Más de 65 mil mujeres participamos del XXX Encuentro Nacional de Mujeres, el más grande y contundente hasta el momento. A pesar de la represión, logramos debatir y proponer un plan de lucha.

Malena Zetnik

Durante tres días, decenas de miles de mujeres de todo el país se encontraron en lo que fue el encuentro con más participación de la historia. El impulso de la movilización del 3 de junio reclamando #NiUnaMenos víctimas de femicidios, violencia, abusos y abortos clandestinos, permitió que en Mar del Plata quedara en claro la responsabilidad política del gobierno nacional de Cristina Fernández, de los gobiernos provinciales y locales, la justicia y la Iglesia.

A más de seis meses de aquella histórica jornada, las mujeres en los talleres denunciamos que no se cumplió ni una sola promesa para terminar con la violencia machista. La única medida del gobierno nacional fue la incorporación de algunos empleados a la línea telefónica 144, pero los espacios de atención siguen siendo prácticamente los mismos: las comisarías que revictimizan a las mujeres y unos pocos centros de atención a mujeres y refugios que no dan abasto con la magnitud de casos que requieren asistencia diaria. Es más, durante el mismo fin de semana del encuentro, hubo cuatro femicidios: Claudia Sposetti y Cármen Salinas en la propia Mar del Plata; Julieta Mena en Ramos Mejía y la activista trans Diana Sacayán, en Capital Federal. Y a los pocos días, una mujer que salvó su vida de casualidad, como es el caso Karina Abregú, recibió la noticia de que el juicio al femicida Albornoz se aplazará hasta abril de 2016 para favorecer a la defensa.

También el debate acerca de la necesidad de legalizar el aborto siguió en el centro de la escena. Nuevamente, la inmensa mayoría de las participantes nos pronunciamos por la necesidad de que se apruebe inmediatamente el proyecto de ley elaborado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, tema que le costó caro a las militantes kirchneristas, quienes no pudieron justificar los doce años de su gobierno, en los cuales, lejos de garantizar este derecho, le entregaron terreno a la Iglesia Católica.

Sí se escucha, las mujeres queremos plan de lucha

Frente a esta situación, el crecimiento de la izquierda y de muchas mujeres independientes en el encuentro desde hace varios años, venimos instalando el debate acerca de que el mismo no se quede solo en los debates, sino que al finalizar se expresen las opiniones de las mayorías y se resuelva un plan de lucha para seguir peleando por nuestro derechos el resto del año. Sin embargo, la comisión organizadora dirigida por la CCC-PCR junto con el kirchnirsmo, quieren imponer un encuentro que no se enfrente ni al gobierno, ni a la Iglesia y que, mucho menos, resuelva cómo seguir con las peleas. Pero este año algunas cosas cambiaron.

No solo fue inmensa la columna de mujeres que decidió marchar a la Catedral para denunciar el rol de la Iglesia, a la casa de gobierno municipal para señalar la responsabilidad política y que por primera vez sufrió una represión (ver recuadro), cosa que hicimos en unidad con las organizaciones del Frente de Izquierda, sino que tanto en los talleres de Mujer y Violencia como en los de Mujer y Estrategias para el derecho al aborto legal, las mujeres decidimos sesionar en asamblea y resolvimos acciones. La principal fue la coordinación de una gran movilización nacional el próximo 25 de noviembre, día de la no violencia contra las mujeres, para marcarle la agenda al nuevo gobierno: ¡Basta de femicidios! ¡Presupuesto ya para la ley 26.485 de erradicación de todas las formas de violencia contra las mujeres! ¡Aprobación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo! ¡Desmantelamiento efectivo de todas las redes de trata! ¡Basta de discriminación y acoso laboral a las mujeres! ¡Igual salario por igual trabajo! ¡Cupo en todas las especialidades laborales! Los gobiernos, la justicia y la Iglesia son responsables.

El próximo Encuentro Nacional se realizará en la ciudad de Rosario. Ya con nuevo gobierno, seguiremos en pie de lucha por nuestros derechos.

No nos frenarán con la represión

La histórica marcha de cierre es uno de los momentos más esperados y más  combativos de los encuentros de mujeres. Este año, nuevamente la comisión organizadora de la CCC-PCR junto con sectores K, propusieron un recorrido turístico por la ciudad. En contraposición y marcando el tenor de la inmensa mayoría de las participantes, más de 60 mil mujeres decidimos realizar otro recorrido que denuncie a la Iglesia y al gobierno. Esta contundente e histórica movilización fue enfrentada, sin embargo, con la represión de la policía. Casi al finalizar la marcha, los militantes católicos ubicados tras una vayas dentro de la catedral y protegidos por más de un centenar de policías, no solo provocaron a las mujeres que se manifestaban sino que, encabezados por el militante reconocidamente nazi y vinculado al macrismo, Carlos Pampillón, tiraron abajo una valla, habilitando el desencadenamiento de una represión policial con gases lacrimógenos y balas de gomas, dejando a muchas mujeres heridas y la detención de tres activistas, posteriormente liberadas. Las mujeres de Izquierda Socialista en el FIT llamamos a repudiar fuertemente estos hechos represivos y responsabilizamos al intendente y a la policía bonaerense de Scioli.

Solidaridad con el pueblo sirio y los refugiados

En medio del encuentro tuvo lugar una importante acción que fue parte de la semana internacionalista en apoyo al pueblo sirio bajo el lema “Rompamos el bloqueo a la revolución Siria”. Centenares de mujeres participaron como expectadoras de la performance realizada por un grupo de Mujeres de Izquierda Socialista en el FIT, en denuncia al dictador Basshar Al Assad, la agresión con armas químicas y la intromisión imperialista.