Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
01/09/2024. El Estado sionista de Israel ha escalado las agresiones militares genocidas sobre el Líbano. Esta escalada está marcada por las detonaciones masivas de “beeperes” y radios entre el 16 y el 17 de septiembre, los bombardeos masivos sobre Beirut y otras ciudades que desde las jornadas del 23 asesinaron a más de 1000 personas, el desplazamiento masivo de cerca de un millón de habitantes y el asesinato del jefe máximo de Hezbollah, Nassan Nasrallah y otros dirigentes.
La operación “Flechas del Norte” –como Israel denomina sus acciones militares sobre el Líbano- busca penetrar en el sur del país para extender la frontera norte de Israel, como mínimo, hasta el Río Litani con el objetivo de disponer de un espacio de seguridad entre Israel y el Líbano, zona que esté controlada un 100% por las fuerzas de ocupación sionistas e imperialistas, retrotrayendo la situación a antes del año 2000, cuando Israel tuvo que salir de esa región y devolverle los territorios al Líbano, luego de haberlos ocupado desde el año 1985.
Con ese objetivo, han instado al desalojo de 20 ciudades y aplicado fuego aéreo y de artillería que se ha intensificado durante el martes 1 de octubre. Israel ha notificado a su socio imperialista de los Estados Unidos de su intención de realizar una incursión terrestre disfrazada de “redadas limitadas, localizadas y selectivas” para destruir a Hezbollah. ¡Falso! Nada de localizado ni selectivo, Israel realiza bombardeos sobre áreas densamente pobladas y asesina sistemáticamente a la población civil para amedrantar al conjunto de los pueblos, el palestino y libanés. Israel no quiere proteger la población del “terrorismo”. Israel es un estado genocida y terrorista que busca el desplazamiento masivo de la población original y la ocupación militar de las tierras en Palestina y ahora también, nuevamente, en el Líbano.
Para concretar esta agresión militar y la posible invasión terrestre sobre el sur del Líbano, Netanyahu cuenta con el criminal apoyo de los Estados Unidos, quienes –a pesar de pedir junto a Francia un alto el fuego de 21 días- garantizan la impunidad mundial y el apoyo económico, político y material a Israel. Solo para dar un ejemplo, se estima que gran parte de las bombas de 900 Kg utilizadas en los ataques sobre Beirut fueron provistas por los Estados Unidos y lanzadas por sus aviones F-35. En ese sentido, el Secretario de Defensa de EE UU, Lloyd Austin afirmó que “Estuvimos de acuerdo en la necesidad de desmantelar la infraestructura de ataque a lo largo de la frontera para garantizar que Hezbollah no pueda perpetrar ataques similares a los del 7 de octubre”. Además, Estados Unidos planea el refuerzo de soldados y más aviones cazas para fortalecer al portaaviones Abraham Lincoln, instalado en el golfo de Omán. Mientras esto sucede, Joe Biden, en medio de la campaña electoral junto a la demócrata Kamala Harris, buscan hacer malabares y despegarse con abstractas propuestas de alto el fuego que cada vez están más lejos de cumplirse.
Las nuevas agresiones militares y la amenaza de una invasión terrestre por parte del ejército israelí sobre el Líbano son una nueva acción criminal de Netanyahu y su régimen nazi-sionista y ultra religioso, para evitar su caída. Netanyahu requiere sostener la guerra para permanecer en el poder, mientras fracasa en su objetivo de destruir a Hamas y al conjunto de la resistencia palestina, y ahora, a Hezbollah. Parte de esta política guerrerista son también los bombardeos ejecutados contra los rebeldes hutíes en Yemen.
Mientras busca extender las agresiones al Líbano, continúan el genocidio sobre Gaza y Cisjordania. A poco de cumplirse un año de la nueva fase del genocidio comenzado en 1948, más de 40.000 personas fueron asesinadas, entre ellos miles de mujeres y niños. Israel busca la limpieza étnica en Gaza y Cisjordania, busca ocupar todo el territorio histórico, con su política de echar a los palestinos y palestinas e instalar el “Gran Israel”. Israel desconoce todos los acuerdos diplomáticos y Netanyahu se paseó por la ONU afirmando que “no hay rincón de medio oriente al que Israel no pueda llegar”, ante la mirada cómplice de las autoridades y fracasados expertos diplomáticos y la pasividad de los países árabes. Israel busca la guerra permanente y el exterminio, demostrando una vez más, sobre miles de muertos, desplazados y refugiados; el fracaso histórico de la falsa política de los “Dos Estados” sostenido por el imperialismo.
