Macri, Bullrich y Fernández defensores de la gendarmería
Ante el anuncio del Servicio Cívico de Formación Voluntaria a cargo de la gendarmería creció inmediatamente la bronca entre la juventud y quienes peleamos contra la represión. A contramano, Alberto Fernández apareció para sumarse al embellecimiento de esta fuerza represora.
Escribe Pilar Barbas, vicepresidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (UBA) y candidata a legisladora porteña
Repasemos: por decreto Patricia Bullrich lanzó un Servicio Cívico de Formación Voluntaria a cargo de la gendarmería. “El objetivo es ofrecer una salida a quienes necesitan una posibilidad de salir de la idea de que no van a hacer nada, de que no tienen nada para hacer y de que el futuro será un vacío”, señaló como si en la Argentina hubiese un mar de jóvenes filosofando en su casa sin hacer nada. El sistema de formación va a estar a cargo de la gendarmería, la fuerza señalada, entre tantos otros hechos represivos y delictivos, por su responsabilidad en la persecución y asesinato de Santiago Maldonado. Para colmo de la perversidad, Bullrich anunció que las inscripciones comenzarían el 1 de agosto, el mismo día que se van a cumplir dos años de su desaparición.
Como señaló en un artículo Candelaria Botto, de Economía Femini(s)ta a partir del informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, el 67% de las personas entendidas dentro del espectro de “Ni-NI” (ni estudian ni trabajan), son mujeres adolescentes que cuidan de sus hijos, hermanos o adultos mayores. A eso sumémosle que una de cada cinco personas entre los 14 y 29 años está buscando trabajo. El problema de la juventud es la enorme crisis económica y social en la que está inmerso el país por las políticas de Macri, el FMI y los gobernadores, y eso no lo van a solucionar los gendarmes.
Un “paliativo” pro-gendarme
En vez de educación y trabajo genuino, el gobierno ofrece un formateo de cabezas a cargo de una fuerza represora involucrada en la trata de personas y el narcotráfico. Se busca un adoctrinamiento a la juventud y una relegitimación para que aumente su poder ante los años de ajuste que se vienen. De ahí que salieron en su repudio tanto educadores como organismos de derechos humanos.
Por eso, las declaraciones de Alberto Fernández dejaron descolocada a parte de la militancia del peronismo kirchnerista que había dado un paso hacia repudiar la medida. “Es un paliativo”, “mejor que los pibes hagan eso”, dijo cuando le preguntaron por la iniciativa. Fernández defiende a una fuerza que tiene las manos manchadas de sangre y en la que se reciclaron milicos genocidas de la última dictadura. Se ve que quieren volver a los tiempos de la gendarmería con el carapintada Berni reprimiendo laburantes en la Panamericana.
No tiene nada de progresivo, ni es paliativo alguno. Este anuncio está al servicio de debilitar el espíritu crítico y combativo que caracterizó a la juventud todos estos años, en los que el ejemplo de Santiago Maldonado, un joven solidario con la causa mapuche, se extendió entre miles que salieron a la calle exigiendo justicia, y también por el aborto legal, en defensa de la educación pública, y contra el gatillo fácil.
El “pacto social” que quieren los Fernández implica a todo el mundo en su casa sin protestar y aceptando las condiciones de la “renegociación” del FMI. Por eso, a ellos y a Macri les resulta un estorbo la juventud movilizada en las calles.
El Frente de Izquierda-Unidad rechaza contundentemente el Servicio Cívico de Formación Voluntaria, peleamos por romper con el FMI, y exigimos plata para trabajo, salud y educación, no para la deuda . Esa es la verdadera salida para la juventud de nuestro país.