Escribe José Castillo
Finalmente, Federico Sturzenegger, “el coloso” según lo apodó el presidente Milei, asumió oficialmente como ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Atrás quedaron estos meses en las sombras, donde sin cargo oficial, fue el redactor de lo más cavernícola y reaccionario del DNU y la Ley Ómnibus de diciembre, con sus más de 600 artículos. Recordemos: privatizaba todo, planteaba una reforma laboral que reducía prácticamente a la esclavitud a las y los trabajadores, negaba en los hechos el derecho a huelga, reformaba las jubilaciones más aún, y un larguísimo etcétera. Eso fue lo que cayó en febrero. La Ley Bases, aprobada el mes pasado, como versión reducida de la original, también fue redactada por el ahora ministro.
Sturzenegger lo dice con todas las letras: llega para implementar todas aquellas partes de la Ley Ómnibus que cayeron en febrero. Así arrancó con con todo, declarándole la guerra a las y los trabajadores del Estado, primer paso para una flexibilización laboral total. También metió manos en la reglamentación del RIGI, señal de lanzamiento del saqueo de nuestros recursos. En el futuro inmediato, va por las privatizaciones que se cayeron de la ley aprobada, la de los clubes (las llamadas SAD), reactivar la reforma jubilatoria y la eliminación de toda legislación, por menor que sea, que favorezca a los sectores populares. Contra todo esto tendremos que luchar.