A un año de la invasión a Gaza, las movilizaciones y acciones de solidaridad con la resistencia y el pueblo palestino han comenzado a recuperar iniciativa. El pasado 27 de septiembre se realizó una huelga general y grandes movilizaciones en el Estado Español y se preparan importantes acciones de solidaridad en diversas ciudades del mundo. Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos a sostener la movilización mundial en solidaridad con el pueblo palestino y exigimos a los gobiernos del mundo que rompan relaciones diplomáticas, políticas, económicas, militares y culturales con Israel ¡Basta de enviar armas! ¡Basta de financiar el genocidio! ¡Basta de muertos por hambre y enfermedades! ¡Apertura ya de las fronteras para el ingreso de la ayuda humanitaria! ¡Fuera Israel de Gaza, Cisjordania, toda Palestina y del Líbano! ¡Por una Palestina única, laica, democrática y no racista! ¡Viva Palestina libre del río al mar!
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI)
1 de octubre de 2024
Por Reynaldo Saccone*
27/9/2024. La aparición a mediados de agosto de un caso de viruela símica en Suecia fue la gota que colmó el vaso. La llegada de esa enfermedad tropical a este frío y civilizado país europeo terminó de encender todas las luces rojas del tablero de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
A mediados de agosto la entidad declaró la emergencia epidemiológica causada por la infección del virus mpox en su variante Clade Ib, una mutación distinta del mismo virus que ya en 2022 se había extendido desde el centro de África por varios países de Europa, las Américas y el Caribe.
Este virus, emparentado con el de la viruela, causa una nueva enfermedad en los humanos que, si bien es menos contagiosa, con síntomas más moderados y con menos mortalidad que aquella, su evolución es una incógnita. Como vimos con el Covid 19, los virus pueden mutar a variantes más contagiosas, agresivas y mortales en pocos días. Todavía no se sabe cómo puede evolucionar. Reside habitualmente en monos y son transmitidos a la especie humana por pequeños mamíferos – murciélagos, ratas y otros- que comen restos de animales selváticos infectados y luego, con sus secreciones, contagian a quienes viven o trabajan en esos ambientes. Desde 2022 hasta agosto de 2024, la OMS ha confirmado un total de 103.000 casos en más 120 países, que incluye 723 muertos en más de una docena de países africanos.
El brote de mpox en su variedad clade II de 2022 pareció inicialmente una enfermedad de transmisión sexual pero luego se constataron otras formas de contagio. La nueva variante Ib aparecida en 2023 y también iniciada en el Congo, es más contagiosa aún que la anterior, se expande más rápidamente, está sustentada en la comunidad y hace estragos en los niños: hasta agosto de 2024 el 70% de los casos registrados y el 85% de las muertes atribuidas al mpox eran menores de 15 años.
¿Por qué aumentaron las zoonosis durante el último medio siglo?
Las zoonosis son infecciones propias de animales que contagian al ser humano. La explotación irracional a que el capitalismo imperialista somete tanto a los seres humanos como a la naturaleza ha generado estas peligrosas epidemias. Al destruir selvas y praderas naturales habitadas por las especies silvestres para desarrollar la minería a cielo abierto, la agricultura extensiva y el talado masivo de bosques, contactan especies silvestres con poblaciones humanas facilitando la transferencia de virus y otros gérmenes, habituales en algunas especies, pero dañinas en humanos. El calentamiento global -también producto de esta misma explotación irracional capitalista-, favorece también la expansión de enfermedades. Un ejemplo de lo que decimos es la migración de mosquitos portadores del virus del dengue a zonas anteriormente templadas y libres de insectos y pestes.
Las enfermedades provenientes de animales que han atacado a los humanos en el último medio siglo constituyen apenas la punta del iceberg. “Se calcula que en el planeta hay 1,6 millones de virus en hospedadores como mamíferos o aves. De ellos, unos 700.000 podrían tener el potencial de infectar a los seres humanos. De esa cantidad han sido identificados sólo 250. Los científicos lo tienen claro, la duda no es si se va a producir una próxima pandemia, sino dónde y cuándo (Política Exterior, número 220, Graziella Almendral, 8/8/2024)”.
