Escribe: Joel Rojo

Fue una campaña con poco interés general, que tomó calor en la última semana. Con muy poca prensa para los candidatos de Córdoba, y que, además, estuvo cruzada por la campaña que ya está desarrollándose para intendente de capital a realizarse el 13 de septiembre. Sin embargo, desde Izquierda Socialista la asumimos como el doble desafío que significaba. El principal fue lograr que el Frente de Izquierda hiciera una buena elección enfrentando a los representantes cordobeses de los candidatos del ajuste, como definimos a Scioli, Macri y Massa-De la Sota. El otro, fue ganar la disputa interna dentro del FIT, a la que nos había obligado el PTS. Ambos fueron cumplidos con éxito, por una militancia que desde el “Lilimovil” pegó decenas de miles de afiches y repartió nuestras propuestas, también por decenas de miles, en plazas y establecimientos fabriles.

Nuestras dos principales referentes, Liliana Olivero y Ezequiel Peressini, flamante legislador provincial electo, recorrieron lugares del interior, donde nuestros compañeros también sumaron su valioso aporte militante.

Obtuvimos a presidente un valioso 3,69%, representado por 70.427 votos, donde en la interna del FIT tuvimos una diferencia a favor de 11.400 votos de nuestra lista sobre la de PTS. Estos números fueron muy superiores en la categoría de Diputados Nacionales, donde trepamos al 4,80 % en toda la provincia, con 86.227 votos en total. De los cuales 54.482 fueron para Liliana Olivero en la interna. Más importantes aún son los porcentajes en la capital cordobesa, porque allí el próximo 13 de septiembre se elige intendente y el FIT logró para diputados nacionales un 7,93 %, respaldado por 54.994 votos.

Ante la posibilidad en las elecciones definitivas del 25 de octubre de obtener en el Congreso Nacional la banca que encabezará nuestra compañera Liliana Olivero, hay varias consideraciones a favor. La primera es que venimos de obtener a principios de julio tres bancas en la legislatura provincial. La segunda, que de las numerosas opciones que hubo, solo quedan seis. Y por último, al ser las PASO elección proscriptivas, como siempre lo hemos denunciado, han dejado afuera a varias opciones de izquierda cuyo caudal de votantes, en su gran mayoría, se inclinarán seguramente por el voto al FIT, más allá que sus direcciones las convoquen o no.

Todo esto muestra un escenario favorable, sabiendo que luego intentarán contrarrestar con campañas millonarias, con el peso de arrastre que tiene la candidatura presidencial y con una gran polarización de los grandes partidos. Estamos convencidos que un FIT, sin internas y uniendo la militancia que cada uno desarrolló en esta elección, puede lograr esta banca, que significaría un nuevo salto en el camino de convertirnos en una clara alternativa política para los trabajadores y demás sectores populares. Es un objetivo difícil pero no imposible, para el cual hay que poner desde ya, manos a la obra.