen de las luchas en curso.
No solo la Justicia, el Estado burgués también es patriarcal. Y cada gobierno de turno, por más discurso sobre el fin del patriarcado que pueda realizar, reproduce con sus actos la violencia capitalista y patriarcal. Por eso no hay presupuesto para las políticas de género, pero sí para pagar la deuda externa. Por eso nos siguen superexplotando, mientras subsidian a las multinacionales durante las crisis económicas. Por eso se subvenciona a la Iglesia mientras nos obstruyen el derecho al aborto conquistado en las calles.
Tenemos dos estrategias. Mientras ellas confían en este gobierno de doble discurso y bajan las banderas, nosotras, desde Isadora-Mujeres en Lucha, seguimos en las calles y luchando por un movimiento feminista, de mujeres y disidencias, independiente de los gobiernos de turno. Tenemos que impulsar la máxima unidad de las luchadoras de la Argentina y el mundo y seguir en la pelea hasta que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.
Isadora es una agrupación de mujeres integrada por activistas feministas independientes y otras que también formamos parte de Izquierda Socialista, partido integrante del Frente de Izquierda Unidad. Juntas luchamos contra los gobiernos porque son los encargados de aplicar el ajuste contra la clase trabajadora, que nos afecta más a las mujeres por ser las más precarizadas y discriminadas en el ámbito laboral. Como parte de la campaña nacional por el derecho al aborto, impulsamos la movilización callejera para conquistar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que fue gracias a la #MareaVerde, y ahora peleamos por su implementación frente a las trabas de los sectores conservadores y religiosos. Impulsamos la separación de la Iglesia del Estado y exigimos una ley de educación sexual laica, científica y con perspectiva de género, obligatoria en todas las escuelas del país.
Junto a la pelea por estas demandas específicas impulsamos una pelea más estratégica contra este sistema capitalista y patriarcal que nos somete a todo tipo de violencias, en el trabajo, en las calles y hasta en los propios hogares. Con nuestro feminismo socialista buscamos no solo terminar con el patriarcado sino también con el capitalismo y, derrocados ambos sistemas, queremos construir una sociedad nueva, distinta de la actual, que sea socialista, en la que no haya lugar para la opresión ni la explotación. Te invitamos a conocer más sobre el feminismo socialista y que te sumes a las actividades de Isadora.
Las ferroviarias de la agrupación Mujer Bonita es la que Lucha impulsaron un bocinazo y una suelta de globos en la estación Once en repudio a la violencia machista y los femicidios en la jornada internacional por el día de las mujeres trabajadoras.