Escribe Pili Barbas • Vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL)

Trescientos mil estudiantes de la Universidad de Buenos Aires votarán en la semana del 11 de septiembre la conducción de los centros y los integrantes de los consejos directivos de cada facultad, conformados por cuatro estudiantes, cuatro graduados, y ocho profesores, que son los únicos que eligen a los decanos y al rector. En algunas facultades, además, se votan directores y consejeros de carrera.

Desde la Juventud de Izquierda Socialista remarcamos que en estas elecciones se pone en juego la orientación política que va a tener la UBA en los próximos años. En septiembre se va a votar si queremos conducciones y consejeros cómplices del ajuste de Macri o centros de estudiantes de lucha, que salgan a la calle organizados para enfrentar las distintas formas de privatización que quieren imponer el gobierno y las autoridades, con el rector Alberto Barbieri a la cabeza.

En lo que respecta a las elecciones de rector y decanos, siempre dejamos en claro que las discusiones no tienen nada que ver con criterios académicos ni científicos, sino que las peleas entre las distintas fracciones de profesores se dan por ver cómo se reparten la (poca) plata que entra a la universidad. Hoy el oficialismo está sólido y quizás no haya otro candidato que se enfrente a Barbieri en diciembre.

El régimen de cogobierno de la UBA hace que, aunque los 300.000 estudiantes voten contra las actuales autoridades, igualmente estas van a ganar, porque es un régimen totalmente antidemocrático donde los profesores titulares -una porción mínima de la universidad- tienen mayoría automática. Por eso sostenemos que la forma de votación debe ser directa y que cada persona valga un voto, además de imponer un claustro único para todos los que ejercen la docencia en la UBA, darle voz y voto a los no docentes e implantar la mayoría estudiantil en los órganos de cogobierno.

Pero los radicales, peronistas, kirchneristas y macristas que gobiernan la UBA no están solos. Tienen sus organizaciones estudiantiles que funcionan como contención de las luchas, buscando la desmovilización y despolitización constantemente. Son las agrupaciones que corren los principales ejes de discusión de la universidad, que son el ajuste y la privatización, para hablar únicamente de “servicios” que dan los centros mientras callan y apoyan las nefastas políticas del gobierno y el rectorado. Nuevo Espacio (ex Franja Morada), la agrupación del presidente de la UCR de Capital, Emiliano Yacobitti, es la principal aliada del rectorado y dirige los centros más grandes de la UBA (Económicas y Medicina); pero también agrupaciones peronistas como La UES y La Cámpora son cómplices del ajuste, porque aunque despotriquen verbalmente contra Macri no impulsaron ninguna lucha concreta en más de un año y medio y avalan el ajuste que llevan adelante decanos como Postolski en Sociales y Morgade en Filosofía y Letras.

Unidad de la izquierda para defender la universidad pública

Cambiemos tiene para después de octubre un plan de ajuste claro, donde la reforma laboral al estilo Brasil es hoy su principal objetivo. Pero también desde el Ministerio de Educación avanzan en cuestiones como el Plan Maestr@ o el sistema nacional de créditos universitarios, ambas políticas del Banco Mundial para profundizar las políticas privatizadoras que habilitaron las leyes del menemismo y que los años de gobierno kirchnerista dejaron intactas.

Es en ese contexto, de colaboración para el ajuste entre macristas, radicales y kirchneristas en la UBA, que se ratificó el grave error de orientación política de La Mella-Patria Grande. Este año saltaron la tranquera al aliarse con el PJ, ya no solo en algunas facultades, como el año pasado en Farmacia y Filo, sino en las elecciones de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. Son el pulmotor con discurso “izquierdista” de una expresión política que en la UBA aplica el ajuste sobre las condiciones de cursada de los estudiantes y que obviamente también defiende el actual antidemocrático sistema de cogobierno.

Cobra vital importancia bregar por que crezca dentro del movimiento estudiantil la unidad de las organizaciones que somos independientes del gobierno y de las autoridades universitarias, que son los responsables políticos del ajuste sobre la universidad. Desde las agrupaciones del Frente de Izquierda, y haciendo un llamado a organizaciones como JI-HLI, el BASE, Nuevo MAS, La Corriente, 29 de Mayo, tenemos una gran posibilidad de fortalecer una alternativa unitaria contra el ajuste de Macri y sus cómplices en la UBA.