Escribe Miguel Sorans, dirigente de la UIT-CI y de Izquierda Socialista/FIT Unidad.
15/4/2024. De pronto los medios y las redes manejadas o influenciadas por los gobiernos pro Israel y el sionismo dejaron de hablar de Gaza para centrarse en el ataque de Irán. Desde el sábado 13 de abril se debate sobre si habrá o no una guerra Israel-Irán y todo tipo de hipótesis. Pero se hizo silencio sobre el genocidio por bombardeos y hambruna que está perpetrando Israel y su régimen de apartheid.
Esto es lo que quería Israel cuando el 1 de abril, sorpresivamente bombardeó el consulado de Irán en Damasco, capital de Siria, asesinando a ocho personas, entre ellos altos mandos militares de Irán. En ese momento podía ser difícil entender a qué se debía este ataque. Pero ahora surge claro. El trasfondo era la situación en Gaza. Se trató de una provocación de Benjamín Netanyahu y su gobierno de ultraderecha para buscar una reacción, casi obligada, de Irán con el objetivo de desviar la atención de la masacre sobre Gaza y lograr que sus aliados imperialistas le dieran una vez más su apoyo incondicional. Querían frenar las crecientes críticas y los reclamos de Biden y los líderes del imperialismo europeo para que aceptaran un alto el fuego. Los jefes del imperialismo lo vienen haciendo no porque se hicieron pacifistas o dejaron de sostener a Israel, sino que están presionados por el crecimiento en sus países de las protestas de millones en apoyo al pueblo palestino.
Por unos días Israel y EE.UU. han logrado ese objetivo. Pero no van a llegar muy lejos, porque es como querer tapar el sol con la mano.
Israel armó esta provocación porque estaba en su peor momento en Gaza y cada vez más aislado en el mundo. A seis meses de la invasión, pese a la destrucción y sus crímenes masivos, no puede cantar victoria. Por primera vez se había votado en la ONU un reclamo de alto el fuego, sin el veto de EE.UU. Biden viene criticando a Netanyahu por el bombardeo al convoy humanitario y por su intención de querer hacer una incursión militar en Rafah, Dentro de Israel se retomaron las marchas masivas de un sector de la sociedad reclamando por la renuncia de Netanyahu y un llamado a elecciones por la no resolución de los más de 100 rehenes en manos de la resistencia palestina.
Ante la inevitable acción de Irán, Netanyahu logra el objetivo, por ahora, de parar los cuestionamientos sobre su accionar en Gaza, logrando que Biden y sus aliados históricos imperialistas se unan a Israel para repudiar a Irán. También logra que se paren las movilizaciones y los cuestionamientos al interior de Israel. Y, por último, que en el mundo todo gire alrededor de esto y se deje de lado o se minimice el genocidio de Gaza.
Pero la realidad es que todo esto no hace más que poner en evidencia la crisis del sionismo como la crisis del imperialismo yanky. El propio Biden y su gobierno han declarado que no acompañarán una respuesta militar de Israel ante el ataque de Irán y que “no buscamos una guerra más amplia con Irán”. Mostrando una vez más sus roces y diferencias con Israel. E Irán, a su vez, dijo que consideraba que “El caso estaba cerrado”, con su acción. Están mostrando ambos que ni EE.UU. ni Irán quisieran embarcarse ahora en una guerra regional. Menos que menos Biden, cuando ya existe la guerra en Ucrania y están muy complicados por su apoyo al genocidio israelí cuando en Estados Unidos es un año electoral y crece el rechazo a Biden por su apoyo militar y político a Israel contra el pueblo palestino.
Respeto a Irán reconocemos su derecho a defenderse del criminal ataque del sionismo. Y repudiamos cualquier agresión sionista o del imperialismo. Lo que no podemos dejar de señalar es que lamentablemente el régimen autoritario teocrático de Irán ni menciona en sus declaraciones al pueblo palestino ni el genocidio de Gaza. Esto reafirma que no está en el centro de su política el apoyo efectivo al pueblo palestino. En estos seis meses de invasión sionista, solo ha hecho declaraciones de solidaridad y algunas acciones aisladas. Surge evidente que su acción sobre Israel fue excesivamente limitada, al punto de avisar a los EE.UU., con dos días de anticipación. Mientras el ataque de Israel en Damasco no fue avisado a nadie, ni siquiera a los EE.UU. Lo que dio tiempo a que las defensas sionistas e imperialistas estuvieran preparadas para repeler el ataque de los drones y misiles balísticos. En sus comunicados el régimen iraní indicó que su acción fue “suficiente” y que daba el caso por “cerrado”. Sin decir una palabra de Gaza y el pueblo palestino. Pero en Gaza no hay nada cerrado. Pese al silencio de estos días, la lucha del pueblo palestino y sus sufrimientos continúan.
