El 13 y 14 de junio se desarrollaron las elecciones para elegir las diferentes conducciones a Centro de Estudiantes y Consejeros.  Se iniciaron en el noveno día de paro de los choferes de UTA, pero tanto La Franja Morada como la conducción de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC, integrada por La Bisagra, Mella y Sur) boicotearon el conflicto y le dieron vía a las elecciones.
En siete de las trece unidades académicas se votó decano con la ponderación por claustro, el método antidemocrático resuelto represión mediante, en la última Asamblea Universitaria.
Frente el ajuste de Macri, Juri y el rol cómplice que juegan las fuerzas predominantes, la izquierda nucleada en el Frente Estudiantil de Izquierda La Trinchera se destacó con una campaña contra el gobierno y la gestión, haciendo eje en la necesidad de construir centros democráticos y de lucha. Además, producto del ascenso del movimiento de mujeres y los recurrentes casos de violencia de género en la universidad, levantamos las reivindicaciones de la mujeres como puntos cruciales de debate con la comunidad estudiantil.
A nivel general, Franja Morada,  el brazo estudiantil del rector ajustador y de Cambiemos, logró consolidarse aprovechando el empujón de la elección “directa” de decano y los millonarios presupuestos para hacer campaña en conjunto.
La izquierda se presentó en siete facultades con especial interés en la pelea del centro de  Filosofía y Humanidades, donde la conducción de EAF (La Bisagra) se vio reducida por la ruptura de agrupaciones que conformaban el frente (incluso la ex-presidenta), a raíz de denuncias por burocratismo y por un caso de violencia de género que involucra a un militante de su agrupación. La pelea fue también contra El Desborde (Patria Grande), que conduce la FUC junto a La Bisagra. Si bien no se logró recuperar el centro, la izquierda se plantó en un escenario adverso, producto de la pasividad del movimiento estudiantil, como un polo alternativo para los estudiantes que trabajan y no elijen a los aparatos tradicionales.
Asimismo dimos la pelea en Médicas, Artes, Lenguas, Derecho, Psicología y Arquitectura. Logramos consolidar nuestros trabajos universitarios para avanzar en una alternativa distinta, convencidos que son los años de conducciones burocráticas y cómplices de las gestiones las que provocan que el movimiento estudiantil este paralizado y no enfrente las políticas de ajuste a nuestra universidad.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista, apostamos a seguir construyendo una alternativa política, gremial, independiente y de lucha para el movimiento estudiantil en la Universidad Nacional de Córdoba.

Escribe Federico Pelagaggi