Declaración de referentes mujeres y candidatas del FIT - Unidad
Apoyemos al FIT - Unidad, la única alianza completamente verde, para fortalecer los reclamos del movimiento de mujeres
El movimiento de mujeres y la marea verde que impuso el grito de “Ni Una Menos”, de “Aborto Legal Ya”, de inmediata separación de las Iglesias del Estado, debe expresarse fuertemente en estas elecciones.
Cuatro años de desarrollo de esa fuerza imparable, que se organizó desde abajo ante la bronca por los femicidios y travesticidios, por las pibas desaparecidas por las redes de trata, por las muertes de las más pobres por abortos clandestinos, conquistaron el apoyo y la simpatía de millones que salieron a las calles.
Hoy, para conquistar nuestros derechos, se nos impone superar las trabas que los partidos de los capitalistas quieren imponer a nuestra lucha, para intentar domesticarla. El voto al Frente de Izquierda-Unidad no sólo colabora con el desarrollo de una alternativa política independiente y la posibilidad de conquistar nuevas bancas al servicio de esta causa, sino que también es clave para reforzar nuestras luchas más urgentes.
Este movimiento es el gran protagonista de nuestra época, con masivas movilizaciones que instalaron una agenda política de reclamos que no cesan cuando hay campaña electoral, porque sigue habiendo jóvenes, como en San Juan y en Entre Ríos, víctimas de femicidio; porque siguen muriendo pibas por abortos clandestinos; porque seguimos siendo las más pobres entre las pobres, y también las más precarizadas, las que tenemos los salarios más bajos, las que trabajamos y nos jubilamos sin aportes. Por eso para el FIT-Unidad la deuda es con nosotras: con las mujeres y nuestras familias, y no con los banqueros, los empresarios o el FMI.
Las aspiraciones que expresó desde su origen este movimiento son parte fundante de nuestro programa, que ponemos a disposición de las millones de personas que acompañaron estas luchas y quieren darles continuidad.
Nuestras listas están repletas de jóvenes, de pibas que se organizan por la educación sexual y el aborto legal y por la defensa de la escuela pública; de trabajadoras que enfrentan los ataques y despidos por parte del Estado y de las patronales, como en Textilana, en Siam, en la cooperativa Madygraf (ex Donnelley), en Nordelta, en el Hospital Posadas, en las alimenticias Kraft y Pepsico, en el INTI, como las enfermeras, las docentes, las compañeras del movimiento piquetero en las barriadas. Valientes mujeres que encabezaron los principales procesos que se desarrollaron en estos años en Argentina y que no se resignan a vivir el futuro de mayor opresión y explotación que preparan para ellas las variantes políticas patronales.
Todas nuestras candidatas y candidatos llevan el pañuelo verde y el naranja. Nuestro planteo central es la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda externa, nacionalizando la banca y el comercio exterior para concentrar los ahorros nacionales en un plan que dé respuesta a las necesidades sociales, priorizando recursos, para que esa plata se destine a salud, educación, trabajo, vivienda y a combatir la violencia de género, para que efectivamente se cumpla el reclamo de Ni Una Menos. Por la separación inmediata de la Iglesia del Estado y el aborto legal, seguro y gratuito.
Nuestra acción está destinada a que cada compañera con la que luchamos codo a codo en las calles, en el terreno electoral también se una a la lucha por fortalecer una alternativa política propia, de la mano del FIT-Unidad.
A excepción del Frente de Izquierda Unidad, todas las alianzas llevan en sus listas a representantes de la iglesia católica y las evangélicas, mezclados con algunas referentes pro aborto legal. Esa decisión, sin embargo, es inconducente. Sólo puede servir para disimular la negativa que esos partidos impusieron siempre a nuestra demanda de aborto legal, bajo todos los gobiernos, para no perder el favor político de una institución que ante cada crisis, como la que hoy se desarrolla en Argentina, ha actuado como agente de la contención social.
