El gobierno está debatiendo sacar billetes de mayor denominación ($2.000 y $5.000). El kirchnerismo se opone (para no quedar en evidencia que el peronismo es inflacionario), aunque las máquinas de la Casa de la Moneda no den abasto y se tengan que imprimir en Brasil o el Estado Español a un alto costo.
Cuántas veces escuchamos decir en la carnicería o la verdulería que el billete de $1.000 es como el de $100 de antes. Ya ni alcanza para comprar un kilo de buena carne o solo 4 litros de leche.
En 2017 se lanzó una nueva familia de billetes de denominación superior (la de los animales). El del hornero se convirtió en el de mayor valor. El Banco Central decidió darle elementos de protección similar al de los 100 dólares. Muy gracioso. El mismo billete que a esa fecha equivalía a 58 dólares y hoy solo a 3 de la moneda estadounidense. No se puede ocultar el sol con la mano, tampoco la inflación.