Por tercer año consecutivo el mundo se prepara para una nueva jornada de lucha en el que mujeres, lesbianas, travestis, trans e identidades no binarias saldremos a las calles en la huelga feminista internacional a reclamarle a los gobiernos de turno el fin de los femicidios y las violencias machistas, el aborto legal, seguro y gratuito y todos los derechos de las mujeres trabajadoras.
Escribe Mercedes Trimarchi, Diputada provincial electa por Izquierda Socialista/FIT
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora surge para reivindicar y fortalecer las luchas que las obreras daban a principios del siglo XX para mejorar sus condiciones laborales: la jornada de ocho horas, el derecho al voto, entre otros reclamos. La fecha surge en la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas en 1910, propuesta por la feminista socialista Clara Zetkin. Con el paso de los años y con enormes luchas fuimos conquistando algunos derechos. Sin embargo aún nos falta mucho. En 2019 la brecha salarial entre varones y mujeres llega a 23% en el mundo. Las mujeres seguimos teniendo los trabajos peor pagos y cargamos con el trabajo no remunerado del cuidado de los hijos/as y del hogar. A su vez, los planes de ajuste que todos los gobiernos aplican afectan mayormente a las mujeres y cada vez somos las más pobres entre los pobres. Esto es así porque el sistema capitalista patriarcal utiliza la opresión milenaria a las mujeres para superexplotarnos y obtener mayores ganancias. Por eso este 8M debemos impulsar que la lucha contra el patriarcado se una a la pelea contra el capitalismo. Para que ambos sistemas caigan juntos.
Desde 2015 el movimiento feminista salió a las calles contra los crímenes de odio al grito de #NiUnaMenos. Sin embargo, los femicidios aumentan cada día. Según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, sobre la base de la información de dieciséis países de la región, en 2017 hubo 2.554 femicidios. Y en nuestro país contamos con la terrible cifra de un femicidio por día. Por eso es urgente que se declare la emergencia en violencia de género y que se destine presupuesto para combatirla sobre la base del no pago de la deuda externa.
Sin dudas, la #MareaVerde que el año pasado impulsó en las calles la pelea por el aborto legal y que logró la media sanción en Diputados no fue derrotada. Este año realizamos un primer pañuelazo masivo frente al Congreso y en varias ciudades del país para reclamar ¡aborto legal ya! contra Macri y todos los partidos patronales que en alianza con la Iglesia Católica y las evangélicas nos niegan el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Incluso pretenden que retrocedamos cien años, como en Tucumán, donde le negaron el acceso a la interrupción legal del embarazo a una niña de 11 años que había sido violada (ver recuadro).
Este 8M debemos ser miles en las calles contra los femicidios y la violencia de género, por igual trabajo igual salario, contra la discriminación laboral, por el aborto legal, seguro y gratuito, contra las redes de trata y contra los planes de ajuste que se aplican en todo el mundo. Los gobiernos y las iglesias son responsables de la situación de las mujeres. Desde Isadora e Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda queremos que este 8M se transforme en un día de lucha donde se hagan sentir los reclamos del movimiento feminista, en la perspectiva de construir un movimiento que pelee junto con el resto de los sectores oprimidos y la clase obrera para terminar con el capitalismo patriarcal, y por una sociedad sin opresión ni explotación y por un mundo socialista donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.