Aug 03, 2024 Last Updated 3:38 PM, Aug 2, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Martín Fu

Moisés Salinas Fleitman es vicepresidente del Consejo Sionista de México y rector de la Universidad ORT de ese país. El 31 de mayo publicó un extenso artículo en el periódico Nueva Sion(*), titulado “Una amenaza existencial para Israel”. A continuación, extractamos algunos pasajes del escrito en el que transmite su preocupación por el vuelco de la opinión pública estadounidense en contra de las posiciones del Estado de Israel.

[...] “la población árabe israelí, ciudadanos israelíes que en papel gozan de los mismos derechos que sus co-ciudadanos judíos, se han levantado en manifestaciones y protestas a lo largo del país, algunas de ellas violentas, un fenómeno sin precedente en la historia de Israel”.

[...] “La amenaza existencial para Israel, clara y contundente, está sucediendo no en Gaza, no en Lod, y no en Líbano, sino a casi 10.000 kilómetros de distancia, en Washington D.C. Y esta amenaza no es un tema político (no directamente al menos), no es un tema de demócratas o republicanos, o un tema de Trump o Biden. La amenaza es un cambio en la opinión pública sobre Israel.

Veamos la evidencia reciente. Primero, las encuestas de opinión muestran una clara disminución en el apoyo a Israel. Por ejemplo, según una encuesta de la casa Gallup, en el 2018, 64% del público norteamericano apoyaba a Israel y el 19% a los palestinos, una diferencia a favor de Israel de 45 puntos. En la encuesta más reciente de este año, un 58% apoya a Israel, y un 25% a los palestinos. La diferencia es de 33 puntos. Aún una diferencia importante, pero una reducción de casi un tercio en el apoyo a Israel. Eso es preocupante”.

[...] “Por ejemplo, el Washington Post reportó el 15 de mayo pasado protestas en contra de Israel con niveles de participación nunca antes vistos en decenas de ciudades, incluyendo Los Ángeles, New York, Boston, Philadelphia y Atlanta” [...]

[...] “Si algún día los Estados Unidos dejan de apoyar incondicionalmente a Israel en la arena internacional, Israel como estado judío está en grave peligro existencial.” La preocupación de Fleitman es un reflejo de la crisis del sionismo, que crece en el marco del desprestigio y repudio al Estado de Israel frente su política racista y genocida y a su régimen de apartheid.

* Vocero del sionismo fundado en 1948 en Buenos Aires que se reclama “laico, humanista y progresista”.  



Escribe Carolina Zarich

El pasado 26 de mayo, Irlanda se convirtió en el primer país de la Unión Europea en condenar, por unanimidad de su Parlamento, la “anexión de facto” de Cisjordania por parte de Israel. Se dio un paso importante para el apoyo a Palestina al declarar una posición firme y condenatoria de las acciones por parte de los sionistas en esos territorios. En este sentido, el canciller irlandés, Simon Coveney, declaró que la moción refleja la gran preocupación que se tiene en relación con las acciones de Israel y el impacto que puedan causar. “La escala, el ritmo y la naturaleza estratégica de las acciones de Israel sobre la expansión de los asentamientos y la intención detrás de ellas nos han llevado a un punto en el que debemos ser honestos sobre lo que realmente está sucediendo sobre el terreno. Es una anexión de facto”, sostuvo.

La resolución fue aprobada días después de que un alto al fuego pusiera fin a once días de una brutal ofensiva del sionismo contra Palestina en donde, según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 254 palestinos fueron asesinados, incluidos 66 niños, mientras que unos 2.000 resultaron heridos. Estos ataques produjeron un gran rechazo a nivel internacional, lo que provocó multitudinarias manifestaciones en los Estados Unidos y Europa. En este marco, el pronunciamiento de Irlanda es una expresión más de la fuerza de las movilizaciones en solidaridad con el pueblo palestino contra la política colonizadora del sionismo.

