Jul 19, 2024 Last Updated 5:27 PM, Jul 19, 2024

Izquierda Socialista

Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista

Escribe Mariana Morena

El 1° de marzo de 1948 Perón dispuso la estatización de los ferrocarriles mediante una “compra” ampliamente beneficiosa para el imperialismo inglés. Sin embargo, fue una de las medidas que permitió que la Argentina dejara de ser una semicolonia inglesa e iniciara una etapa de relativa independencia nacional. La red ferroviaria creció hasta 1957, transformándose en la más extensa de América latina y dando un gran empuje a la industria ferroviaria y al desarrollo de los pueblos

Los ferrocarriles surgieron en 1854 por iniciativa de la provincia de Buenos Aires, cuando otorgó la concesión a un grupo de ciudadanos porteños para construir una línea ferroviaria desde la ciudad de Buenos Aires hacia el oeste. Con el tiempo, se constituyeron en una herramienta clave para unir las enormes distancias del territorio nacional, llegando a las regiones más despobladas del Noroeste, Cuyo, el Chaco y la Patagonia con un servicio eficiente, confortable y con tarifas accesibles.

A partir de 1889, una campaña de desacreditación de los ferrocarriles estatales abrió las puertas para su privatización a manos de firmas inglesas y francesas, lo que se transformó en uno de los principales instrumentos de dominación del imperialismo británico. Fueron notorios los beneficios a sus empresas, a las que se cedió extensos territorios ubicados en los márgenes de las vías (que se destinaron a lucrativos negocios inmobiliarios), mientras se las mantenía exentas del pago de impuestos. Emblemáticas huelgas ferroviarias expresaban repudio frente a semejante entrega y la exigencia de mejoras salariales y en las condiciones de trabajo.
De manera progresiva, el desarrollo de la red ferroviaria fue respondiendo al crecimiento agropecuario del país y la exportación de materias primas al Viejo Continente. En 1941, con 42.000 kilómetros en vías férreas, la Argentina ocupaba el octavo lugar en el mundo, después de Estados Unidos, Rusia, India, Canadá, Alemania, Francia y Australia, pero con una distribución muy desigual: 29.094 kilómetros de vías en manos extranjeras y 12.942 a cargo del Estado. Su trazado a modo de embudo que desembocaba en el puerto de Buenos Aires, y con los ramales de las zonas altamente productivas en poder de las empresas extranjeras, también era fiel reflejo del saqueo imperialista a un país semicolonial.

Una estatización sumamente beneficiosa para los ingleses
Desde la Primera Guerra Mundial comenzó a declinar la hegemonía del comercio internacional de Gran Bretaña, lo que se reflejó en la desinversión en nuestra red ferroviaria. El estancamiento se afianzó con la crisis económica del ’30, que provocó una fuerte reducción de las exportaciones argentinas. Entre 1929 y 1935 las cargas transportadas por ferrocarril disminuyeron 23% y los ingresos 40%; las ganancias decayeron entre cuatro y cinco veces y las acciones ferroviarias hasta 70%. La ampliación de la red vial y la competencia del transporte automotor acentuaron el retroceso del ferrocarril y la prensa británica reclamó que el Estado argentino se hiciera cargo de las pérdidas. En 1940, el ministro de Economía y abogado de las compañías Federico Pinedo (abuelo del actual senador de PRO), presentó un plan de “estatización progresiva”, con rendimiento garantizado por el Estado.
Cuando Perón asumió la presidencia en 1946, comenzaron las negociaciones con los ingleses, que intentaron imponer una empresa mixta antes de que venciera la concesión. El imperialismo yanqui, que avanzaba sobre toda América latina y ambicionaba quedarse con el negocio, frustró ese proyecto, y el gobierno justicialista terminó comprando las empresas francesas e inglesas. El 1º de marzo de 1948 se realizó el acto formal de posesión por parte del Estado de las líneas San Martín, Belgrano, Mitre, Urquiza, Roca, Sarmiento y Patagónico. Una multitud se reunió en Retiro para festejar sin que Perón pudiese estar presente, operado de apendicitis.
La estatización resultó un gran regalo para Gran Bretaña y Francia: Perón les pagó 600 millones de dólares (en libras) a los ingleses y 45 a los franceses (los cálculos de la época afirmaban que valían menos de un tercio de lo que se terminó pagando). Una fortuna por un sistema en grave estado de deterioro, con más de 30 años de antigüedad, en el que se había invertido muy poco en relación con las suculentas ganancias robadas por décadas. Lo que confirma el carácter burgués del gobierno nacionalista de Perón, que les “compró” a los piratas imperialistas lo que era legítimamente nuestro.

