La brutal crisis económica en la cual se hunde Brasil con desempleo, inflación, recesión y un futuro peor a la vista, aceleró la ruptura de los trabajadores con el PT. Un amplio sector que vio con simpatía el Fuera Todos, también se expresó no votando a ningún candidato en estas elecciones. El gran triunfador fue la abstención y el voto nulo, que fueron mayoritarios.
Lamentablemente el PSDB, que representa a los sectores más concentrados de la burguesía, ganó la capital más importante del país, Sao Paulo, en la primera vuelta, y pasó de 686 a 793 alcaldías. La debilidad de la izquierda para diferenciarse del PT ayudó al PSDB a capitalizar el voto castigo contra el PT. El PSOL, que reúne a varias corrientes de izquierda, logró 53 concejales y disputa la segunda vuelta en dos capitales: Belém, con Edmilson Rodrigues y Rio de Janeiro con Marcelo Freixo. Le perjudicó que la mayoría de sus voceros y tendencias se dedicaron a defender al PT hasta último momento.
El PMDB, partido de Michel Temer, sufrió un desgaste que se refleja en el alto índice de rechazo del ilegítimo presidente. El PMDB consiguió subir de 1.015 alcaldías a 1.027 y va para la segunda vuelta en 6 capitales. Pero el hecho de haber perdido en Rio de Janeiro, donde disputarán la segunda vuelta el pastor de la Iglesia Universal Marcelo Crivella del PRB y el PSOL con Marcelo Freixo, es un elemento cualitativo. Rio es la segunda capital política del país, donde el PMDB domina hace 8 años con la colaboración del PT y del PCdoB que ocuparon importantes secretarias, e incluso luego de la destitución de Dilma siguen ocupando algunos cargos. El candidato del PMDB fue repudiado por ejercer violencia contra su ex esposa.
También sale muy mal REDE, el partido de Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente de Lula.
La paliza electoral que recibió el PT en estas elecciones es un hecho histórico: si en 2012 había elegido 630 alcaldes esta vez solo alcanzó 256, siendo que la única capital que ganó fue la del pequeño estado de Acre y va a la segunda vuelta en Recife. En 2004 el PT eligió alcaldes en 9 capitales. En 2008 eligió en 5 capitales; en 2016 reeligió alcalde en una capital donde el candidato escondió la estrella y el rojo tradicional del PT, donde ni Lula ni Dilma fueron a apoyarlo. El PT quedó fuera de los gobiernos de los tres estados fundamentales del país: Rio, Sao Paulo y Belo Horizonte.
El PT participó en alianzas con los partidos que votaron a favor del juicio político a Dilma en más de 1500 municipios. Desde hace más de 13 años viene gobernando en alianza con el corrupto PMDB y en favor del gran capital, del sistema financiero; abrió el país a los transgénicos y creció el agro-negocio; las grandes constructoras consiguieron centenas de obras, destruyendo el medio ambiente y matando y expulsando a comunidades; hizo toda clase de concesiones a las multinacionales y una fuerte represión con record de asesinatos de jóvenes pobres y negros en las periferias, además de indígenas y campesinos asesinados en conflictos en el campo. Esa es la explicación de su hundimiento.