Como cada 8 de marzo, en el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras nos movilizamos por nuestros derechos, contra la violencia machista de este sistema capitalista y patriarcal que nos considera a las mujeres y disidencias material descartable. En lo que va del año contamos cuarenta y ocho femicidios y trans-travesticidios según el Observatorio Lucía Pérez, ONG que se encarga de registrar los casos. Las redes de trata que desaparecen mujeres, niñas y niños para la explotación sexual actúan con total impunidad, gracias a la complicidad de la policía, la justicia y los políticos de turno. La justicia patriarcal sigue amparando a violadores y abusadores, mientras revictimiza a quienes denuncian y obliga revinculaciones forzadas como en el emblemático caso “Arcoiris”, por el que hicimos una muralla humana el miércoles 22 para evitar que la policía entregue a la niña a la familia del abusador.

El ajuste del gobierno peronista del Frente de Todos (Alberto, Cristina, Massa y el FMI) nos afecta más a las mujeres y disidencias, que sufrimos las consecuencias más duras de la crisis económica y social. Sostenemos los hogares más humildes, somos las primeras despedidas y tenemos los trabajos más precarizados y peores pagos. Por su parte, la oposición patronal de Juntos por el Cambio (radicales y macristas) quiere profundizar esta miseria. Ya gobernaron, y cuando lo hicieron también descargaron la crisis sobre nosotras y nosotres. Milei y los liberfachos son la reacción patriarcal, están en contra del derecho al aborto conquistado con la movilización y de nuestras libertades democráticas. Además, en su propio espacio (La Libertad Avanza) utilizan las aberrantes prácticas de abusos sexuales contra las mujeres. Una muestra más de que no son nada nuevo, sino la expresión más rancia de las mismas prácticas misóginas de los partidos patronales.

Contra todas estas violencias tenemos que ganar las calles este #8M. Te invitamos a organizarte con Isadora y Disidencias en Lucha junto al Frente de Izquierda Unidad para dar con más fuerza estas peleas.

#NiUnaMenos, los gobiernos son responsables. Presupuesto para combatir la violencia de género no para la deuda
#NiñasNoMadres. Que se garantice el derecho al aborto en todo el país. Fuera los antiderechos
Separación de la iglesia del Estado. Educación sexual laica, científica y feminista. Basta de beneficios económicos para las iglesias. Cárcel a los curas abusadores
Aparición con vida de Tehuel. Aplicación del cupo laboral travesti-trans ya
Igual salario por igual trabajo. Basta de precarización laboral. No al techo salarial del 60%
Por sueldos que le ganen a la inflación
Solidaridad con la lucha del pueblo peruano. Fuera Dina Boluarte
Abajo el ajuste de los gobiernos y el FMI. La deuda es con nosotres

¡MARCHÁ CON NOSOTRES! https://forms.gle/HPXCK6UpugcaGoms8

Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa (CABA) por Izquierda Socialista/FIT Unidad

El Congreso español finalmente aprobó, tras meses de debate, la ley que autoriza la libre autodeterminación de género a partir de los dieciséis años. El texto, aunque no es el presentado originalmente por los colectivos LGBTQI+, es un paso adelante muy importante para las personas trans.

La ley aprobada reconoce la voluntad de la persona como único requisito para cambiar de sexo en el registro, y en el caso de menores de dieciséis años y mayores de catorce tendrán que asistir con su madre, padre o tutor. Solo será necesaria la intervención de la justicia para el cambio registral cuando la persona que lo solicita tenga más de doce y menos de catorce años. Además se logró suprimir los requisitos que eran necesarios hasta ahora para el cambio de género, como el informe médico y la prueba de tratamiento hormonal.

Junto a esta importante conquista, también con la movilización feminista, se logró anular la retrógrada enmienda que el gobierno conservador del Partido Popular (PP) había impuesto en el 2015 a la ley del derecho al aborto. En esa enmienda se obligaba a las personas de dieciséis y diecisiete años que querían abortar a presentar el consentimiento y permiso de la madre, padre o tutor.

Saludamos la movilización feminista, sin la cual nada se hubiese obtenido mientras renovamos el compromiso de seguir dando la pelea para terminar con todas las restricciones que actualmente interfieren para la real implementación del derecho al aborto. 

Escribe Nicolás Núñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)

La comunidad mapuche del Lof Cayunao se encuentra resistiendo el avance del alambrado que quieren instalar representantes de la monarquía qatarí en las nacientes del Río Chubut. ¿Qué nos muestra este conflicto de la realidad patagónica?

