Al Pollo lo han denunciado por “incitación a la violencia”. Para el gobierno y la justicia Sobrero es un delincuente. ¿Cuál es el “delito”? Decir, en la jornada del paro general, “vamos a seguir empujando el paro de 36 horas hasta que caiga el gobierno”. Aunque Sobrero aclaró que quiso decir para que “caiga el plan económico”, insisten en perseguirlo.

Hay una campaña en defensa de Sobrero que ha logrado innumerables firmas. Esta semana han firmado el petitorio las diputadas Victoria Donda, Araceli Ferreyra y Natalia González, y Estela Díaz (activista feminista de la CTA), entre otras.

Macri ataca a Sobrero porque enfrenta el ajuste. Lo mismo había hecho con otros activistas que participaron en las jornadas del pasado 14 y 15 de diciembre contra el robo jubilatorio. Pero éstos, incluidos los compañeros del Partido Obrero (ver página 4), fueron sobreseídos. Esto quiere decir que criminalizan a los luchadores en forma injustificada para tildarlos de “desestabilizadores”, cuando el caos y la violencia la genera el gobierno con el ajuste y la represión.

El ataque al Pollo es un intento, a su vez, por amedrentar a los que enfrentan los despidos y el robo salarial. Hay en curso una campaña nacional e internacional en defensa de Sobrero. Llamamos a todas las organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos y a personalidades a firmarlo.

PETITORIO

Al Sr. fiscal Federal Guillermo Marijuán

Al Sr. JuezFederal Nº 2 Sebastián Ramos

Los abajo firmantes nos pronunciamos contra la persecución judicial al dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero.

El Fiscal Federal Guillermo Marijuán pidió la declaración indagatoria de Sobrero por “incitación a la violencia colectiva”, por sus dichos en el acto promovido por el sindicalismo combativo en el día del paro general del pasado 25 de junio donde se reclamó una nueva medida de 36 horas de la CGT contra el ajuste de Macri y el FMI.

Con esta causa penal se quiere criminalizar el legítimo derecho a la protesta de los trabajadores que luchan contra el ajuste, no solo del dirigente Rubén Sobrero, y es un claro cercenamiento a la libertad de expresión.