Un gran paso en la recuperación de la soberanía
Sin apoyar a Perón, y aun denunciando el negociado, la corriente trotskista de Nahuel Moreno (antecesora de Izquierda Socialista), consideró que la estatización era un gran paso adelante, ya que “de manera parcial y contradictoria, avanzaba en la recuperación de la soberanía del país”1.
Caído el acuerdo comercial colonial Roca-Runciman de la década infame, también los ferrocarriles dejaron de ser una herramienta de dependencia y atraso, que solo producía ganancias para sus dueños imperialistas, para dar gran impulso a la industria ferroviaria y la recuperación de patrimonio nacional. Se reorganizó la red ferroviaria, ampliándose hasta 47.000 kilómetros. El tren llegó a cientos de localidades, impulsando su desarrollo. Aumentó la cantidad de formaciones para carga y transporte de pasajeros con tarifas accesibles. Se fabricó la primera locomotora de vapor mientras la locomotora diésel eléctrica “Justicialista” cubría el recorrido entre Constitución y Mar del Plata en 3 horas y 45 minutos. Se pudo acceder al puerto de Buenos Aires y a otros, como Bahía Blanca. Asimismo, el Estado se apropió de unas 25.000 propiedades inglesas, como empresas eléctricas y de aguas corrientes, empacadoras de frutas, campos petrolíferos y destilerías, tranvías y expresos, hoteles, edificios y terrenos de enorme valor. Junto con otras nacionalizaciones y medidas de planificación económica, los ferrocarriles estatales fueron un factor esencial para elevar las condiciones de vida de millones de trabajadores urbanos y rurales.

1. Nahuel Moreno, Método de interpretación de la historia argentina, Ediciones El Socialista, Buenos Aires, 2012.


La privatización y el desguace de la red ferroviaria

A partir del golpe gorila de 1955, la Argentina se transformó en una semicolonia del imperialismo yanqui. En relación con los ferrocarriles, se sucedieron distintos proyectos y avances de privatización, desmantelamiento y ataques a las conquistas históricas de los ferroviarios en medio de una descomunal corrupción.
Finalmente, en la década del del ’90, otro gobierno peronista, el de Menem, liquidó por completo la conquista de 1948, privatizando la empresa estatal Ferrocarriles Argentinos con complicidad de la Unión Ferroviaria a cargo del burócrata Pedraza. Pese a la heroica lucha de los ferroviarios, se levantaron 24.000 kilómetros de vías y se despidieron 90.000 trabajadores. Desaparecieron los trenes de larga distancia y centenares de pueblos quedaron aislados. Más adelante, los Kirchner mantuvieron las privatizaciones y regalaron jugosos subsidios a las concesionarias, que no invirtieron un peso en los ferrocarriles. Millones de trabajadores pagaban tarifas cada vez más elevadas pero viajaban como ganado, y se sucedían los accidentes evitables. El asesinato de Mariano Ferreyra y la masacre social de Once, con 52 muertos y 700 heridos, desnudaron brutalmente el doble discurso kirchnerista sobre los ferrocarriles, pese a la demagogia de los “trenes de cartón” y los materiales comprados a China, con durmientes incluidos. Hoy el gobierno de Macri sigue con los negocios de Jaime, Schiavi y De Vido, por eso continúa con la obra faraónica del soterramiento del Sarmiento en beneficio de la megacorrupta Odebrecht; el Belgrano Cargas sigue concesionado al servicio del agronegocio, las mineras y las petroleras, y el ministro Dietrich fue autorizado a cerrar ramales y talleres para beneficio del negocio inmobiliario. Al mismo tiempo se compran vagones sin licitación y la gobernadora Vidal decreta el cierre de Ferrobaires desde el próximo 15 de marzo. La política de destrucción del sistema ferroviario se profundiza, pese a lo cual no se detiene la lucha en su defensa.
Los ferroviarios del Sarmiento y la Bordó Nacional, apoyados por gran parte de la población, vienen sosteniendo que el único modo de brindar un servicio seguro, eficiente, accesible y no contaminante, es reestatizando el sistema ferroviario sin indemnizar a las privadas, uniendo el transporte de carga y de pasajeros y poniéndolo a funcionar bajo control, gestión y administración de trabajadores y usuarios, recuperando los talleres, ramales y terrenos ferroviarios.