Escribe Adolfo Santos

Acosado por las denuncias de corrupción, soborno y fraudes en la Justicia y el fracaso ante la resistencia palestina, Benjamin Netanyahu se vería obligado a abandonar el cargo de primer ministro de Israel después de doce años en el gobierno. Sin protección ni inmunidad, su próximo destino podría ser la cárcel.

Esta salida, a la que Netanyahu trata de resistir, fue forzada por la heroica resistencia palestina y una poderosa movilización mundial. Su intento de usar los bombardeos sobre Gaza para sostener su gobierno  fracasó. Pero no se trata solo de un fracaso personal, demuestra además una profunda crisis del Estado sionista de Israel, denunciado por racista y genocida, y de su gobierno. Una crisis que le impidió a Netanyahu tener una mayoría parlamentaria después de cuatro elecciones en los últimos dos años. La unidad interna que reinaba hasta hace poco tiempo comenzó a resquebrajarse y la ultraderecha sionista encuentra cada vez más dificultades para ejecutar sus planes de colonización total.

El nuevo gobierno, acordado entre ocho fuerzas partidarias de derecha y de centro, y que contará con el apoyo inédito de cuatro diputados islamistas, será un verdadero Frankenstein. Los miembros de la nueva coalición tienen poco en común, aparte de querer sacarse de encima a Netanyahu, por eso se vieron obligados a pactar una rotación. Los primeros dos años asumiría Naftali Bennet (La Casa Judía/Nueva Derecha)   y los dos siguientes Yair Lapid, líder de Yash Atid (Hay un Futuro), principal partido de oposición, con diecisiete diputados y articulador de este frente.

Bennett, un millonario ultranacionalista religioso de 49 años, obtuvo apenas seis bancas en la última elección y ya desempeñó funciones en el gobierno de Netanyahu. Ex líder colono, es favorable a construir más asentamientos en Cisjordania y a ampliar la anexión de territorios palestinos. Por eso, esta unidad heterogénea del posible nuevo gobierno, que debería ser aprobado por el Parlamento (Knesset), este miércoles 9, no significará, por sí misma, un cambio favorable para la causa palestina, pero su dinámica podrá aumentar la crisis del sionismo.

Pero las diferencias ideológicas de la frágil alianza son apenas una parte del problema. La verdadera crisis la produce la tenaz resistencia del pueblo palestino a la política colonial. Si Netanyahu permaneció por tantos años en el gobierno fue por sus promesas de derrotarlos, algo que no consiguió a pesar de las inhumanas masacres denunciadas por diversos organismos internacionales de derechos humanos. Esa represión, lejos de disminuir la resistencia, la ha potenciado inclusive dentro de Israel.

Los conflictos en las llamadas “ciudades mixtas” entre israelíes y palestinos con ciudadanía israelí son cada vez más frecuentes y ya desestabilizan al sionismo. La numerosa población palestina que vive en Israel, completamente discriminada, ha comenzado a movilizarse en apoyo de los palestinos que luchan en Gaza y Cisjordania, como lo hicieron durante la huelga general del 18 de mayo y lo continuarán haciendo para conquistar derechos que les son negados en su propia tierra.

Cada vez está más claro que no hay solución posible mientras se mantenga la ocupación colonial del territorio palestino. El sionismo no es todopoderoso y sufre una severa crisis que se agrava por el rechazo generalizado a su política racista y de apartheid. Será muy importante darle continuidad a la movilización mundial a favor de la causa palestina, sobre todo en los Estados Unidos, donde la opinión pública se está volcando contra las posiciones sionistas y crece un movimiento contra el apoyo político y financiero dado a Israel. La única salida para esta catástrofe humanitaria es acabar con esta opresión racial y colonial e instaurar un Estado único laico, no racista y democrático en los territorios históricos de Palestina, donde ambos pueblos, judío y palestino, puedan vivir en paz, sin persecuciones étnicas o religiosas de ningún tipo.

