Escribe Blanca López Diputada electa por Izquierda Socialista/FIT en Neuquén
El lunes 29 de abril llevé la solidaridad de mi partido a los tres obreros petroleros enjuiciados en los tribunales de Caleta Olivia. Los procesan porque hace cuatro años se manifestaron en una huelga ante el despido de un compañero pidiendo su reincorporación instalándose al frente de la empresa Bacsa. La policía reprimió y la fiscalía ordenó la detención de los tres delegados que permanecieron tres meses presos en cárcel de máxima seguridad. En el curso del mes de abril les tomaron declaración a los testigos ofrecidos por la defensa de los compañeros y por la fiscalía. De sus declaraciones surgió claramente que se trata de una causa armada para amedrentar a todos los trabajadores que se movilizan y pelean por sus derechos.
En la audiencia que participé el lunes pasado se recibieron las declaraciones de dos testigos propatronales y se leyeron los alegatos de la defensa y de la fiscalía que los acusa por el delito de “perjuicio económico”, una figura penal que solo puede ser aplicable a empresarios que vacían su propia empresa y de ninguna manera es un delito que puede encuadrarse a la conducta de trabajadores. También se los acusa de “coacción”, cosa que tampoco es correcta, ya que solo ejercieron el derecho a huelga amparado en la Constitución. Los enjuiciados nunca recibieron el apoyo explícito del sindicato que los agrupa. Sí en cambio en estas últimas audiencias recibieron el apoyo y acompañamiento de los docentes de Adosac y de quienes nos acercamos para fortalecerlos en estos momentos complicados. La próxima semana se leerá la sentencia y tendremos que volver a acompañarlos. Exigimos su inmediata absolución y libertad.