Chile: una movilización imparable
La juventud y el pueblo trabajador chileno no dejan de sorprendernos. Después de más de un mes de lucha, esta semana las protestas y movilizaciones ganaron una fuerza impresionante contra el régimen, exigiendo la salida del presidente Sebastián Piñera.
Escribe Adolfo Santos
El lunes 11, los docentes secundarios y universitarios hicieron un fuerte paro nacional. El martes 12 fue convocada una huelga general que tuvo un alto índice de acatamiento, fortalecida por las barricadas y cortes realizados por los piquetes de la protesta. Camioneros, docentes, servidores públicos, trabajadores de Coca Cola, de limpieza urbana y obreros de diferentes sectores de la producción, se sumaron al paro y a las masivas concentraciones en las principales ciudades del país. El climax fue la inmensa manifestación en Santiago en horas de la tarde, que no pudo ser dispersada a pesar de la represión policial.
La lucha continúa con fuerza y Piñera, desbordado, apela a todo lo que tiene a su alcance para mantenerse en pié. Fue lo que hizo en la noche del martes en su discurso en cadena nacional, proponiendo acuerdos ridículos y amenazando querellar a los que promueven las protestas. Si el odio contra este gobierno ya era grande, la pérdida de la visión del estudiante universitario Gustavo Gatica después de ser baleado impunemente en la cara durante la feroz represión de los carabineros, ha servido para multiplicar esa bronca.
Debilitado y con la popularidad en caída libre, el gobierno, sustentado por los partidos de un régimen desprestigiado, trata de superar la crisis combinando la represión con tibias promesas y concesiones que no consiguen desviar la marcha de los acontecimientos. Respondiendo al clamor contra la constitución pinochetista, propone un “acuerdo” por un Congreso Constituyente, lo cual fue rechazado por la oposición patronal y el pueblo en las calles. Ningún manifestante considera que esa propuesta, de la mano del represor Piñera, pueda ser de utilidad.
Cada vez más, Chile se divide en dos. De un lado el gobierno, los grandes empresarios y los partidos del régimen que lo sustentan y apenas proponen cambios para que nada cambie, como demuestran los anuncios del presidente en su discurso del martes. Del otro la movilización de las calles que exige: Fuera Piñera. Al calor de esas movilizaciones están surgiendo las asambleas barriales, organismos alrededor de los cuales los vecinos comienzan a organizarse y a discutir las propuestas para enfrentar al gobierno y la represión y a buscar una salida.
En este escenario, la MUS (Mesa de Unidad Sindical), dirigida por el Frente Amplio, el Partido Comunista y dirigentes del movimiento contra las jubilación privada (No + AFP), ha estado a contramano de los acontecimientos. En primer lugar no levanta Fuera Piñera, exigido por las movilizaciones en todo el país, pero también por los métodos burocráticos con que tratan de controlar ese espacio. No es casual que la ACES (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios) y el importante movimiento de mujeres “8 de Marzo”, le hayan hecho duras críticas. Justamente, la ACES acaba de romper con la Mesa.
Se impone la necesidad de fortalecer las asambleas de barrio y la incipiente coordinación que comienza a surgir entre ellas, para mantener la movilización. El desafío será impedir que primen las políticas que, como las impulsadas desde la MUS, insisten en una salida negociada con el régimen heredado del pinochetismo, que nada tiene para ofrecer. En ese sentido es muy importante el carácter “independiente, autónomo y por Fuera Piñera” que los activistas surgidos de este proceso le imprimen a las asambleas barriales. Hay una pelea abierta en Chile. De nuestra parte, apoyamos a las asambleas y su coordinación para que desde esa posición autónoma e independiente puedan conquistar los objetivos que se propone esta importante lucha.
Un programa por una salida obrera y popular
Nuestra organización hermana, el Movimiento Socialista de los Trabajadores, sección chilena de la UIT-CI, continúa en la primera fila de la lucha para derrotar a Piñera. Participan activamente en las asambleas barriales, donde proponen mantener la movilización en las calles, con una organización desde abajo, en las asambleas barriales o en los lugares de estudio y trabajo. Y en ese proceso, presionar a las direcciones para combinar la protesta callejera con paros activos hasta conquistar el objetivo de Fuera Piñera y derrotar a las fuerzas represivas.
Por eso es necesario un programa que oriente nuestras tareas. De nuestra parte, apoyamos las propuestas de los compañeros del MST: ¡Fuera Piñera! ¡Basta de represión! ¡Juicio y castigo a los milicos represores! ¡Por un plan económico de emergencia al servicio de los trabajadores y el pueblo! ¡Abajo la constitución pinochetista del ‘80! ¡Por una Asamblea Constituyente libre y soberana! ¡Por un gobierno de los trabajadores y sectores populares! ¡Por la continuidad de la lucha hasta conquistar nuestros objetivos!