 

Escribe Javier Leonforte

En un nuevo aniversario del #NiUnaMenos, nuestra compañera Mercedes de Mendieta, de Izquierda Socialista/FIT Unidad, asumió como legisladora porteña en reemplazo de Myriam Bregman, del PTS/FIT Unidad.

El jueves 3 de junio se llevó adelante la ya tradicional rotación de bancas del Frente de Izquierda Unidad en la Legislatura porteña. Renunciaron Myriam Bregman y Alejandrina Barry, del PTS, y asumieron Mercedes de Mendieta, de Izquierda Socialista, y Amanda Martín, del Partido Obrero. Se fortalece así el carácter unitario y la representación de todos los partidos que integramos el FIT Unidad en un día en que se cumplieron seis años de la enorme movilización por #NiUnaMenos y donde se volvieron a desarrollar movilizaciones de mujeres contra los femicidios, la violencia de género y el capitalismo patriarcal en todo nuestro país. Cuatro valiosas luchadoras actuaron en común para seguir construyendo con el Frente de Izquierda Unidad una alternativa de los trabajadores, las mujeres y la juventud contra los partidos patronales.

Con emoción y gran firmeza, Mercedes de Mendieta juró “por Ni Una Menos y contra toda forma de violencia capitalista y patriarcal. Por las luchas de los y las trabajadoras y el pueblo y por la juventud que se rebela contra el ajuste. Por la memoria de las y los 30.000 compañeros detenidos y desaparecidos y por nuestros caídos del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Por una sociedad sin opresión ni explotación, por una Argentina y un mundo socialistas”.

Luego de la jura, Mechi realizó su primera intervención que fue muy destacada y reconocida. Afuera la esperábamos sus compañeros y compañeras de militancia, con quienes hizo un acto al finalizar la sesión.

Su discurso en el recinto arrancó planteando que “es un orgullo asumir esta banca por Izquierda Socialista y por Isadora”. Denunció que “la Legislatura es una escribanía al servicio del negocio inmobiliario”. Pudo resaltar “la importancia del movimiento feminista en las peleas enormes contra el capitalismo y el patriarcado. Los gobiernos son responsables de las muertes por femicidios y transfemicidios, que solo este año ya se llevaron la vida de 125 víctimas”. Destacó que “ratificamos nuestro compromiso de pelear por la incorporación de las enfermeras a la carrera profesional contra Larreta”.

Mechi reivindicó “al pueblo chileno, lucha que me tocó ir a apoyar como parte de la solidaridad de la UIT-CI, y al pueblo palestino, porque es de público conocimiento que Izquierda Socialista viene de sufrir un ataque, a nuestro diputado nacional Juan Carlos Giordano, por repudiar los bombardeos del Estado de Israel y exigir una Palestina laica, democrática y no racista”. 

En el día del #NiUnaMenos Mechi “resaltó la responsabilidad de los gobiernos en cada muerte por falta de políticas y presupuesto para luchar contra la violencia de género y que no dejamos de gritar ¿dónde está Tehuel? El triunfo de la marea verde por el aborto legal, seguro y gratuito es muy importante en el camino por seguir esta pelea, en particular junto a las compañeras de la agrupación Isadora Mujeres en Lucha” de la cual Mechi es fundadora y una de sus más destacadas constructoras.

Mechi vivió la precarización laboral en la UBA donde trabajó ad honorem durante ocho años y, como docente de escuelas medias, dijo: “Pertenezco al sindicato combativo de Ademys encabezado por mis compañeres Mariana Scayola y Jorge Adaro, y junto con la docencia estamos luchando contra la política de la presencialidad criminal de Acuña y Larreta, y que cuenta con la complicidad del ministro Trotta. Con el presupuesto educativo más bajo de los últimos diez años nos mandan a escuelas sin condiciones a contagiarnos y somos trabajadores quienes pagamos con las muertes evitables, que no naturalizamos, que no olvidamos. Y decimos presentes”.