Escribe Mechi Beauvoir

El movimiento de mujeres logró que el segundo paro internacional se transforme en una jornada global: millones en todo el mundo nos manifestamos haciendo oír nuestros reclamos, volviendo al 8M un día histórico.

Con la consigna #NosotrasParamos, mujeres de más de 57 países y cientos de ciudades con realidades muy diversas salimos a las calles: desde la huelga en España, pasando por las movilizaciones en la Argentina, hasta la maratón de mujeres en Arabia Saudita, hicimos temblar la Tierra.
 El segundo paro internacional mostró el crecimiento del movimiento de mujeres en el mundo. Fue una jornada que tuvo como protagonistas a las trabajadoras y que demostró que nuestros problemas, producto del capitalismo patriarcal, sobrepasan las fronteras. Las luchas contra la discriminación laboral y las desigualdades entre hombres y mujeres fueron centrales. También nos movilizamos contra la violencia, los femicidios, las violaciones, las redes de trata, por el derecho al aborto y por la libertad de elección sexual.
Las mujeres del Estado Español fueron protagonistas de esta jornada logrando una huelga histórica donde participaron millones. Con la consigna “Si nosotras paramos, se para el mundo”, se realizó una huelga de 24 horas llamada por las centrales sindicales CGT y CNT, y con paros parciales de UGT y CC.OO. Según datos oficiales llegó a 90% de adhesión. Se habla de que más de 6 millones de mujeres participaron del paro laboral. La jornada del 8M comenzó con cacerolazos la noche anterior y terminó con enormes movilizaciones en diversas ciudades, con epicentro en Madrid, pero también en Barcelona, Bilbao, Santander y otras.
En México se movilizaron miles de mujeres en muchas ciudades del país. La principal reivindicación fue contra la brecha salarial, ya que a pesar de que el 53,4% de los titulados universitarios son mujeres, los hombres ganan casi 17% más. También el reclamo fue contra la violencia machista. Las mexicanas levantaron el lema “queremos ser libres y no valientes”, pues solo en 2016 se registraron 2.746 femicidios en el país.
En Turquía las mujeres desafiaron el régimen reaccionario de Erdogan y salieron a las calles en 16 ciudades, con epicentro en Estambul. Con la frase “el lugar de las mujeres es la resistencia” las turcas salieron por la igualdad de derechos y el fin de la violencia machista, entre otros reclamos. En Francia el eje del 8M fue contra la diferencia salarial. En distintos puntos del país se convocó un cese del trabajo y se realizaron manifestaciones.
También ocurrieron movilizaciones importantes en países donde la discriminación hacia las mujeres es moneda corriente, como en Indonesia, Pakistán e Irán. En Arabia Saudita las mujeres realizaron una maratón por las calles de la ciudad, ya que desde el año pasado conquistaron este derecho junto con la licencia de conducir. En Corea del Sur se levantó la consigna #MeToo que denuncia la violencia sexual.