Si Israel desoye a EE.UU. y hace otro ataque militar sobre Irán, cosa que no podemos descartar, será como parte de su desesperación y fracaso en Gaza. Lo que, de ocurrir, no haría más que profundizar su crisis y aislamiento mundial. Lo que seguiría poniendo contra las cuerdas al régimen de apartheid. De ocurrir una nueva agresión a Irán, los pueblos del mundo lo deben repudiar como parte de la lucha contra el régimen de apartheid y en apoyo al pueblo palestino.
Por todo esto, desde la UIT-CI, denunciamos este intento de querer tapar la lucha y el genocidio en la Franja de Gaza. Seguimos llamando a los pueblos del mundo a continuar expresando en las calles la solidaridad incondicional con la resistencia palestina. Reclamando que se vayan las tropas del sionismo y que los gobiernos del mundo rompan todo tipo de relaciones con el estado sionista de Israel.
El brutal ajuste de Milei está llevando a más pobreza. La motosierra está liquidando los salarios y jubilaciones. Hay recesión y aunque el gobierno diga que la está controlando tenemos la inflación más alta del mundo. Milei quitó los alimentos a los comedores. Se vienen tarifazos del 600 por ciento. Hay 12.000 despidos en estatales, 116 en infraestructura ferroviaria, miles en la construcción y en la industria. Ajuste que también aplican los gobernadores.
El gobierno ni siquiera homologa las paritarias acordadas. Y mandó una nueva ley ómnibus con una reforma laboral, privatizaciones y quiere volver al impuesto al salario, entre otras medidas antiobreras y antipopulares.
En repudio a todo esto vienen creciendo las luchas. El sideral recorte en las universidades provocó la reacción docente-estudiantil donde el próximo martes 23 de abril habrá una gran marcha federal educativa que será masiva. Hubo paro nacional de ATE, de la docencia, la UOM, sanidad, paro ferroviario y retención de servicios en la UTA.
Después del paro del 24 de enero cayó la ley ómnibus y tambaleó el DNU. Luego salieron miles de mujeres el 8M, venimos de un masivo 24 de marzo y las luchas vienen creciendo. ¡Hay que seguir por ese camino!
El malestar abarca también a los sectores populares, profesionales y pequeños comerciantes, entre otros. Afectados ante una política que está al servicio de engordar las ganancias de los grandes grupos económicos, multinacionales, las privatizadas y el FMI. Encima Milei redobla el alineamiento con el Estado sionista de Israel que, con el apoyo de Estados Unidos, está perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino.
Hay que derrotar el plan motosierra de Milei y el FMI
El brutal ajuste y el malestar social ha llevado a que la CGT apoye la marcha educativa del 23, convoque a una marcha y acto el 1° de Mayo y centralmente disponga un nuevo paro general el 9 de Mayo, el segundo en 5 meses de gobierno. Exigencia de paro y plan de lucha que venimos haciendo desde el sindicalismo combativo encabezado por el Pollo Sobrero y la izquierda.
Llamamos a ganar las calles impulsando la gran marcha educativa del 23, a marchar el 1ero de Mayo en el día de lucha de la clase trabajadora mundial, y a protagonizar un parazo el 9 de Mayo. No depositamos ninguna confianza en esta dirigencia sindical. Seguimos bregando por lograr una nueva dirección sindical combativa. Atento ello el sábado 27 de abril se hará un encuentro nacional de luchadores para impulsar una coordinación nacional de los sectores combativos.
Convocamos a garantizar desde abajo el paro del 9, su continuidad y el programa de lucha, impulsando asambleas en cada lugar de trabajo y de estudio. Reclamando también a los sindicatos, a la CGT y las CTA que convoquen a asambleas y plenarios o congresos de delegados.
El paro del 9 tiene que ser parte de un plan de lucha nacional, que tiene que continuar con un paro de 36 horas con movilización para derrotar el plan motosierra represivo de Milei y el FMI. Porque se demostró que se puede hacer retroceder al gobierno.
Pelea que desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad llamamos a profundizar, para imponer un plan económico alternativo obrero y popular, para que la crisis la paguen los capitalistas, no el pueblo trabajador. Rompiendo con el FMI y dejando de pagar la deuda externa, como lo vinimos sosteniendo bajo todos los gobiernos capitalistas, postulando un gobierno de las y de los trabajadores y de la izquierda.
Vamos por una gran marcha educativa el 23. Paremos el 9 y exijamos un plan de lucha nacional CGT-CTA. Aumento de salarios y jubilaciones. Que se homologuen las paritarias. Reincorporación ya de todas y todos los despedidos. Frenemos los tarifazos y los aumentos en las prepagas. Ninguna reforma laboral, ni impuesto al salario. No a la ley ómnibus. Abajo el DNU. Por otro plan económico obrero y popular. Plata hay. Que se deje de pagar la deuda externa y se impongan fuertes impuestos a las multinacionales y bancos.
