Siguen los femicidios y los gobiernos miran para otro lado
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial Izquierda Socialista/FIT y candidata a vicegobernadora por Buenos Aires
El fin de semana una nueva ola de femicidios recorrió el país. En la provincia de Tucumán en un rango de doce horas mataron a María Alejandra Coronel (25) y a Luciana Frías (18). En la localidad de Frontera (Santa Fe) asesinaron a golpes a María Paz (17) oriunda de la localidad cordobesa de San Francisco. La lista de mujeres asesinadas por el hecho de serlo parece no tener fin. Y sigue el registro de un femicidio cada 30 horas, aunque en las últimas dos semanas se dieron con una frecuencia menor. Es que frente a la escalada de violencia machista y de su expresión más extrema, ni Macri ni los gobiernos provinciales dan soluciones.
En nuestro país desde 2009 existe la ley nacional (26.485) de erradicación de las violencias hacia las mujeres pero es letra muerta porque no tiene presupuesto acorde para su implementación. De hecho, se destinan solo once pesos por mujer por año para combatir la violencia machista.
Desde el movimiento feminista exigimos que paren de matarnos y también que haya políticas públicas que de verdad ayuden a terminar con la violencia machista. Por eso, es inmediato para frenar esta escalada de femicidios que se declare la emergencia en violencia de género con presupuesto. En ese sentido las diputadas de Izquierda Socialista en sus bancas, tanto nacional como provinciales presentamos proyectos de ley que van en ese sentido.
En Neuquén, luego de la conmoción por el femicidio de Cielo López, cobró fuerza el proyecto de ley que presentó nuestra diputada Angélica Lagunas que fue tomado por el conjunto de las organizaciones feministas y están presionando en la legislatura para que se apruebe la emergencia en violencia de género pese a la negativa del MPN. Desde ya no tenemos ninguna expectativa en el parlamento que siempre vota leyes contra las mujeres y trabajadorxs pero sí es importante impulsar una gran movilización para imponer nuestras demandas. No debemos abandonar las calles y seguir peleando para que se cumple el #NiUnaMenos.