Solución integral de vivienda para mujeres en situación de violencia de género
Capitulo 1
Alojamiento de emergencia
Artículo 1º: Apruébese la creación de una Casa-Refugio por comuna en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para la atención y albergue de mujeres víctimas de violencia, conforme a lo previsto en la Ley N° 26.485.
Artículo 2º: Las casa-refugios serán espacios de contención y protección para mujeres y sus hijas e hijos, en los casos en que la continuidad en su domicilio o residencia conlleve una amenaza a su integridad física, psicológica o sexual.
Artículo 3º: Las casas-refugios dependerán para su administración y funcionamiento del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Queda anulada toda forma de tercerización de establecimientos con la misma función que existieran a la fecha de la sanción de la presente ley.
Artículo 4º: Las casas-refugios que existen hasta la fecha en la Ciudad de Buenos Aires contarán con las obras de infraestructura necesarias para garantizar condiciones dignas de alojamiento.
Artículo 5º: Todo personal que se desempeñare en las actuales casas de refugio y/o de establecimientos tercerizados mencionados en el art. 3 serán incorporados a la planta permanente del GCBA con carácter excepcional. La elección del nuevo personal será llevada a cabo por concurso público.
Artículo 6°: Se creará una comisión de control y seguimiento compuesta por la dirección y una representante electa de los trabajadores de cada refugio y representantes de organizaciones de mujeres, derechos humanos, vecinales y sindicales.
Artículo 7°: Las mujeres asistidas en las Casa-Refugios tendrán prioridad en los planes y programas para la finalización de sus estudios, de capacitación y/o laborales, así como en los subsidios del ámbito nacional o de la Ciudad.
Capitulo 2
Residencia transitoria
Artículo 8º: Una vez superada la situación de emergencia de las mujeres y sus hijas e hijos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires garantizará un alojamiento transitorio, hasta concebir la solución habitacional definitiva. El alojamiento transitorio cumple el fin de permitir una reinserción social de las mujeres victima de violencia. Para tal fin, el GCBA contará a disposición con las propiedades de herencias vacantes.
Artículo 9º: Se constituye una Comisión dependiente de la Dirección de la Mujer de CABA cuyo objetivo es conformar el Registro de las propiedades inmuebles de las herencias vacantes, a fin de disponerlas como residencia transitoria para las mujeres víctimas de violencia de género.
Capítulo 3
Solución habitacional
Artículo 11º: Se crea el Plan de Vivienda para Mujeres víctimas de violencia de género. EI Poder Ejecutivo, a través de la Instituto de la Vivienda de CABA, instrumentará políticas de acceso a vivienda para uso exclusivo y permanente de las mujeres víctimas de violencia de género en situación crítica habitacional, asumidos como destinatarios individuales o incorporadas en procesos de organización colectiva verificables, a través de cooperativas, mutuales o asociaciones civiles sin fines de lucro, mediante subsidios o créditos con garantía hipotecaria. Dicho plan se enmarca dentro de la ley Nº 351.
Artículo 12º: El Banco de la Ciudad de Buenos Aires otorgara créditos a tasa 0% de interés, sin piso de ingreso. La cuota nunca podrá exceder el 20% del ingreso de las beneficiarias. Las mujeres que no tuvieran ingresos gozarán del mismo beneficio.
Artículo 13º: Anualmente el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberá fijar en la Ley de Presupuesto la partida correspondiente, a fin de financiar el cumplimiento de la presente ley.
Artículo 14º: Comuníquese.
Fundamentación
Nos encontramos a pocos días de un nuevo aniversario de la enorme movilización del 3 de Junio de 2015, que a través de la consigna NiUnaMenos permitió visibilizar la violencia machista, que se manifiesta de diversas maneras y toma su forma más bestial con los femicidios.
Como consecuencia del 3J, la sociedad en su conjunto ha salido masivamente en reiteradas ocasiones a cuestionar este flagelo social: no sólo en el primer aniversario de NiUnaMenos, sino ante distintos casos de jóvenes asesinadas por su condición de mujer. El 19 de noviembre de 2016 el femicidio de Lucía Pérez, drogada, violada y asesinada en Mar del Plata, generó un repudio que llevó a las calles de todo el país, a miles vestidas de negro, bajo una torrencial lluvia, inundando a la Ciudad con el grito de ¡vivas nos queremos! El 8 de Marzo se realizó el primer paro internacional de mujeres en más de 55 países del mundo, que puso al descubierto el problema de la violencia a lo largo y ancho del mundo. En CABA se realizó una de las movilizaciones más grandes del movimiento de mujeres de la historia del país.