Izquierda Socialista/FIT Unidad
15/4/2024
Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista (FIT-Unidad)
El presidente ultraderechista de Milei volvió a expresar su total apoyo y alineamiento con el Estado sionista de Israel y de Estados Unidos. Un “respaldo enfático al Estado de Israel en defensa de su soberanía”, dice un comunicado oficial. ¿Pero de qué “soberanía” habla si el sionismo israelí está aplicando una política de exterminio contra el pueblo palestino? Ya hay casi 35.000 asesinados; Israel acaba de bombardear un convoy humanitario de una ONG que llevaba comida; mató a tres hijos y cuatro nietos del líder de Hamas y fue Israel quien bombardeó el consulado iraní en Damasco, la capital de Siria.
Las políticas “de terror” de las que habla Milei, vienen precisamente de Israel, Estado que apoya su gobierno comprometiendo al pueblo argentino. Por eso ya dijimos “no en nuestro nombre”, cuando nos movilizamos contra el viaje que hizo para abrazarse con el asesino Netanyahu, mientras crecían las movilizaciones en el mundo contra el genocidio israelí. Viaje donde Milei planteó el traslado de la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, lo que implica reconocer a esa ciudad como “capital eterna de Israel”, una nueva provocación contra el pueblo palestino.
La alianza “estratégica” con Estados Unidos e Israel que pregona Milei ya lo vivimos cuando el gobierno menemista de los años 90 -que Milei considera “el mejor de la historia”-, envió tropas argentinas al Golfo Pérsico para apoyar en 1991 la invasión yanqui a Irak, con consecuencias desastrosas para nuestro país.
Esta política de alineamiento-sometimiento “en defensa de los valores occidentales”, como le llama Milei, se vio también con la visita a la Argentina de la generala yanqui Laura Richardson, en pos de ganar espacio para bases militares imperialistas en el Atlántico Sur y más saqueo del litio y otros recursos naturales, mientras el gobierno gestiona ser socio global de la OTAN. Patricia Bullrich, por su parte, anunció que la CIA norteamericana pasó a ser socia del gobierno argentino, con la excusa de enfrentar mancomunadamente a organizaciones criminales en nuestra región, que supuestamente, dice, “financiarían al terrorismo de Hezbollá”. Y mientras Milei suspendió su viaje a Dinamarca para retornar al país y constituir un “comité de crisis” ante la agudización de la crisis en Medio Oriente, el ministro Petri lo reemplazará para comprar 24 aviones F16 por 650 millones de dólares, cuando aplica un brutal ajuste diciendo “no hay plata” para el pueblo trabajador.
Desde Izquierda Socialista y la UIT-CI repudiamos una vez más la postura del gobierno de Milei de alineamiento con el estado genocida de Israel y de Estados Unidos. Exigimos la ruptura de relaciones económicas, comerciales, culturales, militares y políticas con Israel. Decimos basta de ayuda financiera y militar de Estados Unidos al sionismo. Y redoblamos nuestro apoyo al heroico pueblo palestino y a su resistencia. ¡Viva Palestina Libre!
Escribe Reynaldo Saccone
Ex presidente Cicop/Izquierda Socialista-FIT Unidad
Los aumentos de las cuotas por parte de las empresas de medicina prepaga han sido siderales e indiscriminados. En 4 meses superaron el 150%, tiempo en que los tribunales se inundaron de amparos por parte de familias que no pueden pagar más las cuotas, que van desde 250 mil pesos a 700 mil según el grupo familiar.
El ministro Caputo salió a decir que las prepagas “le declararon la guerra a la clase media” y Milei que “se les fue la mano, aunque no con mala intención”. Caraduras. Este gobierno es quien les posibilitó bajo la famosa “libertad de precios” y a través del DNU 70/23 se eliminó todo tipo de regulación.
El gobierno dice que las prepagas no entienden el “cambio cultural”. ¿Cuál sería? El de aplicar la competencia. Una ridiculez completa, ya que el negocio de las pre pagas está controlado por unas pocas empresas que se pusieron de acuerdo al unísono en aumentar las cuotas en porcentajes similares.
Diez de las empresas prepagas concentran el 83% de los afiliados a las mismas, siendo las primeras OSDE, Swiss Medical, Galeno, Sancor, OMINT, entre otras, como Medifé, Medicus, Accord Salud, Hospital Italiano y Jerárquicos Salud.
Los empresarios de las prepagas son mercaderes de la salud. En todos estos años se vinieron beneficiando ante el desastre del hospital público. Con pacientes que aun pagando altas cuotas mensuales tienen que a su vez abonar consultas y estudios privados para acelerar diagnósticos y tratamientos; co-pagos a profesionales y centros por consultas y prácticas; parte del precio de los medicamentos, y otros rubros.
