Escribe Pili Barbás, dirigenta de la Juventud Izquierda Socialista/FIT Unidad
Se plantea la vuelta a la presencialidad, pero sin ninguna de las condiciones para garantizar la infraestructura que requiere la actual situación sanitaria, ni los medios para revertir la deserción que se produjo este año. Por el contrario, el presupuesto universitario se redujo para cumplir con las exigencias del FMI.
Desde la semana pasada empezaron a volver paulatinamente las clases presenciales en las universidades. Las mismas se dan en el marco de los cursos intensivos de verano, como también los cursos de ingreso. En algunas universidades todavía la modalidad es cursada mixta, entre presencial y virtual, hasta marzo.
En estos dos años de pandemia, en su mayoría las universidades permanecieron cerradas, y la modalidad de cursada fueron las clases virtuales, lo que provocó que miles de jóvenes se quedaran sin poder cursar por la falta de conectividad.
Ahora, ante nuestro inminente regreso a las aulas, nos parece sumamente necesario discutir en qué condiciones volvemos a la presencialidad para que todes podamos cursar. En medio de un acuerdo con el FMI, que irremediablemente representa un ajuste a nivel educativo para 2022, para nosotres como estudiantes es de vital importancia discutir que es necesario un plan integral con presupuesto para acceder a la educación pública.
A nuestros derechos postergados como movimiento estudiantil por todos los gobiernos, como las becas irrestrictas, el boleto educativo nacional, los comedores y las guarderías parentales en las unidades académicas, se le suma este año la necesidad de exigir una beca de alquileres para que les estudiantes que tienen que retornar a sus lugares de estudio puedan hacerlo.
Esto, sin dudas, tiene que ser acompañado de una partida presupuestaria acorde, que también contemple los salarios de nuestros docentes y no docentes, que fueron pulverizados en la pandemia, y profundizada su precarización laboral por la bimodalidad.
En el medio de una pandemia que no terminó, más allá de declaraciones nefastas, como la realizada por la ministra Acuña promovimiento que no existan más protocolos en las escuelas, sabemos que para volver a una presencialidad segura es necesario que se sigan cumpliendo con los protocolos y las instalaciones estén en condiciones sanitarias para poder cursar. Además de la importancia de que se impulse una campaña de vacunación y concientización de les estudiantes para que todes lo hagan, lo que es de vital importancia para poder cursar.
Como estudiantes tenemos la importante tarea de volver a luchar por todo nuestro pliego de derechos y de pelear contra las burocracias estudiantiles. Tanto de las federaciones universitarias como de los centros de estudiantes, en mano de la Franja Morada y el peronismo en todas sus variantes, en estos dos años dejaron pasar todo el ajuste en nuestros lugares de estudio.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista nos seguiremos organizando ante la vuelta a clases presenciales, para conquistar todos nuestros derechos, exigiendo que se deje de pagar la deuda externa y que esa plata vaya para que todes podamos acceder a la educación pública.