Escribe Guido Poletti

Juan Grabois se terminó presentando como precandidato a presidente en la interna de Unión por la Patria. Formalmente, “enfrentaría” a la lista Massa-Rossi. Se trata de una confrontación artificial, con el único objetivo, reconocido explícitamente por numerosos dirigentes del peronismo, de evitar “fugas de votos por izquierda”, léase hacia Myriam Bregman y el Frente de Izquierda Unidad. Este es el único motivo por el que el resto del peronismo deja correr la boleta corta de Grabois.

La semana pasada, una vez que se conoció la luego fallida nominación de la fórmula Wado de Pedro-Manzur, Grabois se apresuró a bajar su propia candidatura. Llegó a decir explícitamente que estaba dispuesto a aceptar la precandidatura a vice de Manzur (cuestionado por anti-derechos por todo el movimiento de mujeres e incluso por sectores de su propio espacio), afirmando que “como la Argentina es presidencialista, el nombre del vicepresidente no tiene importancia”.

Cuando el viernes, finalmente, se conoció la fórmula Massa-Rossi, Grabois salió a plantear que volvía a levantar su candidatura presidencial. Lo hace dentro de Unión por la Patria, por lo que está diciendo implícitamente que su candidatura testimonial terminará abonando a la suma total del peronismo.

Tan trucha es la “competencia” que plantea Grabois con su boleta corta que incluso no tuvo ningún reparo para insertar a sus propios precandidatos a diputados en las listas unitarias de Massa-Rossi. Así, Natalia Zaracho va de precandidata en Provincia de Buenos Aires e Itaí Hagman en CABA. Incluso Grabois terminó bajando, en beneficio de Leandro Santoro, su propia lista a jefe de gobierno y legisladores en CABA, con la consecuencia de que incluso su figura más reconocida a nivel juvenil, Ofelia Fernández, se quedó afuera de todo y no renovará su banca.

En síntesis, la postulación de Grabois a la presidencia no deja de ser una pantomima, sin futuro ni destino, con el único y explícito objetivo de evitar la sangría de miles de ex votantes del Frente de Todos desencantados y que se niegan a votar a Sergio Massa.

La salida para la clase trabajadora, la juventud, las mujeres y disidencias está en aquello que justamente trata de evitar Grabois con su maniobra: apoyar y votar al Frente de Izquierda Unidad, a la lista del PTS e Izquierda Socialista, a Myriam Bregman como candidata a presidenta. Esa sí que es una oposición verdadera a Massa, a los candidatos de Juntos por el Cambio y al liberfacho de Milei.   

Escribe Adolfo Santos

Juntos por el Cambio cerró sus listas de cara a las PASO. No fue fácil. Su disputa interna los llevó a un enfrentamiento que les dificulta aprovechar el espacio que ofrece la debilidad del peronismo en el gobierno. En esa pelea, unos se presentan como el ala dura y otros como los negociadores. La verdad es que son todos lobos, aunque algunos se pongan la piel de cordero.

En todo este tiempo, la feroz disputa por ganar espacio dentro de Juntos por el Cambio ha sido virulenta. Seducidos por la idea de que la crisis del oficialismo los puede devolver al gobierno después de la desastrosa gestión macrista, dirigentes de PRO y del radicalismo protagonizaron embates que los colocaron al borde de la ruptura. Finalmente quedaron en carrera las dos principales figuras del PRO: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta serán los precandidatos a presidente, secundados por vicepresidentes del radicalismo.

¿Qué expresa esta crisis de la oposición patronal cuando todos los datos muestran al gobierno con pocas chances de ganar la elección? ¿Bullrich y Larreta tienen objetivos diferentes? Claramente no. Ambos son agentes de los intereses patronales, del sistema financiero, del agronegocio y del imperialismo, y en consecuencia van a gobernar contra los trabajadores. En eso no se diferencian. La disputa es, por un lado, para definir quién se quedará con la llave del cofre y el poder de decisión ante un posible triunfo. Y, por otro, de qué forma aplicarán los ajustes y las reformas que propone la gran patronal, el FMI y los mercados.

Palomas y halcones, son todos ajustadores

Son dos formas de ofrecer sus servicios para un mismo objetivo, profundizar el ajuste de una manera mayor aún de la que actualmente lleva adelante el peronismo, y hacerlo más rápido de lo que lo hicieron los propios macristas entre 2015 y 2019. Patricia Bullrich, acompañada de Luis Petri, radical mendocino admirador de Bukele y promotor de políticas públicas xenófobas, declaró: “… le vamos a poner una secuencia y una velocidad a las reformas estructurales que llamamos terapia de shock” (Clarín 2/4/23). No esconden nada, incluso que para ese brutal ataque necesitan un acercamiento con los liberfachos de Milei.