Sin embargo, no bastan la devastación de la naturaleza y la perturbación drástica del mundo biológico. Es necesario otro componente para que la enfermedad pueda germinar: una población receptiva, debilitada por una súper explotación implacable, hundida en la miseria y desnutrida. El cruce de estas coordenadas: la biológica, la ambiental y la social se da precisamente en esos territorios asolados por la rapiña imperialista, donde el capitalismo muestra en forma concentrada su poder destructivo. Resulta lógico, entonces, que muchas de las más letales epidemias del último medio siglo se hayan originado en África como el SIDA, el Ébola, la fiebre del Nilo o en el sudeste asiático como las influenzas aviar, porcina, N1H1 o en China, a partir de los murciélagos silvestres como el Covid 19. Desde allí irradian a todo el planeta y aunque el contagio es universal se concentra en los barrios hacinados de trabajadores urbanos y rurales. Desde enero de 2022 se han registrado 38.465 casos de la viruela del mono en 16 países africanos. El foco central se da en la República Democrática del Congo (RDC)[Ver recuadro].
¿Está la humanidad preparada para afrontar una nueva pandemia?
El capitalismo imperialista crea, en su crisis, una situación paradojal: por un lado, ha llevado a que la humanidad -mediante la ciencia y la tecnología- haya logrado las herramientas para predecir, prevenir y combatir las epidemias; pero, por otro lado, impide que esos objetivos se cumplan y avanza todos los días en la destrucción del ser humano y la naturaleza.
Un ejemplo de estos progresos es el de las vacunas. Gracias a este gran invento de Edward Jenner de principios del siglo XIX, en 1980 el planeta quedó libre de viruela. Esa vacuna nunca fue patentada; su producción pudo difundirse libremente por todos los países, lo que permitió lograr este beneficio para la humanidad. Con el colosal desarrollo de la ciencia y la tecnología alcanzado actualmente ese éxito podría reiterarse contra las infecciones emergentes recientes. Pero hoy en día esa libertad de producción no existe porque las multinacionales han impuesto patentes en todos los países -y los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio que las garantizan-, monopolizando la elaboración mundial de vacunas (y sobre todo sus ganancias) en manos de un puñado de empresas.
La OMS autorizó el 13/9/2024 la primera vacuna contra la viruela símica en adultos producida por la empresa danesa Bavarian Nordic A/S a un precio de 200 dólares las dos dosis necesarias. Sus acciones en la Bolsa volaron un 76% en los últimos 6 meses. Todos quieren subirse al negocio de la única empresa que posee la patente. Es imposible que esa sola compañía pueda satisfacer la demanda mundial; ni la OMS ni la firma lo creen. Por la existencia de las patentes, países con capacidad instalada y recursos humanos aptos para elaborar esa y otras vacunas, como Sudáfrica, la India, Corea del Sur, Brasil, México, Argentina y ni hablar de Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China -entre otros- no pueden hacerlo, permitiendo la evolución de la epidemia.
Sucede como durante la pandemia de Covid 19. Sudáfrica y la India solicitaron a la OMC una liberación de patentes para incrementar la producción de vacunas, pero las principales potencias imperialistas dieron largas al asunto y nunca hubo respuesta. Por el contrario, el gobierno de Donald Trump subsidió con 10.000 millones de dólares a cinco multinacionales dueñas de patentes siendo las estadounidenses Moderna y Pfizer las que llevaron la parte del león. La producción, limitada a estas empresas poseedoras de patentes, demoró en cubrir las necesidades mundiales y la pandemia pudo cobrarse 7 millones de muertos.
Luchemos contra cada una de las manifestaciones de la barbarie imperialista en el camino de acabar con el capitalismo e instaurar el socialismo
Nuestra corriente internacional socialista revolucionaria, la UIT-CI, impulsa la lucha implacable contra cada una de las manifestaciones de la barbarie imperialista. Apoyamos los movimientos en defensa del medio ambiente y la preservación del planeta, contra la deforestación, el saqueo extractivista y por campañas de prevención y erradicación de pestes que afectan a planteles de aves y ganado, que se transmiten a los trabajadores y el pueblo. Estamos por la defensa de la salud pública y de los trabajadores del sector, por la atención médica gratuita y luchamos por la liberación de las patentes y por remedios y vacunas sin costo. Por presupuestos del estado y no para armas.
