Cuando en todo el país nos preparamos para organizar la pelea por la paritaria docente nacional y para romper el techo salarial macrista, la Celeste que conduce Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM) firmó una paritaria provincial de 15,5% y sin cláusula gatillo con el gobernador kirchnerista Hugo Passalacqua, es decir un salario básico de 4.511 pesos.
Stella Maris Leverberg, ex diputada nacional del Frente para la Victoria y miembro de la Junta Ejecutiva de Ctera, fue la impulsora de firmar a la baja (Infobae 8/02/2018). Una nueva traición de la Celeste kirchnerista que llamamos a repudiar.
Escribe Jorge Adaro Secretario general de Ademys
El 6 de febrero, en nuestro sindicato Ademys, se realizó una reunión de coordinación nacional de sindicatos, dirigentes y agrupaciones combativas y opositoras a la burocracia de Ctera. Además de Ademys, estuvieron presentes representantes de SUTE Mendoza, Adosac Santa Cruz, Amsafe Rosario, los Suteba Multicolores (La Matanza, Tigre, Escobar, La Plata), Sutef Tierra del Fuego, la Federación Nacional Docente y todas las agrupaciones de oposición. No pudieron asistir pero se incluyeron en las resoluciones ATEN Capital y GDA de Formosa.
Nuestra agrupación Docentes en Marcha propuso comenzar a definir un plan de acción coordinado, consultado en las bases de cada seccional y realizar un nuevo plenario nacional. Además, impulsar desde ahora una campaña de apoyo y coordinación con los docentes de Santa Cruz, que ya iniciaron el año nuevamente con paros y movilizaciones ante el brutal ajuste de Alicia Kirchner.
Con medio centenar de dirigentes debatimos en primer lugar un pliego de reivindicaciones, retomando las aprobadas en 2017 y actualizando reclamos ante los ajustes de Macri y los gobernadores.
Allí definimos impulsar la lucha por una paritaria nacional docente sin ningún techo para la discusión salarial; blanqueo salarial con todas las cifras en negro al básico y un inicial nacional unificado equivalente a la canasta familiar; defensa de nuestro régimen jubilatorio y todos nuestros derechos laborales; no al ítem aula en Mendoza y al presentismo en Santa Cruz y Buenos Aires; renacionalización del sistema educativo; inmediato aumento del presupuesto a 10% del PBI sobre la base del no pago de la deuda externa; basta de persecución a los que luchan; inmediata reincorporación de Horacio Catena, secretario general del Sutef, y no al Plan Maestro y a la reforma educativa.
Como parte de los acuerdos alcanzados se definió que febrero debe marcar un salto en este proceso, con el paro nacional de CTA Autónoma dispuesto para el 15 de febrero con movilización a Plaza de Mayo y la marcha convocada por Camioneros y otros gremios para el 21 de este mes.
No alcanza con que la conducción de la Ctera denuncie al gobierno nacional y amenace con algún paro para el 5 de marzo. Debemos impulsar el debate en la base docente de todo el país para avanzar desde las escuelas en la construcción del plan de lucha nacional que necesitamos. No queremos que un puñado de dirigentes resuelvan por todos. Necesitamos plenarios de delegados, asambleas o congresos en cada sindicato docente para que maestros y profesores discutan y resuelvan el plan de lucha.
Para el debate proponemos enfrentar la ofensiva de los gobiernos nacional y provinciales con un plan de lucha que se inicie con 72 horas los días 5, 6 y 7 de marzo y empalme con el paro internacional de mujeres el 8 de marzo.
Llamamos a impulsar con fuerza el debate de estas propuestas en cada escuela. A participar en las movilizaciones del 15 y 21 de febrero, exigir a los sindicatos docentes el llamado a asambleas y a sumarse al plan de lucha nacional. Y a asistir el 27 de febrero a un nuevo plenario nacional de la oposición para definir las acciones a seguir.
El gobierno de Macri decidió ir por los trabajadores de Río Turbio. La intervención de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT) a cargo de Omar Zeidán decidió avanzar con 500 despidos. Como toda vez que despide, este gobierno de CEOs se justifica diciendo que jamás es culpable, siempre lo hace porque “sobran” trabajadores o hay “ñoquis”. Río Turbio no es la excepción.
Pero la realidad es otra. Marcos Peña anunció en el senado que el recorte presupuestario para este año será del 18,5%, mientras que las inversiones de capital dentro de YCRT no existirán. Esta política es la que explica los despidos para reducir los gastos en 1.000 millones de pesos. La medida afectará a toda la población: la cuenca carbonífera, conformada por las localidades de Río Turbio y 28 de Noviembre, vive desde hace décadas de la extracción de carbón.