Larreta no tiene objetivos diferentes. En su presentación ante el empresariado en el hotel Llao Llao en Bariloche prometió que sus reformas serían más rápidas de lo que lo había hecho Macri, “no serán cien días, sino cien horas” bravuconeó. Y presentó como su compañero de fórmula al represor y antidemocrático gobernador de Jujuy Gerardo Morales, destacando en ese acto que no le había temblado la mano en el conflicto provincial. Es el “mano dura” contra los maestros y pueblos originarios que luchan por el salario y por sus derechos, y el que con la complicidad del peronismo aprobó una reforma constitucional express, rechazada en las calles.

Son dos caras de una misma moneda. Bullrich es el policía malo que promete garrote desde el primer día y Rodríguez Larreta, el “negociador que quiere ampliar el espacio político de gobierno”. Son dos caras de una oposición patronal conservadora que viene para profundizar el ajuste y la pobreza. Van a seguir bajando salarios y jubilaciones, recortando los planes sociales, reduciendo los presupuestos de salud, educación, vivienda y demás gastos sociales y avanzando en las reformas estructurales. Quieren la flexibilización laboral, la reforma jubilatoria y la reforma fiscal para reducir los impuestos de los grandes capitalistas.

Con estas listas no hay salida

Sus listas se completan con dirigentes políticos conservadores, antiderechos y que prometen mano dura contra los que luchan. Bullrich cerró con Néstor Grindetti, un macrista pura sangre, como candidato a gobernador de Buenos Aires y Cristian Ritondo, un ex peronista que fue ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal, como primer candidato a diputado nacional.

Larreta llevará a Diego Santilli y Gustavo Posse como candidatos a gobernador y vice. Al mejor estilo Gildo Infrán, los Posse hace décadas que gobiernan San Isidro. Como diputado nacional irá Miguel Angel Pichetto, un reaccionario que ya gobernó con el peronismo y fue vice de Macri en la última elección. Como senadores por la provincia de Buenos Aires, Larreta propone al liberfacho José Luis Espert, el que promete tiro y cárcel a los que luchan, y a Silvia Hotton, del ultraconservador partido Valores para mi país y opositora a la legalización del aborto y al matrimonio igualitario.

En Santa Fe, la disputa será entre la periodista y senadora Carolina Losada, “bullrichista” de la primera hora, quien en medio de los ataques narcos en Rosario se presentó en esa ciudad con chaleco antibalas, causando indignación por parte de una población indefensa. Del lado de Larreta irá Maximiliano Pullaro, quien fue ministro de Seguridad de esa provincia y es acusado por Losada de tener relaciones con el narcotráfico.

No hay salida con estas listas y estos candidatos, como tampoco la hay con el peronismo y el ajustador Sergio Massa. La única alternativa diferente, obrera y popular, para sacar al pueblo trabajador de la miseria es la lista del Frente de Izquierda Unidad que encabeza Myriam Bregman para presidenta.

Escribe Mercedes De Mendieta, precandidata a diputada nacional por Izquierda Socialista /FIT Unidad

Luego de semanas cruzadas por denuncias dentro de su propio espacio, renuncias, candidatos que no fueron, caída en las encuestas y elecciones provinciales marginales, los liberfachos de Milei presentaron a sus candidatos a las elecciones nacionales. Un rejunte de lo más rancio, con ultraderechistas, defensores de genocidas y políticos reaccionarios.  

Finalmente se dio a conocer el listado de quienes acompañarán al liberfacho de Javier Milei en estas elecciones. Luego de meses de ser inflado por los medios de comunicación y los grandes empresarios con el fin de correr la agenda hacia la derecha, en las últimas semanas los resultados marginales en todas las provincias donde se presentó, sumado a una serie de escándalos en el recorrido del armado de las listas a lo largo del país, vienen desinflando a este personaje neofacista que buscaba acaparar la bronca hacia las principales alianzas de Unión por la Patria y Juntos por el Cambio.

Con la salida de Sebastián Pareja y Carlos Kikuchi, el ex jefe de prensa de Domingo Cavallo, el núcleo duro de decisiones de Milei queda ahora reducido a su familia: su hermana Karina y su madre. Los últimos escándalos, incluyendo las declaraciones de Carlos Eguía, su precandidato a gobernador de Neuquén, quien dijo “estar desilusionado por haber creído que Milei quería combatir la casta, pero que ahora pedía cargos en la legislatura”, demuestran que son un armado que funciona como una franquicia privada, otorgando candidaturas a quien ofrece más plata.