Estos empresarios dicen que están en una situación de “extrema gravedad” y que por ello no les queda otra que aumentar. Que fueron sometidas durante años a un desfinanciamiento y que “no son formadores de precios”. Una mentira total. Ahora aumentan sideralmente y bajo el gobierno peronista de Alberto Fernández y Cristina Kirchner fueron beneficiados con exenciones impositivas y del pago de contribuciones patronales, por ejemplo. Además, son las patronales que tienen a sus trabajadoras y trabajadores con salarios miserables y jornadas de pluriempleo.
El negocio de la salud entre 1990 y 2015 tuvo una rentabilidad del 13% anual, superando al negocio financiero y a la industria petrolera. Un sector privilegiado que crea una gran desigualdad, ya que cubre solamente a un 10% de la población, pero consume el 30% del gasto total en salud, el mismo porcentaje que utiliza el sector público, pero para atender tres veces más gente, un 35% de la población.
Desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad nos sumamos al repudio a los aumentazos de las prepagas y llamamos a luchar para que se retrotraigan. Como la salud no debe ser un negocio privado capitalista, postulamos un sistema nacional único de salud, estatal, igualitario y de excelencia para todas y todos, con atención y remedios gratuitos, financiado con fondos que se van a la deuda externa y al FMI, controlado por trabajadores y profesionales del sistema, organizaciones de usuarios y vecinales.
Escribe Nahuel Céspedes, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Bariloche y Zona Andina y militante de Izquierda Socialista.
La agónica paritaria que comenzó en diciembre de 2023 se resolvió de la peor manera. La Federación de trabajadores de prensa, en plenario de secretarios generales votó por mayoría aceptar la oferta salarial de las empresas para diarios del interior del país. Una suma por única vez de $145.000 como compensación del mes de enero, febrero y marzo y un aumento del 30% sobre la base salarial de enero 2024 para el mes de abril. De esta manera, el salario de la categoría de redactor será de $340.000, de los cuáles se descontarán, en algunos casos, los paros realizados durante el plan de lucha. El único voto de rechazo a la propuesta fue el de SiTraPren Bariloche y Zona Andina, quien además, consulta previa y por decisión de las bases votó mandatar a lxs paritarixs en CGT, la exigencia al paro general y plan de lucha.
Este combo de paritarias a la baja, el desconocimiento por parte de las patronales del ítem zona fría y antigüedad, sumado a la inflación y el incremento desmesurado del costo de vida, hicieron que lxs trabajadorxs de prensa escrita perciban el peor sueldo del país.
Lamentamos que la federación tenga más prisa por firmar paritarias a la baja que por impulsar asambleas en todos los sindicatos de prensa, en dónde se refleje el mandato de lxs trabajadorxs y sus necesidades y que se pongan en común en el plenario nacional.
Por eso, ante la nueva paritaria, resulta inaplazable que la FATPREN impulse un plan de lucha del conjunto de trabajadorxs de prensa de todo el país. Sin distinguir CCT, medios o regiones. Nadie en prensa cobra por encima de la línea de pobreza y naturalizar esa situación es una alarmante derrota ante la voracidad de las empresas y el gobierno que ya están aplicando una reforma laboral implícita.
La coyuntura nacional para nuestro sector es crítica. El ultraderechista de Milei avanzó con el cierre de TÉLAM y los despidos en los medios públicos. Se prevé en cuestión de días, el cierre vía desfinanciamiento de Radio y Televisión Pública y ya hay un plan, que no fue comunicado por el vocero presidencial Adorni, de rematar los terrenos y equipamiento técnico entre los amigos empresarios de Caputo.
Mientras un sin fin de personalidades, artistas y dirigentes sindicales se solidarizan con la lucha de TÉLAM, la cúpula de la CGT intenta “calmar las aguas” ante las cámaras de C5N por el pedido de paro general.
En el programa Argenzuela del 3/04, Héctor Daer declaró: “Antes del 1° de mayo vamos a tomar medidas. El gobierno está intentando quebrar la paz social” y a la pregunta ¿Para cuándo el paro general? Daer respondió: “Los libre pensadores no tienen la misma responsabilidad que la CGT. Hay que ser serios y apostar a la unidad y el diálogo”.
La atomización de las luchas de los distintos sectores de la clase trabajadora es producto de la política cómplice de las centrales sindicales, que priorizan acuerdos con las patronales y los gobiernos mientras pasan los despidos en todos lados.
Hoy más que nunca hay que desbordar las asambleas y movilizaciones al grito del paro general. Que las centrales sindicales pongan de pie un plan de lucha contra el ajuste y el plan motosierra del ultraderechista Milei.