La lucha de fondo es contra el capitalismo que, en su crisis, amenaza con llevarnos a una catástrofe social, ambiental y biológica que haga peligrar la existencia misma de la especie humana. Si continúa el dominio de las multinacionales y de la propiedad privada de los grandes medios de producción, el futuro que nos espera es el de las pandemias, la destrucción ambiental, los sufrimientos de las masas y la degradación de la vida humana. Luchamos por establecer en cada país y en el mundo gobiernos de la clase trabajadora y el pueblo que terminen con la explotación del hombre por el hombre y pongan los avances de la ciencia y la tecnología al servicio de las necesidades de las masas y la preservación del planeta.
*Médico, ex presidente de la Cicop (Sindicato de Profesionales de la Salud de la provincia de Buenos Aires, Argentina), y dirigente de Izquierda Socialista/UIT-CI.
En el Congo se cruzan las coordenadas de la barbarie imperialista
La República Democrática de Congo, poblada por 105 millones de habitantes, está enclavada en el centro de África, en la extensa franja ecuatorial de tierras fértiles que rodea al planeta atravesando Sudamérica, África, el Sudeste asiático e Indonesia. El 55% de su superficie todavía está cubierta de selvas, aunque en continua deforestación para utilizar sus maderas como combustible, hacer lugar a la explotación de sus minas y la agricultura extensiva de exportación.
El Congo ofrece el tesoro de 1100 sustancias minerales -algunas preciosas- y todas de gran importancia en las nuevas tecnologías de aplicación industrial y militar: oro, tungsteno, tantalio y estaño en las provincias del Este; cobre, cobalto, diamantes, uranio, coltán y otros en Katanga y en el centro del país. Enormes riquezas saqueadas por multinacionales que mantienen en semi esclavitud a sus trabajadores, y destruyen el equilibrio ecológico mediante la explotación irracional de los recursos, liberando así epidemias que estaban naturalmente confinadas a la vida silvestre.
La República Democrática del Congo (RDC), el principal foco infeccioso en África de la viruela del mono. Ha registrado 548 muertes en 2024 por esta enfermedad, informó el Gobierno después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara como emergencia de salud internacional el actual brote en varios países africanos.
Colonia belga desde el siglo XIX, en 1960 logró su independencia política. Asociadas con los sucesivos gobiernos congoleños cipayos, las multinacionales -ya no solo belgas, sino de casi todas las potencias imperialistas- continuaron y extremaron la rapiña, descargando sobre las masas un nuevo castigo: un estado de guerra civil casi permanente. Es que, para apoderarse de los recursos, los monopolios estimulan el enfrentamiento entre fracciones locales -aun contra el débil y corrupto gobierno central- y financian sus milicias privadas con las fabulosas ganancias que obtienen.
Las principales son de Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca e Irlanda. También las hay de Rusia y otras repúblicas de la ex URSS y China que, por ejemplo, participan del saqueo del coltán, mineral clave para centrales nucleares, misiles de largo alcance y otros usos militares; en el pillaje de los diamantes también intervienen Israel, Líbano, Sudáfrica y Bélgica. La presencia de fuerzas regulares regionales y la misión de mantenimiento de la paz de la ONU con 16.000 uniformados, no solo está lejos de apaciguar la afligente situación del pueblo congoleño, sino que sus miembros participan de abusos y extorsiones hacia la población local. En la R.D. del Congo la “violencia de género” significa lisa y llanamente violaciones. Las cuales, en gran parte son perpetradas como método de sometimiento por uniformados tanto de las tropas regulares como de las milicias privadas y, como se ha denunciado, de las Naciones Unidas.
La explotación minera es mayoritariamente artesanal. Los trabajadores excavan manualmente, con herramientas simples y las tecnologías más básicas, estrechos pozos de doscientos o más metros de profundidad. Está generalizado el trabajo infantil. Aunque no hay registros, UNICEF calculaba en 2014 que en Katanga y el Este trabajaban en los pozos unos 40.000 niños. Un escueto informe del Parlamento británico sintetiza el drama que en el Congo causan las empresas imperialistas: “Hay 7,3 millones de habitantes desplazados de sus hogares al interior de la República de los cuales 6,5 millones corresponden a las tres provincias orientales de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur…padecen inseguridad nutricional 23 millones en toda la república, pero 5,4 millones de ellos sufren hambre aguda en esas tres provincias. Hay más de 38.000 casos de violencia de género denunciados en Kivu del Norte durante 2022” (Conflicto en el Este de la República Democrática del Congo, Cámara de los Comunes, Informe, 3/9/2024)
El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad) dijo:
‼️ El @INDECArgentina reveló que en Argentina hay un 52,9% de #pobreza, donde el 66% son niñas y niños. En campaña @JMilei había dicho que tenía que ganar para "no transformar a la Argentina en una villa miseria", una estafa total. https://izq.ar/l2
❌ Estos números son el resultado de las recetas recargadas del FMI.
