Gatillo fácil e impunidad en Córdoba
Hoy se cumplen dos años de la trágica muerte de Fernando "Güere" Pellico a manos de dos oficiales de la policía de la provincia de Córdoba, otro claro ejemplo de gatillo fácil y abuso policial. Este hecho produjo una gran conmoción en el barrio y motivó la organización de múltiples acciones para exigir justicia y prisión a los responsables.
Aquel 26 de julio, Pellico y Peralta salieron en moto a buscar una "coca" para el fernet que los esperaba en el quincho de su abuelo. Ana María Bustos –madre de Pellico– vio desde atrás de una ventana como los jóvenes compraban en el kiosko frente a su casa y luego escuchar perderse el ruido del motor de la moto entre los cortaderos de ladrillos que le dan nombre al barrio donde viven. Los Cortaderos se encuentra al noroeste de la ciudad de Córdoba fuera del anillo de circunvalación.
Cuando volvían se cruzaron de frente con un móvil del Comando de Acción Preventiva (CAP) conducido por el policía Lucas Chávez. A su lado se encontraba el sargento Rubén Leiva. Ya habían ingresado al campo cuando el patrullero dio vuelta en U y comenzó a perseguirlos. Sin encender las luces y sin dar la voz de alto Chávez abrió fuego. Peralta fue herido en la pierna y se cayó de la moto. Del impacto voló una zapatilla que quedó tirada en el camino. Los disparos continuaron hiriendo a Güere Pellico hasta su muerte que fue causada por una bala que entró por su espalda.
Las pericias determinan que la bala que le quita la vida a Pellico sale del arma que portaba el policía Chávez, como también se comprobó que los chicos no estaban armados. Nada indica que el accionar de los policías fuera en su defensa o por desobediencia a la autoridad.
Los policías se encuentran imputados con prisión preventiva hace más de un año y medio por homicidio calificado y lesiones calificadas, ambos delitos agravados por uso de arma de fuego y calificados por ser funcionarios de la fuerza de seguridad. En el mes de abril el fiscal Guillermo González concluyó la instrucción y elevó la causa de "gatillo fácil" a juicio oral. De ser hallados culpables ambos uniformados recibirían prisión perpetua.
La Correpi (Cordinadora contra la represión policial e institucional) denunció más de 2778 casos de gatillo fácil en los últimos 10 años, 22 de ellos en la provincia de Córdoba solo en el año 2014. La cifra es alarmante. No podemos dejar de mencionar que el gatillo fácil, así como el abuso de autoridad y las detenciones arbitrarias, tienen por objetivo "disciplinar" a los sectores populares, la juventud y la clase trabajadora en su conjunto, para aplacar cualquier tipo de organización de base que nuclee y organice la bronca, la resistencia y confrontación a las políticas de los gobiernos de turno. Los jóvenes son su blanco favorito por ser uno de los sectores más movilizados y vulnerables de la sociedad.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista repudiamos estos hechos aberrantes de gatillo fácil, que no son "desbordes individuales" sino una política sistemática que avala el accionar del aparato represivo en los barrios de nuestra ciudad. Para terminar con este estado policial es sumamente necesario desmantelar el aparato represivo, imponiendo el control popular sobre la policía, con la elección de los comisarios en cada barrio y su revocabilidad inmediata cuando los propios vecinos lo decidan. Lo mismo con la Justicia, eligiendo democráticamente a los jueces y estableciendo el Juicio por Jurados en todos los delitos.
Justicia por Güere!
Basta de Gatillo fácil!
Desmantelamiento del aparato represivo policial!