Escribe: Lautaro,dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista - Córdoba

 Los gremios docentes universitarios Fedun (CGT) y Conadu (kirchneristas), definieron levantar una huelga que tomaba fuerza con la entrada de miles de estudiantes y sus medidas de fuerza por un 26% justo cuando el propio gobierno empezó a reconocer que la inflación iba a superar -por mucho- el 40%. La política kirchnerista de esperar al 2019 se expresó en buscar desarticular el ascenso de la lucha educativa, con la firma de la paritaria a la baja, y con la intervención activa de las agrupaciones kirchneristas para -según el lugar- levantar o evitar las tomas de facultades, colegios e institutos terciarios.
En la UBA, tras una furibunda campaña mediática, la toma de Psicología se levantó, así como también la de Filo, mientras que en Sociales se mantiene el control estudiantil de la facultad impidiendo el ingreso de las autoridades. En La Plata las tomas emergieron contra la política de las conducciones de los centros y la federación (K, Miles, Patria Grande). Fenómenos similares se dan en otros lugares del país como Comahue, mientras en Córdoba se levantó Psico, y se profundiza el ataque de las autoridades y los medios hacia la toma del Pabellón Argentina.

En todo el país la Franja Morada ha sido punta de lanza de los ataques contra las medidas de fuerza. A 100 años de la Reforma Universitaria los radicales homenajean al desalojo por la fuerza que el gobierno de Yrigoyen hizo en septiembre de 1918 de las facultades puestas bajo control estudiantil por los reformistas.
Es completamente falso lo que dicen las autoridades universitarias y los feinman sobre que las medidas estudiantiles no tienen razón de ser. El ataque del gobierno a la educación pública, ratificado en el presupuesto 2019 amerita seguir la lucha con las medidas de fuerza más contundentes que logremos poner en pie. Además, seguimos insistiendo en que es necesario cristalizar un programa de reivindicaciones propio del movimiento estudiantil, que para nosotros tiene cinco puntos centrales: aumento de presupuesto en base al no pago de la deuda externa; rechazo a las reformas educativas en todos los niveles del gobierno y su Plan Maestr@; abajo la ley de educación superior y todas las políticas mercantilizadoras de la universidad pública; democratización de los órganos de cogobierno; por políticas efectivas para combatir la violencia de género en los lugares de estudio. (Ver El Socialista 402 para el desarrollo completo)
Es urgente plantear una coordinación transversal al movimiento estudiantil de todos los niveles educativos, y con carácter nacional, para unir y coordinar las luchas. En ese sentido es que va la propuesta del Encuentro Nacional del Movimiento Estudiantil en Lucha que tenemos que poner en pie. Creemos que el Centro de Estudiantes de Ciencias Médicas de la UBA, uno de los más grandes del país, recuperado ahora de las manos de la Franja, podría dar el puntapié hacia la convocatoria del encuentro. Una instancia de este tipo podría ayudar a sacar conclusiones políticas y ayudar al activismo de todo el país a estar fortalecido para una pelea en defensa de la educación pública que tiene todavía muchos más rounds por delante.