La apropiación masiva de tierras por parte de multimillonarios de diversas nacionalidades es una realidad que atraviesa toda la Argentina, con particular énfasis en el sur del país. Según el Registro Nacional de Tierras Rurales, 1.250 terratenientes (el 0,1% del total de propietarios de todas las categorías) tienen en su poder el 35% del territorio nacional (unas 62 millones de hectáreas). En la Patagonia, más de quinientos establecimientos agropecuarios de más de 20.000 hectáreas dan cuenta de un poder concentrado que debería complementarse con los latifundios destinados a otras formas de acumulación (inmobiliaria, minera, o simple acaparamiento y ocio), pero delimitar dicho registro resulta inviable dada la falta de información pública al respecto.

Según el mencionado registro rural, si bien es en el norte del país donde la extranjerización tiene más peso (en torno al 10% cuando el promedio nacional ronda el 5%), provincias como Chubut llegan al 8%, y localidades como Lacar (Neuquén) a un 54%, Magallanes (Santa Cruz), un 25,7%, y Cushamen (Chubut), zona donde perdió la vida Santiago Maldonado, un 22,9% (datos Tiempo Argentino 12/02/22). Es en ese contexto que se inscribe el enclave de 14.000 hectáreas que posee el magnate inglés Joe Lewis, con sus patotas que recientemente agredieron la movilización que exigía el paso libre al lago que diversos fallos provinciales dictaminaron, pero que el gobierno de Arabela Carreras se niega a garantizar.

El listado de los principales dueños de la Patagonia lo encabezan: Grupo Benetton (italiano) con 900 mil hectáreas; Walbrook (inglés) con 600 mil; y en tercer lugar, Lázaro Báez, quien entre 2008 y 2015 llegó a hacerse poseedor de 470 mil. Cuando veamos la preocupación que muestran sectores del peronismo kirchnerista con el loteo a gran escala del sur argentino, sepamos que está bastante floja de papeles. En el listado irán apareciendo también capitales chinos, europeos, yanquis, y los más recientes representantes de la monarquía qatarí.

El lucro versus el derecho a la tierra y el agua

Por estas horas, la familia del Lof Cuyanao, subiendo 15 kilómetros a pie por duros caminos de montaña, está resistiendo cuerpo a cuerpo ante el avance del alambrado que empleados de la monarquía qatarí están buscando instalar para apropiarse de la naciente de ríos como el Chubut, del cual depende el acceso al agua de miles y miles en la región. Pareciera que el único freno a la voracidad de éstos capitales es la pelea de las comunidades que históricamente defienden los territorios.

La realidad es que las leyes vigentes, como la Ley de la Tierra (26.737), dejan abiertos flancos de todo tipo para la extranjerización de la tierra, como los agujeros negros de las sociedades anónimas, o incluso propietarios latifundistas con domicilio en “paraísos fiscales”. A su vez, como vimos con los chats del ministro de seguridad porteño Marcelo D’Alessandro, organizando “retiros espirituales” de conspiración en Lago Escondido, la connivencia de los magnates con el poder judicial es total; y las fuerzas de seguridad locales son una continuidad de los brazos armados paraestatales de los Lewis, Benetton y compañía.

En un país donde el 40% de la población no posee un pedazo de tierra o techo donde vivir; en un mundo que va entiendo como estratégicos los bienes comunes, e incluso va a la guerra por ellos; en territorios constituídos en base al genocidio de pueblos originarios que hoy son nuevamente agraviados, en los que al día de hoy están impunes crímenes como los que costaron la vida de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, y con presas políticas como las hermanas mapuche; la Patagonia argentina no puede seguir siendo rematada al mejor postor.

Es necesario rodear de solidaridad la lucha de Lof Cuyanao, y fortalecer la pelea por terminar con el poder latifundista (autóctono y extranjero) en nuestro país. Se impone pelear por una reforma agraria y la cesión masiva de estas tierras que fueron apropiadas ilegalmente por multimillonarios, para ponerlas al servicio del derecho a la tierra, a la vivienda, la alimentación y el ocio del pueblo argentino.