Nuevo salto en la lucha de las mujeres del mundo

Desde que la ONU declaró el 8 de marzo “Día de la Mujer” en 1977 intentó convertirlo en una fecha festiva en la que las mujeres, independientemente de su clase y condición social, reciben flores y bombones. El fin es quitarle el carácter de lucha que las socialistas revolucionarias le otorgaron en 1910, cuando el segundo congreso de mujeres socialistas reivindicó esta fecha como el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.
Desde el #NiUnaMenos en la Argentina en 2015 se desarrolló un efecto expansivo, generando una nueva ola en las luchas del movimiento de mujeres. La pelea contra la violencia machista despertó la lucha contra el patriarcado, pero también contra las diversas formas de opresión y explotación capitalista. Por ello, el primer paro internacional de mujeres fue acompañado por un progresivo llamamiento de reconocidas feministas norteamericanas para desarrollar un “feminismo del 99 por ciento”, es decir, de todas las mujeres no explotadoras, que impactó en amplios sectores. Asimismo, la propuesta de paro de mujeres retoma la experiencia de las islandesas que en 1975 paralizaron el país para reclamar por la igualdad.
Durante 2017 las luchas de las mujeres siguieron creciendo. Primero fueron las norteamericanas repudiando a Trump al asumir, luego las polacas parando por el derecho al aborto y las iraníes contra el uso del hijab, hasta llegar al movimiento #MeToo en Estados Unidos contra la violencia sexual. Todo ello anticipó la enorme jornada del 8M.
La Unidad Internacional de las y los Trabajadores (UIT-CI) impulsó y participó de esta jornada mundial desde todas sus organizaciones. Sabemos que no habrá plena emancipación de las mujeres hasta que no acabemos con la explotación capitalista y triunfe la revolución socialista, pues el capitalismo se sirve de los diversos modos de opresión para lograr sobreexplotarnos. Cada derecho que se conquista lo arrancamos con la lucha. Por eso somos parte y apoyamos las luchas de las mujeres en todo el mundo y nos planteamos la necesidad de empujar la pelea antipatriarcal hacia posiciones anticapitalistas y por el socialismo, para acabar con la opresión y la explotación y lograr “un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”, tal como lo señaló Rosa Luxemburgo hace más de un siglo.

Escribe Mechi Beauvoir

Los paros de mujeres no son nuevos en el mundo. Retoman algunas experiencias en la lucha por la igualdad. En 1975 las islandesas fueron las primeras en realizar un paro de mujeres: se cerraron las escuelas, las guarderías, muchas tiendas y fábricas no abrieron y los periódicos no pudieron imprimirse. Más del 90% de las islandesas participaron del “día libre de las mujeres”. Muchos hombres tuvieron que realizar las tareas domésticas y llevar a sus hijos al trabajo. Fue un día histórico donde las mujeres mostraron su lugar en el sistema productivo. La jornada finalizó con una gran movilización para reclamar la igualdad con los hombres.

Con la nueva oleada del movimiento de mujeres en el mundo desde 2016, en varios países se replicó la experiencia de las islandesas. Primero, las polacas realizaron un paro de mujeres ante el intento del gobierno de restringir el derecho al aborto y criminalizarlas. La jornada, denominada #LunesNegro, combinó un paro de mujeres y movilizaciones en las principales ciudades del país. Vestidas de ese color, exigieron por el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y mayores libertades sexuales.

Al calor del #NiUNaMenos las argentinas emularían el paro de las polacas para reclamar “ni una menos” contra la violencia machista. Con la consigna “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”, miles de mujeres participaron de una jornada laboral atípica con ruidazos, cartelazos y paro activo en muchos lugares de trabajo. La jornada terminó con una multitudinaria movilización, dónde vestidas de negro denunciaron la responsabilidad del gobierno ante los femicidios.

Las mujeres francesas realizaron un paro contra la discriminación salarial convocadas por las redes sociales y respaldadas por los principales sindicatos del país en reclamo de igualdad salarial y laboral. Denunciaron que reciben un promedio de 15,1% menos de salario que los hombres.

Estos son los antecedentes del paro del 8M. Los paros de mujeres demuestran la composición del movimiento actual: la mayoría de las que se movilizan son oprimidas y explotadas por este sistema. Por eso, los paros desnudan un aspecto central del capitalismo: la superexplotación de las mujeres, que a nivel mundial significa que perciben un 26% menos de salario que los hombres. Hoy el movimiento de mujeres retoma el paro como herramienta en la lucha por la igualdad y la discriminación salarial.

Escribe Atilio Salusso

Otro 24 en el que volveremos a marchar masivamente en todo el país. Se cumplen 42 años del golpe genocida y seguimos diciendo que no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos. Como cada año nos movilizaremos no sólo contra la impunidad de ayer, sino contra la de hoy de Cambiemos.