La política que domina tanto en el oficialismo como en la oposición PJ/K es la “celeste”, a favor del aborto clandestino, y por eso candidatos como Alberto Fernández dicen que no es la hora del aborto legal. La continuidad del pacto con el FMI que promovió de nuevo el gobierno de Mauricio Macri, y que defienden todos ellos, necesita de una mayor regimentación social y del papel de las Iglesias educando en la resignación ante los atropellos, la sumisión de las mujeres y las disidencias, y la tolerancia y aceptación ante los agravios que sufrimos en todas las esferas de nuestras vidas.
La agenda de campaña electoral de las listas patronales es un ataque a las mujeres trabajadoras que hoy, con la política del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, ya sufren las peores consecuencias, siendo las más precarizadas y sobre las que recaen la mayor carga de las tareas domésticas, de crianza y de cuidado. Mientras las patronales se enriquecen, nadie paga por todo ese trabajo que impone para la mayoría de nosotras una doble y hasta triple jornada laboral y nos impide ser madres cuando queremos serlo.
Las mujeres salimos a la calle, peleamos y pusimos la lucha por nuestros derechos en el centro de la agenda política. En las elecciones no tenemos que dejarnos relegar: que se escuche el reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito y el fin de las muertes por aborto clandestino. Por todos los derechos de la mujeres trabajadoras. Basta de violencia contra las mujeres y las disidencias. Desmantelamiento de las redes de trata. Fortalezcamos una alternativa política que defienda nuestros derechos. Votemos al Frente de Izquierda- Unidad.
- Aborto legal ya. Aprobación del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito. Basta de criminalizar a las mujeres. Aplicación de los protocolos de interrupción legal del embarazo. Anticonceptivos gratuitos en todas las salas y centros de salud. Educación sexual integral, laica y científica en todos los niveles educativos. Capacitación docente gratuita y con puntaje en servicio a cargo del Estado.
- Separación de las Iglesias del Estado. Basta de financiamiento, subsidios, viáticos, becas y exenciones impositivas para el clero.
- Ni Una Menos. Basta de femicidios, travesticidios y violencia contra las mujeres y personas LGBTTI. El Estado y los gobiernos son responsables. Plan nacional de acción contra estos flagelos, que contemple asistencia estatal y gratuita a las víctimas y sus familias, con personal calificado y estable. Efectivo cumplimiento de la licencia por violencia de género en todos los ámbitos laborales, públicos y privados, con salarios que equivalgan como mínimo al costo de la canasta básica familiar, y a cargo de las patronales. Acceso al trabajo, la salud, la educación, la vivienda para las víctimas de violencia.
- Basta de crímenes de odio. Cupo laboral travesti – trans en todos los ámbitos laborales. Basta de lesbofobia, homofobia, transfobia y discriminación. Abajo los Códigos Contravencionales.
- Ruptura con el Fondo Monetario Internacional. No al pago de la fraudulenta deuda externa. No a la reformas laboral y jubilatoria. Por una reorganización social del país bajo la dirección de las y los trabajadores, para defender el salario, trabajo, salud, educación y vivienda, y no para el FMI.
- Trabajo genuino y registrado bajo convenio para todas las trabajadoras desocupadas, subocupadas y precarizadas bajo diferentes modalidades. Basta de precarización y discriminación laboral. Pase a planta permanente. Salario igual a la canasta familiar. Igual salario por igual trabajo. Que todo funcionario cobre como una maestra.
- Ampliación de las licencias por maternidad, paternidad e igualitarias. Jardines infantiles y lactarios en todos barrios, lugares de estudio y trabajo sin límite de horarios y con asistencia de personal idóneo.
- Desmantelamiento de las redes de trata para la explotación sexual y laboral. Basta de impunidad para las fuerzas represivas, los empresarios y funcionarios que las sostienen y garantizan directa y/o indirectamente.