Escribe Pili Barbás, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista/FIT Unidad

El 3 de marzo en todo el planeta se llevará adelante una nueva jornada de protestas convocada por Fridays For Future/Viernes por el Futuro (FFF), el movimiento impulsado por Greta Thunberg junto a jóvenes de todo el mundo que se organizan contra el calentamiento global y sus consecuencias. El eje de esta convocatoria es el fin del financiamiento a los combustibles fósiles, lucha que quedó graficada con la resistencia del pueblo alemán de Lutzerath a ser devastado para el desarrollo de una mina de carbón. La realidad, que es la criminal invasión de Putin a Ucrania, tuvo entre sus efectos un trastocamiento de los suministros energéticos que las multinacionales aprovecharon para volver a dar rienda suelta a una explotación a mansalva de hidrocarburos que representa una anulación de todos los compromisos ambientales asumidos en los últimos años.

En nuestro país esa pelea empalma naturalmente con la defensa del Mar Argentino y del Golfo San Matías (Río Negro) contra el avance de las petroleras, pero también con las peleas contra el fracking, la megaminería y el saqueo del litio. Lo que está en discusión es que bajo las lógicas del capitalismo es inviable una transición energética y productiva que permita hacer frente a la crisis climática. Por eso es muy importante que la convocatoria global haya retomado la consigna #peoplenotprofit (el pueblo no las ganancias).

En Argentina, la novedad de esta Huelga Mundial es que Jóvenes por el Clima, la agrupación que se autoproclama representante local de FFF, está tan adaptada a la desmovilización del peronismo kirchnerista que han desistido de convocatoria alguna. La Coordinadora Basta de Falsas Soluciones tomó el guante, sumando a todas estas problemáticas el rechazo a la represión a les ambientalistas y el apoyo a las comunidades en resistencias, como Lof Cuyanao en la defensa del Río Chubut, o los pueblos que resisten las fumigaciones de los agrotóxicos que promueve el nuevo jefe de asesores del presidente, Antonio Aracre, ex CEO de Syngenta.

En CABA, la convocatoria es en el Obelisco a las 17.30. ¡Sumate junto a Ambiente en Lucha!

Escribe Adolfo Santos

Después de dieciocho años de proscripción, el 11 de marzo de 1973, el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli), con Héctor Cámpora a la cabeza, ganaba la elección y el peronismo conquistaba el gobierno por tercera vez.  Se ponía fin a una decisión antidemocrática dispuesta desde el golpe gorila, clerical y proimperialista de 1955.

No fue una concesión graciosa, en el campo democrático, del gobierno de facto surgido del golpe militar de 1966. Acosada por conflictos e insurrecciones obreras, estudiantiles y populares, cuya mayor expresión fue el Cordobazo, la dictadura iniciada con Onganía y ahora encabezada por el general Alejandro Agustín Lanusse no tuvo más remedio que ceder y rehabilitar a los partidos políticos. Mediante lo que quedó conocido como Gran Acuerdo Nacional, (GAN) se iniciaron negociaciones con los principales líderes burgueses, fundamentalmente con Perón, desde su exilio en Madrid, y con Ricardo Balbín, de la UCR, acordando una convocatoria a elecciones para canalizar el ascenso.

Sería un acuerdo con limitaciones, destinado a descomprimir la situación de la lucha de clases. Se levantó la proscripción al peronismo, aunque con una maniobra legal se impidió la postulación de Perón (solo podían ser candidatos los residentes en el país hasta antes del 25 de agosto de 1972). Pero si el objetivo del GAN era devolver protagonismo al peronismo, para frenar las luchas que hacían tambalear el sistema vigente, la fórmula presidencial encabezada por Cámpora y el conservador Solano Lima no tenía la autoridad suficiente para controlar el proceso. Se necesitaba una dirección más fuerte, algo que solo se podía garantizar con la intervención directa del general Perón.

Las luchas no pararon

El triunfo electoral después de años de proscripción fue visto como una conquista de la movilización, y envalentonó a la clase trabajadora y sectores populares que se sentían con el derecho de exigir nuevas demandas. En la noche del mismo día 25 de mayo en que Cámpora asume al gobierno, miles de personas rodearon la cárcel de Devoto exigiendo la libertad de los presos políticos. No había paciencia para esperar la promulgación de una prometida “ley de amnistía”. En apenas unas horas centenas de presos, muchos de ellos dirigentes de organizaciones guerrilleras, fueron liberados de las cárceles de Devoto, Rawson, Caseros, La Plata, Tucumán y Córdoba.