Continuamos exigiendo cárcel común y efectiva para los militares asesinos y sus cómplices civiles, los grandes empresarios, multinacionales y políticos patronales. Contra la domiciliaria a Etchecolatz. Contra las plegarias de la cúpula de la iglesia católica reclamando “derechos humanos para nuestros fieles militares”, como lo dijo hace días el obispo castrense Santiago Olivera. Por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Contra el gatillo fácil y la doctrina Chocobar de la ministra de la Gendarmería, Patricia Bullrich. Contra la persecución a los que luchan y la represión en los conflictos obreros y populares.

El “no olvidamos” incluye la impunidad que hubo bajo el gobierno kirchnerista. Por Julio López y para que César Milani se pudra en la cárcel. Para que se deje de pagar la deuda externa al imperialismo, el que planificó los golpes en Latinoamérica con el Plan Cóndor. Repudiamos tanto el brutal endeudamiento actual de Macri como los 200.000 millones de dólares que pagó el gobierno kirchnerista por una deuda ilegítima que viene de la dictadura de Videla-Martínez de Hoz.
Venimos de una rebelión popular contra el robo jubilatorio en diciembre y de una masiva marcha de mujeres el 8M. ¡Seamos centenares de miles el próximo 24 de marzo contra el ajuste y la represión de Macri y los gobernadores!
Nos dirigimos a las nuevas generaciones que se vienen movilizando cada año contra la impunidad y los gobiernos de turno. Vamos a reivindicar la memoria de los 30.000 desaparecidos que este gobierno niega. Y la de nuestros caídos del glorioso PST, nuestro partido antecesor, asesinados por la Triple A, y los más de cien desaparecidos que dieron la vida por un gobierno de los trabajadores y el socialismo.
El Frente de Izquierda sacó una declaración que en una de sus partes dice: “La importancia de la movilización del 24 de marzo está dada en que concentra las luchas más importantes del momento, junto con una delimitación histórica ante todos los gobiernos que desde 1983 a la fecha han asegurado la impunidad del aparato represivo de la dictadura y aplicado una política represiva contra el movimiento obrero y popular. […] El mérito de haber mantenido esta movilización independiente le cabe por completo al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia […]”.
Con esas banderas llamamos a marchar el 24. A hacer charlas debate, recordatorios y todo tipo de iniciativas preparatorias de otra gesta masiva en las calles contra este gobierno entreguista, antiobrero y reaccionario de Macri apoyado por los gobernadores del peronismo y la podrida CGT.
¡Este 24 mantengamos bien en alto las banderas y marchemos en todo el país!

Tags

Con este número comenzamos una nueva suscripción a nuestro periódico y aumentamos su valor a 15 pesos, por el incremento en los costos de impresión. El objetivo es que El Socialista llegue a más compañeras y compañeros en fábricas, escuelas, hospitales, barrios y plazas. En sus páginas seguiremos apoyando y fortaleciendo las luchas en curso contra el ajuste de Macri y sus cómplices: los gobernadores y la burocracia sindical.

Con el periódico podrás conocer cómo actúan las direcciones sindicales combativas, como la de los ferroviarios del Sarmiento, que defienden a sus compañeros y denuncian las mentiras de la empresa, a la vez que luchan por la reestatización del ferrocarril. Haciendo llegar El Socialista a más lectores fortalecemos al Frente de Izquierda del que somos parte, en oposición a los políticos patronales y gerentes de empresas de PRO, y al doble discurso del kirchnerismo y de la centroizquierda.

A vos te pedimos que nos des una mano suscribiéndote, para recibir veinte números abonando 300 pesos. Sabemos que es un esfuerzo económico, pero es lo que nos permite seguir adelante, ya que no tenemos ni queremos aportes de empresarios ni banqueros, sino aquel que proviene de los militantes y simpatizantes de nuestro partido.

Con la adquisición de El Socialista nos estarás ayudando a divulgar las luchas y a que nuestras denuncias y propuestas lleguen semanalmente a más compañeros. ¡Suscribite!

Tags

Isadora

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

Asonada militar frustrada en Bolivia

Asonada militar frustrada en Bolivi…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei firma “el acta de la dependencia”

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei f…

08 Jul 2024 COMUNICADOS DE PRENSA

Loan: la desaparición que indigna a un país

Loan: la desaparición que indigna …

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Después de la Ley Bases / Un gobierno en crisis

Después de la Ley Bases / Un gobie…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585