Por último, y sabiendo que “en la Legislatura no se resuelven los problemas de las y los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires, sigo firmemente la pelea por ser su voz desde la banca, junto a nuestro compañero Pablo Almeida y peleando para que la crisis capitalista no la paguemos las y los trabajadores”.

Y cerró su primer discurso con la proclama de Rosa Luxemburgo: “Por una sociedad donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

Escribe Guillermo Sánchez Porta 

El lunes 7 de junio se realizó una reunión de la Mesa nacional del Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) abierta a los sectores en conflicto y antiburocráticos, para que se sumen a la jornada nacional de lucha que habíamos decidido convocar.

En la declaración del PSC decíamos “la segunda ola de la pandemia ha agravado cualitativamente la crisis social que descargan sobre trabajadores y sectores populares. Esto es consecuencia de la política gubernamental de priorizar las ganancias empresarias, por exigencia de las patronales, manteniendo la actividad económica que convierte a las fábricas, las escuelas y el transporte en factores que aumentan gravemente la circulación del virus y las muertes en los lugares de trabajo […] La vacunación avanza a paso de tortuga y es un reclamo de numerosos gremios. Al mismo tiempo se dan despidos como en EMA, Cobra y Polymont, el Hospital Larcade, ArreBeef, ferroviarios tercerizados o cierres como la Clínica San Andrés.

La ayuda social, siempre insuficiente, se redujo aún más. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), por ejemplo, fue reemplazado por aumento de la tarjeta Alimentar. El llamado “gasto Covid” es una aspirina para el cáncer de la pobreza, que ya alcanza a cerca de la mitad de la población y crece al ritmo de la desocupación, del recorte de salarios y jubilaciones. Los planes sociales son una miseria, las fábricas bajo gestión obrera son castigadas con tarifazos. La mayoría de las escalas salariales orillan la línea de pobreza y el Salario Mínimo Vital y Móvil, igual que las jubilaciones, se encuentran por debajo de la línea de indigencia.

Claramente, la prioridad “económica” del gobierno de los Fernández (en lo que coincide con Juntos por el Cambio) es cumplir con el ajuste que reclama el FMI para renegociar el pago de la deuda externa. La colaboración de las burocracias sindicales de la CGT y las CTA, para imponer esta política anti salarial, es fundamental, son firmantes de paritarias a la baja, en cuotas, sin cláusulas de actualización. Aíslan las luchas y son cómplices, mantienen un “pacto social” no escrito con el Gobierno.

Pese a esto, se han desarrollado conflictos autoconvocados o dirigidos por direcciones combativas, que han logrado aumentos superiores a la pauta como el Sutna o los trabajadores de la salud de Neuquén, entre otras. Las luchas de la docencia, de los choferes de la UTA, de los vitivinícolas, de los trabajadores de la Salud, de sectores tercerizados, del movimiento piquetero, entre muchas otras, tuvieron entre sus reivindicaciones centrales la recomposición salarial y la vacunación.”

En la reunión abierta del lunes, donde estuvieron decenas de dirigentes, delegados y luchadores que aún no se han integrado al PSC, se definió converger en la Jornada del 11 de junio. Allí confluirán sectores que han convocado a paro y caravana, como los docentes de Suteba Multicolores y Ademys. Delegaciones de Unidad Piquetera que concentrarán en Desarrollo Social. Tercerizados y despedidos que cortarán Puente Pueyrredón. Trabajadoras de Casas Particulares. Y todos convergeremos a las 13 horas en el obelisco para marchar a Plaza de Mayo con el PSC. Además, en varias provincias se realizarán acciones unitarias.

Llamamos a todos los trabajadores y luchadores a sumarse a esta jornada contra el plan de ajuste y la ruptura con el FMI. Por salarios, vacunas para todos, ayudas sociales, trabajo y reincorporación de los despedidos. La unidad en las luchas es fundamental para su triunfo. Que esta jornada sea otro paso a esa unidad y a fortalecer la lucha por una nueva dirección democrática, combativa y clasista.

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