Lamentablemente, si bien la violencia de género se ha vuelto una problemática social fuertemente discutida y que ha tomado lugar en la agenda pública, todos los días nos enfrentamos ante la triste noticia de otra mujer asesinada, en general, en manos de su pareja, ex pareja o del círculo cercano. Este año, se ha llegado a contabilizar una mujer asesinada cada 18 horas, promedio que sigue poniendo de manifiesto el crecimiento de los femicidios en el país. Hasta la ONU ha salida a mostrar su preocupación ante el crecimiento de los femicidios. De acuerdo a estadísticas de la Casa del Encuentro, entre 2008 y 2016, hubo 2384 femicidios. En 2014 fueron 277 femicidios y 29 femicidios vinculados de hombres y niños, esto es, crímenes que se cometen para castigar a la mujer. En el 2016, la cifra ascendió a 290 femicidios y 42 femicidios vinculados.
La Ciudad de Buenos Aires realizó la “primera encuesta de percepción e incidencia sobre violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja” que revela que los hechos de violencia física y sexual han afectado a 1 de cada 4 mujeres residentes en la ciudad. La Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia recibió 11.349 denuncias, sin embargo, sólo 2678 mujeres fueron asistidas en los Centros Integrales de la mujer y Subprogramas, de acuerdo con un informe de la Dirección de la Mujer. El Consejo Nacional de la Mujer estima que en el 83% los casos de femicidios, se refieren a la agresión por parte de parejas o ex parejas y que en el 56,8 % convive con el agresor.
Queremos destacar que nuestra propuesta se encuentra en línea con la iniciativa que tuvimos de Creación de Centros Integrales de la Mujer por Comuna en la Ciudad de Buenos Aires. Aquel proyecto, con modificaciones, fue votado por la Legislatura a través de la sanción la Ley 5.466 en diciembre de 2015, a partir de la cual se garantizaría al menos 1 (uno) CIM por comuna hasta cumplimentar el máximo de 1 (uno) cada 50.000 (cincuenta mil) mujeres. Sin embargo, todavía estamos lejos de lograr el objetivo de la ley que propusimos y seguiremos en el camino que exigir que se terminen de construir los CIM, que permiten garantizar condiciones de acompañamiento y contención para las mujeres víctimas de violencia de género y sus hijas e hijas.
Ahora bien, para complementar la construcción de los CIM creemos que debe darse respuesta de fondo al problema habitacional de las mujeres en situación de vulnerabilidad social y violencia de género. Muchas mujeres no tienen ninguna posibilidad de resolver su problema habitacional, por eso el Estado y los gobiernos deben ofrecerles una solución. Hoy en día, la gran mayoría de las mujeres que realizan denuncias de violencia de género, tienen que volver a sus hogares y son violentadas tanto psicológica y como físicamente. No podemos erradicar la violencia de género sino sacamos a esas mujeres de sus hogares violentos y sobre todo porque las estadísticas demuestran que la mayoría de las mujeres asesinadas hicieron la denuncia pero permanecieron en sus hogares, conviviendo con el agresor.
La mayoría de los casos de femicidios son la culminación fatal de una larga lista de denuncias realizadas por esas mujeres que fueran completamente desoídas por los diferentes organismos del Estado –comisarías, fiscalías, etc—. Según el informe de la Casa del Encuentro del 2015, el registro de espacios revela que los femicidios ocurren en su mayoría en viviendas (el 59 por ciento de las víctimas fueron asesinadas en sus casas, las de sus ex parejas, aquellas en las que habían convivido con quien luego las mató). En 27 de los 286 casos de 2015, las víctimas habían presentado denuncias por violencia contra su agresor y en 15, contaban con orden de prohibición de acercamiento o de exclusión de hogar. En 27 casos se dio cuenta de indicios de abuso sexual; en 6, se presume que la mujer asesinada también fue explotada sexualmente o víctima de trata de personas. La problemática de la violencia de género no pertenece a la esfera privada, es un problema política social que involucra a todos los niveles de gobierno. La violencia de género afecta la salud de las mujeres y la de sus hijos a cargo, que son a su vez víctimas de un hogar violento y abusivo.