Un rejunte de lo más rancio

Como venimos denunciando, la compañera de fórmula de Milei es nada más y nada menos que la negacionista Victoria Villarroel, presidenta del Centro de Estudios sobre el Terrorismo y sus víctimas (Celtyv), que se dedica a proveer abogados defensores a los genocidas sometidos a juicios de lesa humanidad, quién además dijo que eliminaría el aborto legal por decreto si llega al poder.
En la Ciudad de Buenos Aires el candidato a jefe de gobierno es el especulador financiero Ramiro Marra, que en 2019 peleó una banca dentro de la “casta” junto a Lavagna. En el marco de los escándalos por la privatización de la Costanera, se le escapó en una entrevista que era inversionista de IRSA, la principal constructora amiga de PRO y beneficiada con todo tipo de negociados. Su campaña se centra en un discurso de mano dura y contra la protesta social, diciendo que su “convicción” es “terminar con los piqueteros, los chorros y todos los que se creen que pueden pasar por encima de los ciudadanos”. Entre sus últimas nefastas declaraciones revindicó el consumo de pornografía en reemplazo de la ESI.

A senador por provincia de Buenos Aires va el presidente del Banco de Valores, personaje vinculado a lo más especulativo y parasitario de la Bolsa, Juan Nápoli. Sus principales candidaturas a diputados nacionales por CABA y provincia de Buenos están ocupadas por economistas del establishment, tales los casos de Diana Mondino o Alberto Benegas Lynch. Otra “perlita” es que también integra la lista Pablo Ansaloni, dirigente del Partido FE, del fallecido burócrata sindical de Uatre “Momo” Venegas. Este partido estuvo con Juntos por el Cambio, luego se pasó al Frente de Todos y ahora “estacionó” con Milei. En lo que respecta al propio Ansaloni, su particularidad es que ya había tenido denuncias por planteos pronazis del tipo “son como los judíos, que no tienen patria”, para referirse a sus opositores políticos.  

En las precandidaturas a cargos ejecutivos Milei tampoco tuvo fácil su recolección de fachos. No logró incorporar a Guillermo Britos, el ex policía e intendente de Chivilcoy, como candidato a gobernador de Buenos Aires, y quien será finalmente su candidata es Carolina Píparo, quien fue funcionaria de María Eugenia Vidal, luego diputada por el espacio de Espert y que ahora se pasó al espacio de Milei. Su dupla es Francisco Oneto, ambos apologistas de la mano dura y la baja de la edad de imputabilidad. En La Matanza irá como candidato a intendente el Dipy Martínez, quien es conocido por sus discursos de derecha en los medios de comunicación.

Se va desenmascarando su plan del terror

Son cada vez más los sectores que empiezan a percibir que detrás de los espejos de colores que vende el economista, hablando de dolarización, se esconde una propuesta de brutal ataque a las condiciones de vida. Así lo expresa su reivindicación del gobierno de Menem y Cavallo, que hundieron el país en la dependencia, el saqueo y la miseria que llevó al 2001. Un estudio de la consultora Zuban Córdoba mostró que las principales medidas que propone, como la dolarización, los tarifazos, el arancelamiento de la salud y la educación pública, la baja en las jubilaciones y pensiones, la eliminación del Ministerio de Mujeres y la eliminación de la ESI junto con la reforma laboral precarizadora, tienen un rechazo que oscila entre el 65 y el 90%.

Las perspectivas de que se vaya a una “elección de tercios” (entre Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y Milei) comienzan a desdibujarse con la caída en las encuestas y los resultados electorales provinciales de los liberfachos, dónde “la libertad no avanza”. Luego del fracaso en Tucumán, La Rioja, Salta y otras provinciales, este domingo los fachos obtuvieron el 2,5% de los votos en uno de los distritos más importantes (Córdoba), mostrando los límites de un armado electoral que funciona como una franquicia y con un rejunte que representa lo peor de la vieja política patronal, unidos por su programa de lanzar un super ajuste sobre el pueblo trabajador sostenido en base a la represión más feroz.