Fracasadas las negociaciones con la intervención en Buenos Aires, el miércoles 7 de febrero los trabajadores de Río Turbio realizaron una asamblea que fue masiva y que contó con gran apoyo de la comunidad. Entre las resoluciones se votó: Mantener la ocupación pacífica de Mina 5. Participar de la marcha y el paro nacional convocado para el 15 de febrero por ATE y la CTA Autónoma, y de la movilización convocada para el día 21 de febrero.
Izquierda Socialista repudia los despidos y se solidariza con la lucha de los mineros de Rio Turbio.
C.F.
Este miércoles 14 se firmó en el Ministerio de Transporte el nuevo convenio laboral de la Unión Ferroviaria. El gobierno de Macri, con la colaboración de Sergio Sasia impone con él la flexibilidad laboral. Un ataque más a los trabajadores, que solo es posible por la complicidad de la burocracia sindical peronista que le da la espalda a los trabajadores. Este nuevo ataque va dirigido no solo a los ferroviarios, sino al conjunto del movimiento obrero, como es el caso de camioneros, que junto a otros sectores que se resisten a que se modifiquen a la baja sus convenios, realizarán una marcha el 21 de febrero.
No es como dice el gobierno la “modernización del convenio laboral”, es otra cosa: incrementar la productividad con la multiplicidad de tareas para los trabajadores ¡esto se llama flexibilización! Se pasará de los diez convenios colectivos vigentes a solamente dos, de 203 funciones a 103 y reduce de 12 a 8 las categorías. Por lo que un mismo trabajador deberá realizar distintas tareas. Históricamente las categorías en el ferrocarril se ordenaban alrededor de distintas funciones, a las que se accedía por experiencia, cursos y los consecuentes conocimientos. Ahora, con el nuevo convenio, por ejemplo, un ayudante podrá hacer el trabajo de un mecánico sin poseer los conocimientos de este, un boletero pasar a control de evasión y viceversa. La flexibilización trae consigo un grave problema: compromete la seguridad de los propios trabajadores y la de los usuarios. Otra modalidad que impone el nuevo convenio es que los empleados de una línea podrán pasar a trabajar, transitoriamente, a otra, complicando así su vida social. A todo este retroceso objetivo en las condiciones de trabajo, a la pérdida de históricas conquista, se suma la pretensión del gobierno de imponer salarios a la baja con el tan cacareado 15 por ciento sin cláusula gatillo. Con este nuevo convenio los trabajadores no obtendrán ninguna ganancia, todo lo contrario, serán objeto de más explotación.
Lo que hay que hacer es todo lo contrario a lo que se ha hecho: conquistar un convenio único para cargas y pasajeros que respete las diferentes funciones, discutido en la base, y que en asamblea se elija a los compañeros paritarios, como se ha hecho en el ferrocarril Sarmiento.
El pasado 9 de febrero comenzó el plan de lucha nacional de los bancarios en repudio a la miserable oferta de aumento salarial. Continuará con nuevos paros el 19 y 20 de febrero. La medida se hizo sentir: los bancos públicos y privados enviaron correos a sus clientes en donde recomiendan retirar dinero en supermercados y comercios adheridos, con la intención de amortiguar el impacto del paro.
“Hace cuarenta días que nos vienen chantajeando para imponer sólo el 9% de aumento, sin considerar la inflación pasada, la futura, que superará el 20%, e incluso la propia pauta del gobierno”, señaló La Bancaria en un comunicado.
En base a un Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central (REM), advirtieron que la suba de precios alcanzará durante el 2018 al menos el 19,8 por ciento. “La diferencia entre el 9% y las cuotas ofrecidas por las patronales y la hipótesis basada en el REM implica que un trabajador pierda en total 63.070 pesos. No somos tontos y la propuesta es por lo mismo inaceptable”, afirmó el sindicato.
Según un informe del Banco Central de la República Argentina, durante el 2017 los bancos ganaron casi 74.000 millones de pesos. Plata tienen, para ellos no existe la “crisis”. Lo que en realidad sucede es que la patronal negrera está en sintonía con el gobierno y le da una mano. Ofrece solo el 9 por ciento sin cláusula gatillo porque la bancaria es una paritaria “testigo”, y por lo tanto de interés para el plan de Macri de bajar el costo laboral.
Izquierda Socialista apoya el justo reclamo de los trabajadores bancarios y su lucha. El 21 de febrero nos encontraremos en la calle y marcharemos juntos. Será una gran oportunidad para que exijamos paro general y un plan de lucha unificado de todas las centrales obreras, única forma de derrotar el ajuste.