El pasado viernes 17 se firmó en el Inadi un acta-compromiso donde La Fraternidad (que administra la bolsa de trabajo) -y en ausencia (desprecio) de la gerencia K-, incorporará mujeres en la conducción de trenes de la “familia de La Fraternidad y de la Unión Ferroviaria”. Se dio un paso adelante muy grande en la pelea por la igualdad laboral. Algo muy necesario, porque cada vez hay más compañeras como jefas de hogar.

Este logro es el resultado de la lucha tenaz de las ferroviarias de la Bordó del Sarmiento, pelea que logró un gran envión con la multitudinaria marcha del NiUnaMenos el pasado 3 de junio. Un gran avance que sirve para fortalecer el reclamo por los derechos laborales del conjunto de las trabajadoras que sufren el trabajo en negro, la precarización laboral, salarios y jubilaciones paupérrimas.

Este conficto comenzó hace cuatro años en el ferrocarril lográndose el cupo femenino en todas las especialidades en la Unión Ferroviaria. Ahora ya estamos llegando a la categoría más alta: maquinistas y/o conductoras.