Una gran ola de conflictos por reivindicaciones largamente postergadas, exigiendo la reincorporación de los despedidos durante la dictadura, y por cuestiones democráticas y económicas, se extendió como reguero de pólvora cuestionando el acuerdo burgués entre Perón, Balbín y Lanusse. Las huelgas con ocupaciones de fábrica, muchas veces con miembros de la patronal como rehenes, se convirtieron en moneda corriente. La zona norte del Gran Buenos Aires, donde se habían instalado centenas de fábricas, fue la vanguardia de este proceso. Las metalúrgicas Ema, Wobron, Del Carlo, Corni y Tensa, Editorial Abril, las ceramistas Lozadur y Cattáneo, los astilleros Astarsa, fideos Matarazzo, DPH y Panam, del plástico, entre otras, fueron protagonistas de la efervescencia obrera de ese momento y generaron una nueva vanguardia que le disputaba espacios a la burocracia sindical.

Perón asume el timón

El Pacto Social, un proyecto de conciliación de clases ideado por el ministro de Economía José Ber Gelbard –dirigente de la Confederación General Económica (CGE)- cuyo objetivo era el control de los salarios, no conseguía cumplir su cometido y era impotente para detener el ascenso. Aunque firmado por la CGT de José Rucci, las bases no lo reconocían y los burócratas sindicales empezaron a ser desbordados por un nuevo activismo que peleaba por más. El 13 de julio, apenas cuarenta y nueve días después de asumir, Cámpora fue obligado a renunciar para abrirle camino a Perón, el único dirigente burgués con autoridad para intentar frenar las luchas. Raúl Lastiri, presidente de la Cámara de Diputados, un desconocido de las mayorías, pero del entorno de Isabel Perón y yerno de López Rega, asumió interinamente la presidencia.

Instalado en Argentina, Perón dirigió un mensaje al país para mostrar que había tomado las riendas. “Los peronistas tenemos que retomar la conducción de nuestro movimiento”, dijo, y volvió a embestir contra los “infiltrados” y los “enemigos embozados y encubiertos a los que había que combatir”. Un claro mensaje contra la izquierda que actuaba en los diversos movimientos sociales. Sin embargo, tanto las FAR como Montoneros trataban de justificarlo con la tesis de que Perón estaba cercado por las fuerzas de derecha proimperialistas comandadas por López Rega y la burocracia sindical, lo que le impediría “dialogar con su pueblo”. Negaban el objetivo con el que Perón volvía: disciplinar al movimiento obrero al servicio de un plan patronal.

El triunfo Perón-Perón

El 23 de septiembre se realizaron nuevas elecciones presidenciales. La fórmula Perón-Perón (con Isabel como vice) ganó ampliamente. El imperialismo, los grandes y medianos empresarios, sectores de la oligarquía, las fuerzas armadas, la burocracia sindical y la Iglesia cerraron filas detrás del general con la esperanza de que pusiera fin al “caos social”. El amplio triunfo obtenido con el apoyo de las masas pretendía ser utilizado para consolidar el proyecto de fondo: derrotar al movimiento obrero que venía en ascenso desde el Cordobazo. Perón murió el 1 de julio de 1974 sin conseguir ese objetivo. Además, frustró las ilusiones de los millones que creyeron que su jefe volvía para aplicar un proyecto de justicia social y liberación nacional. Por el contrario, el peronismo nunca volvió a repetir las concesiones otorgadas a partir de 1945.

La asunción de su esposa María Estela Martínez de Perón, y la aplicación de una serie de medidas reaccionarias y antidemocráticas, profundizaron la crisis. El nombramiento de Celestino Rodrigo, hombre de López Rega, como ministro de Economía para aplicar un violento ajuste aumentó el caos. El plan, conocido como “Rodrigazo”, proponía una devaluación superior al 100%, aumento de los servicios públicos, liberación de los precios y suba de las tasas de interés, a la vez que limitaba el aumento de los salarios a un 40% en medio de una inflación de 50%. Era el escenario perfecto para generar nuevos estallidos. Presionada, la burocracia sindical se vio obligada a decretar la primera huelga general contra un gobierno peronista. Ocurrió los días 7 y 8 de julio de 1975 con total acatamiento y grandes movilizaciones, desestabilizando completamente el frágil gobierno. Rodrigo fue obligado a renunciar, y López Rega huyó del país. Era el inicio del fin del gobierno peronista surgido del triunfo del 11 de marzo de 1973. Lejos de resolver los graves problemas sociales, con la complicidad de sectores de la burguesía, la iglesia y de la burocracia sindical, las medidas adoptadas por el gobierno de Isabelita generaron las condiciones para la instauración de la más sangrienta dictadura sufrida en nuestro país. Se cerraba, así, el largo y rico proceso de luchas abierto con el Cordobazo.