Desde @IzqSocialista y el #FITUnidad lo venimos diciendo ¡Basta de pagar la estafa de la deuda externa! ¡Plata para combatir la pobreza, no para el FMI! https://izq.ar/l3
? La @cgtoficialok llamó a la marcha del 2 de octubre. Debe declarar un paro general y plan de lucha contra el plan motosierra de @JMilei, los gobernadores y el Fondo Monetario. https://izq.ar/l4
El próximo miércoles 2 de octubre está convocada la Marcha Federal Educativa. La movilización es a Congreso donde se realizará un acto y se harán réplicas de esta movilización en las distintas provincias. La marcha es en defensa del presupuesto universitario y por aumento de salario para las y los docentes y no docentes, contra la posibilidad inminente del veto de Milei a la Ley sancionada.
Milei quiere hacer con la Universidad lo mismo que les hizo a las y los jubilados cuando les vetó el aumento y después lo festejó con un asado en Olivos. Quiere vetar la Ley de Financiamiento Universitario que dispone una actualización bimestral de las partidas presupuestarias y una recomposición salarial de docentes y no docentes acorde a la inflación. Ley que fue arrancada por la masiva marcha del pasado 23 de abril, demostrando que se pueden frenar a Milei y su brutal ajuste. ¡Ganemos las calles el 2 contra el veto de Milei y el FMI!
Milei quiere liquidar la universidad y la educación pública para privatizarla. Con el Presupuesto 2025 solo va a poner la mitad de los fondos que estima el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que se necesitan para atender los gastos salariales y de funcionamiento el año próximo. ¡No lo podemos permitir! Mientras el año que viene se van a destinar 15.000 millones de dólares a los pagos de la fraudulenta deuda externa.
Hay que frenar el veto de Milei y pelear por todo el presupuesto que necesita nuestra Universidad Pública y Gratuita. ¡Plata hay! Tiene que ir para la educación, no para el FMI, la SIDE y los grandes empresarios. Esta lucha, es parte importante para enfrentar todo el plan motosierra de Milei, los gobernadores y el FMI.
Llamamos a ser miles el 2 en todo el país sin depositar ninguna confianza en la UCR o el peronismo. Ctera declaró un paro en apoyo y la CGT convocó a marchar el 2 pero sigue en la tregua con el gobierno.
Por eso no llama a un nuevo paro general que el sindicalismo combativo y la izquierda le venimos exigiendo.
El 2 digamos bien fuerte: ¡Basta de ajuste a la universidad y a la educación pública! Basta de salarios de pobreza, despidos, tarifazos. Hay que parar este desastre social. Y luchar por otro plan económico de emergencia obrero y popular como lo proponemos desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda, para que la plata vaya a combatir los males sociales en vez de ir a los grandes empresarios, multinacionales, bancos y el FMI.
Convocamos a marchar el 2 desde cada facultad, colegio, lugar de trabajo y barrio. Seamos miles para torcerle el brazo a Milei. Plata para la universidad, no para el FMI.
Informamos que la campaña financiera que llevamos adelante para las operaciones de dos de los hijos de nuestro compañero Orlando Chirino, llegó a su terminó, gracias a que se logró reunir los recursos necesarios para dichas intervenciones quirúrgicas.
Agradecemos a todas las personas que nos apoyaron económicamente, así como difundiendo a través de las redes la campaña.
En particular queremos agradecer a los militantes de las distintas secciones de la UIT-CI, a nuestros compañeros del PSL, a Marea Socialista y a todos los amigos que nacional e internacionalmente apoyaron la campaña.
Oportunamente estaremos informando de la realización de las operaciones y de la evolución de la salud de los hijos de Orlando.
Partido Socialismo y Libertad (PSL)
Caracas, 26 de septiembre de 2024