Editorial
“Voy a decir lo que acá parece que solo la izquierda le toca decir”, afirmó nuestra diputada de Izquierda Socialista en el FIT Unidad, Mónica Schlotthauer, en el debate parlamentario sobre la ley alimentaria. Toda una definición. Porque si no hubiera sido por la izquierda ¿quién se enteraba que se había montado una sesión electoralista entre Macri y los diputados de Alberto Fernández y Lavagna intentando mostrar que se “unían” para combatir el hambre?
Schlotthauer, en otra parte de su firme intervención, sostuvo: “Acá hay un montón de gente que no come y un montón de gente que se la lleva en pala”. Con esto demostró lo que Macri y los diputados del peronismo del Frente de Todos ocultaban. Que cinco multinacionales se roban la comida de millones, la venden al exterior en dólares y luego los grandes empresarios suben los precios internos ocasionando que en el país de la leche y la carne sean artículos prohibitivos para millones de desposeídos.
Entre esas empresas está la multinacional privada yanqui Cargill, con sede en Minesotta (Estados Unidos), que hace fortuna con nuestros alimentos. Cargill es la principal exportadora de granos, harinas y aceites por 9 millones de toneladas (Agrofy News, 27/02/2019). ¿Qué hace Cargill en Argentina en vez de que sea el Estado quien controle la entrada y salida de nuestros alimentos a través de la nacionalización del comercio exterior como propuso Schlotthauer? Cargill se mantuvo con todos los gobiernos, quiere decir que tanto Macri como antes el peronismo kirchnerista permitieron que Argentina siga arrodillada a estas multinacionales depredadoras a las que solo la izquierda denuncia y combate.
La izquierda no solo repudió los 15 pesos miserables para “aumentar” las partidas para comedores y merenderos, sino que propuso medidas de emergencia y de fondo para combatir ese mal estructural que es la pobreza, igual que todos los otros males capitalistas que aquejan al pueblo trabajador. Solo tocando a los grandes intereses de las multinacionales, grandes empresarios, bancos y terratenientes, y liberando al país de la soga que nos ata al FMI, Argentina podrá superar la tremenda crisis que nos impuso Macri con la complicidad de los gobernadores.
Peleamos para que en la emergencia la plata vaya para comida, aumento de los planes sociales y una suba inmediata de salarios y jubilaciones. Y fundamentalmente decimos que hay que desconocer el pacto con el FMI y suspender en forma inmediata los pagos de la deuda para volcar esos fondos con destino a combatir la pobreza, aumentar los ingresos populares, duplicar las partidas para los hospitales y escuelas públicas y planificar un plan de viviendas populares que reactive la economía y genere trabajo genuino.
Este debate está planteado nuevamente ahora ante el mentiroso presupuesto 2020 del gobierno. Solo la izquierda vuelve a sostener que hay que dejar de pagar esa deuda ilegítima, fraudulenta y usurera contra Macri y el peronismo de Alberto Fernández y Lavagna.
El Frente de Izquierda Unidad debate, lucha y se postula para las elecciones del próximo 27 de octubre. Con sus propuestas de fondo y usando sus bancas para estar en el día a día con los trabajadores, las mujeres y los jóvenes en sus reclamos. Motivada por esa profunda convicción y compromiso es que Mónica Schlotthauer y nuestro compañero Jorge Adaro, dirigente docente de Ademys, estuvieron días atrás apoyando a los docentes y estatales de Chubut contra el gobernador Arcioni, que responde a Alberto Fernández.
Lo mismo podríamos decir de todas nuestras bancas y candidatos. Igual con la lucha que se viene por el aborto legal, seguro y gratuito y todos los derechos que levanta el movimiento de mujeres en el encuentro nacional que se está preparando para los días 12, 13 y 14 de octubre próximo en La Plata. Allí libraremos una dura pelea con las organizaciones que se niegan a aprobar un plan de lucha para imponer esas demandas. Y donde Alberto Fernández si bien posa de “pro aborto”, es puro doble discurso, siendo socio del archirreaccionario y militante anti derechos gobernador Juan Manzur.
Para dar estas batallas hay que luchar y postularse para las elecciones. Repudiando la “paz social” del gobierno y el mensaje de que hay que “abandonar las calles” de Alberto Fernández, mientras sigue el ajuste. El “pacto social” pregonado por el Frente de Todos con los empresarios, burócratas sindicales de la CGT, la Iglesia y sus movimientos sociales afines, tiene ese objetivo.
El sindicalismo combativo llama a hacer una jornada de protesta el próximo martes 24 en todo el país (ver página 8). Y el Frente de Izquierda Unidad se postula con su programa de fondo y sus candidatos para octubre.
El próximo 5 de octubrehabrá un gran acto en el Obelisco, y en otras ciudades del país, al que invitamos a concurrir desde ahora. Queremos ser miles de luchadores, trabajadores, vecinos, jubilados, mujeres y jóvenes. Como un primer paso para, a la vez, sumar más compañeras y compañeros a la campaña, que debatan en los lugares de trabajo o estudio, con los vecinos y familiares.
Convenciendo a su vez a otros que hay que votar al Frente de Izquierda Unidad. A la fórmula presidencial Nicolás del Caño y Romina del Plá, y a todas nuestras candidatas y candidatos en cada provincia. Así estaremos más fuertes para enfrentar lo que queda de este gobierno y enfrentar el ajuste que se viene con los Fernández y el FMI. Anotate como fiscal, vení a nuestras reuniones y sumate a Izquierda Socialista para dar la pelea junto al FIT Unidad.