Milei no es lo nuevo, ni es lo contrario a lo que él denomina “la casta” de los políticos. Al contrario, rejuntó a lo peor de la derecha más reaccionaria y corrupta, lleno de arribistas y fachos, la mayoría impresentable. Lo auténticamente distinto a los candidatos patronales es el Frente de Izquierda Unidad, en lista que llevamos con Myriam Bregman a presidenta, con el “Pollo Sobrero” como gobernador de la provincia de Buenos Aires, Jorge Adaro como jefe de gobierno de CABA y miles de compañeras y compañeros que luchan todos los días en todo el país.

Escribe Atilio Salusso

Blades y la Delio por Jujuy

“Nos solidarizamos con los pueblos originarios de Jujuy que están sufriendo una brutal represión por manifestarse en contra del avasallamiento de sus derechos”, dijo el famoso cantante panameño Rubén Blades de paso por Argentina. Y el tercer Luna Park lleno por la Delio Valdez el domingo del día del padre estalló, cuando uno de los músicos anunció que estaba presente Norita Cortiñas y que le daba toda la solidaridad al pueblo jujeño.

Pichetto y los bolivianos

“En Jujuy hay actividad insurreccional con presencia de infiltrados bolivianos que responden a Evo Morales y piqueteros de izquierda de todo el país. Argentina hacia el abismo”, tuiteó el antes peronista menemista, luego kirchnerista y hoy candidato de Larreta, Miguel Angel Pichetto. Un derechista mentiroso.
 
La madre de Milei

Los problemas para el liberfacho se acrecientan. El tal Kikuchi, un personaje de Cavallo de los años ´90 que era apoderado de La Libertad Avanza, se peleó con Milei renunciando al cargo. Ante la falta de “lealtad” de sus seguidores, no le quedó otra al mentor del plan motosierra que mover el banco de suplentes para poner en reemplazo a su madre, Alicia Luján Lucich, quien no está afiliada a ningún partido. Así funciona la “casta” entre hijo, hermana y madre y lo más repugnante de quienes integran sus listas.

Pedido pro FMI

El gobierno envió una carta al presidente yanqui Joe Biden firmada por Lula (Brasil), López Obrador (México), Petro (Colombia), Boric (Chile), Arce (Bolivia) y Mario Abdo Benítez (Paraguay) solicitando que “apoye a la Argentina en las negociaciones con el FMI [...] para guiarnos al encuentro de una solución rápida y efectiva” ya que, según los firmantes, el gobierno peronista ha estado trabajando “de manera denodada” para hacer frente a la deuda contraída por Macri. A estos presidentes latinoamericanos la prensa los llama “de izquierda”, completamente falso.
 

Escribe José Castillo

El flamante precandidato presidencial y ministro de Economía Sergio Massa deberá combinar sus roles. No sabemos qué va a prometer en sus discursos de campaña, pero sí tenemos claro qué hará en su función ejecutiva. Su tarea principal consiste en renegociar con el FMI, para lo cual se la pasa mostrándole en las reuniones por Zoom a los funcionarios del Fondo el ajuste que ya se ha hecho. Los números no dejan mentir: entre enero y mayo el gasto (restando la inflación) se ajustó en un 7,5% real con respecto al año pasado. Las prestaciones sociales se achicaron un 9,5% y la masa abonada en concepto de jubilaciones y pensiones cayó un 5,4%. Los pagos de AUH se redujeron en términos reales un 14,2% y las asignaciones familiares que cobran los trabajadores en relación de dependencia un 39,7%. Los gastos de capital (obra pública) se redujeron por su parte en un 20,6%. Esta es la realidad concreta, con números del ajuste que ya se ha hecho, exigido por el FMI. Su contrapartida es el único rubro que creció este año en comparación con 2022: los pagos de deuda, que subieron un 17,8% en términos reales.

Como si todo esto fuera poco, está a la vista el terrorífico horizonte de pagos de deuda en lo inmediato.

Ya vencidos el 21 y 22 de junio, y por lo tanto a abonar antes de fin de mes, hay 2.700 millones de dólares con el FMI. En julio hay que pagar otra cifra similar. Al mismo tiempo, también en julio, vencen 1.000 millones de dólares con los bonistas privados, del canje realizado por Martín Guzmán en 2020 en medio de la pandemia. Y, finalmente, habrá otro vencimiento en los primeros días de agosto, con el FMI, por 700 millones de dólares.

Si sumamos todo, da 7.100 millones de dólares, que deben ser abonados antes de las PASO del 13 de agosto. Es lo que garantiza el precandidato a presidente. Este es el verdadero “currículum” de Sergio Massa, por eso su nominación despertó simpatía entre los grandes empresarios y multinacionales.