Escribe Marcela Almeida, delegada gremial de la junta interna ATE Indec
El miércoles 7 de agosto se conoció el fallo condenatorio en el juicio contra el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno por la manipulación de las estadísticas del Indec desde el año 2007.
Un poco de historia
Hace ya diecisiete años, en enero de 2007, se produjeron dos hechos que tuvieron consecuencias durante muchos de los años posteriores.
Por un lado, el gobierno peronista de Néstor Kirchner, a través de Guillermo Moreno decide empezar a falsear las estadísticas que tienen que ver con la inflación, el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Una inflación de más del 2 % era inaceptable. Y, en vez de enfrentar de verdad a los grandes empresarios formadores de precios, decidieron cambiar el indicador que medía el Indec.
Por otro lado, las y los trabajadores nucleados en ATE-Indec, decidimos denunciar esta intromisión en un organismo técnico y contarle a la clase trabajadora y sectores populares la cantidad de consecuencias que iba a tener esta manipulación. El IPC sirve como referencia para actualizar los salarios en paritarias e, indirectamente, como insumo para las mediciones de pobreza, por ejemplo, entre otras cuestiones.
Organizados democráticamente en asambleas y nucleados en ATE, fuimos llevando adelante las denuncias públicas cada vez que se publicaba la inflación cada vez más manipulada, imponiendo que todos los meses había un “abrazo al Indec” de sus trabajadores y trabajadoras, defendiendo las estadísticas públicas como patrimonio de la clase trabajadora y del conjunto del pueblo trabajador.
La intervención de Moreno se vio sorprendida por la reacción de gran parte de las y los trabajadores y encaró una ofensiva a través de una patota más ligada a los barrabravas y a la burocracia sindical peronista que a los institutos de estadísticas. Además de los funcionarios y directores que se opusieron a la manipulación se instaló un clima de violencia, aprietes y persecución hacia las y los trabajadores que denunciaban mes a mes la falsificación de las cifras. Hubo despidos, amenazas y hasta violencia física.
Mientras tanto, desde ATE-Indec, nos rodeamos de la más amplia solidaridad de distintos sectores gremiales y políticos. Tuvimos que discutir con muchos de nuestros propios compañeros porque el peronismo kirchnerista había instalado una especie de finalidad “patriótica” en la falsificación de las cifras, decían que era para pagar menos deuda externa ya que había bonos atados a la inflación inventados por el mismo gobierno. Todo falso. Nos acusaban de ser cómplices de los bonistas, de hacerle el juego a la derecha y, pacientemente, explicamos con palabras y con acciones que lo nuestro era la defensa desde las y los estatales de nuestro trabajo y de estadísticas públicas confiables. Justamente quienes nos acusaban fueron los mismos que una vez que volvieron al gobierno peronista con Alberto Fernández en 2019 convalidaron y pagaron los exorbitantes incrementos de deuda externa contraídos por Caputo en el gobierno de Mauricio Macri.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad, estuvimos desde el primer día en esta lucha que duró más de ocho años, siendo parte e impulsando todas las iniciativas. Integramos la Junta Interna de ATE-Indec y enfrentamos junto a centenares de trabajadoras y trabajadores colectivamente el hostigamiento de Moreno y su patota.
Con la lucha inclaudicable de años impusimos no solo el final de la manipulación de las estadísticas públicas, sino que también instalamos que las mismas constituyen una herramienta para el pueblo trabajador y como tal debían ser defendidas. Ninguno de los gobiernos posteriores se atrevió a echar mano de la manipulación para ocultar ni la inflación ni la pobreza ni ningún otro índice.
Llama la atención en ese sentido que el máximo responsable directo de la intervención del Indec, Guillermo Moreno, se postule como figura para la reorganización del peronismo y que sectores de dicho partido intenten levantarlo como una nueva figura emergente.
Moreno lejos de ser una figura “progresiva” que traiga soluciones a los problemas que hoy aquejan a las y los trabajadores es un dirigente peronista que jugó un rol nefasto en los gobiernos peronistas kirchneristas y que hoy se presenta como algo nuevo cuando no lo es.
Después de este fallo es muy importante remarcar el rol que juega la organización democrática de las y los trabajadores a la hora de defender nuestros derechos y los del pueblo trabajador. Y también recordar que estos personajes que ahora intentan reciclarse con apariciones mediáticas como Moreno no pueden traer nada bueno porque representa lo peor de los gobiernos peronistas de los últimos años.
La única salida real para las y los trabajadores son los cambios de fondo que proponemos desde el Frente de Izquierda que empiezan por romper con el FMI y que la plata que hoy se destina a pagar la deuda externa fraudulenta vaya a salario, trabajo, salud y educación. Seguiremos peleando en las calles y en cada sector de trabajo por esa perspectiva.