Por otro lado, reflejo de la falta de política contra la violencia de gènero son los reclamos de las trabajadoras de la Dirección de la Mujer de CABA, que han expresado en reiteradas oportunidades la falta de recursos y de personal y la precarización laboral ya que muchas de ellas. Insistimos que tanto en los CIM como en las casas-refugio que propone este proyecto, debe ser el estado quien garantice su funcionamiento. Rechazamos que ONGs y tercerizadas administren con presupuesto estatal estos espacios. No podemos dejar librado el futuro de estas mujeres. El personal debe ser contratado por concurso público y en carácter de planta permanente.
Hoy en día, las unidades convivenciales de la DGMuj son cuatro, con cupo escaso respecto al tamaño de la población de la Ciudad. Además, no todas cuentan con equipos interdisciplinarios completos, ni con operadoras suficientes para cubrir todos los turnos. Enunciamos que el criterio que debiera implementarse para los CIMs en cuanto a cantidad por Comuna y habitantes, se implemente para las Casas-refugios
Los gobiernos y las instituciones del Estado no han dado una respuesta a la altura de esta problemática social. La muerte de Micaela García y Araceli han puesto de manifiesto cómo las propias instituciones del Estado, como la justicia y la policía demuestran estar atravesadas por su carácter machista y corrupto. Incluso, hoy el Juez Rossi se encuentra ejerciendo su cargo, luego de una licencia por “stress”. No podemos seguir esperando a que sigan muriendo las mujeres para que se desarrollen políticas sociales que logren evitar nuevos casos.
El Proyecto
La propuesta del Frente de Izquierda y de los Trabajadores parte de una concepción fundamental: no queremos actuar sobre los casos consumados, cuando ya ocurrió la violación o el femicidio. Sostenemos que se debe encarar el problema de la violencia machista de manera integral. La solución que necesitamos es mucho más compleja. Precisamos políticas públicas que actúen sobre la prevención de los femicidios. Por ello, tiene que haber una decisión política de tomar estas políticas y poner el presupuesto necesario. Proponemos una solución integral habitacional para las mujeres que en la Ciudad de Buenos Aires necesitan salir de un hogar violento y no cuentan con los recursos económicos.
Nuestro proyecto se basa en tres partes: un primer capítulo que propone la implementación de 1 casa-refugio por Comuna. En este punto, establecemos nuestra propuesta de funcionamiento para estas casas refugios que funcionaran como alojamientos de urgencia para mujeres en situación de peligro extremo a cargo del estado de la Ciudad de Buenos Aires. Por ello, las casas-refugio no constituyen una solución por sí mismo, sino parte de un plan de conjunto. Asimismo, hacemos hincapié en la importancia de que los refugios actuales cuenten con la infraestructura necesaria para garantizar condiciones dignas para las mujeres y sus trabajadores. En relación a los y las trabajadores de las casas-refugio creemos que deben acceder por medio de concurso público a los cargos como trabajadores estatales en planta permanente.
En el segundo capítulo de nuestro proyecto, planteamos las medidas complementarias para resolver el problema habitacional de estas mujeres víctimas de violencia de género. Esto es la garantía para la reinserción social. Por lo cual sugerimos otras dos medidas con el objetivo de que las mujeres puedan acceder finalmente a una vivienda propia. Planteamos la necesidad de contar con viviendas transitorias, a las que la mujer pueda acceder luego de la primera medida de emergencia y hasta tanto se resuelva de manera definitiva al problema habitacional. Creemos que con la utilización de los inmuebles de herencia vacantes podría garantizarse este punto.
Por último, mencionamos la creación de un Plan de Viviendas para Mujeres víctima de violencia de género. Esto permitiría que las mujeres accedan a una solución habitacional definitiva, en camino no sólo de resolver el problema de la vivienda, sino también para garantizar la independencia económica necesaria para comenzar un proceso de reinserción social. De esta manera, por medio de esta política pública generaremos las condiciones materiales para sacar definitivamente a estas mujeres de la situación de violencia y prevenir una incrementación de los ciclos de violencia.
Por todo lo expuesto, solicito la probación de este proyecto.