Las trabajadoras no vamos a pagar la crisis
Escribe Liliana Olivero - Lesgisladora de la provincia de Córdoba (MC)
Las mujeres somos las principales víctimas del ajuste de Macri. Por maternidad y cuidado de niños somos "más costosas" y, por tanto, las primeras en sufrir despidos y rebajas salariales. Así ocurrió en el Estado y las empresas durante el primer semestre del gobierno PRO. La Encuesta Permanente de Hogares de INDEC revela para el segundo trimestre 2016 que la tasa de empleo de mujeres es del 42,2% mientras que las de los hombres es de 63,7%. La tasa de desempleo es la única donde las mujeres llevamos la delantera: 10,5% mientras que los hombres 8,5%. Rosario, lugar de nuestro ENM, ostenta cifras aún más graves: la desocupación de mujeres duplica a la de los hombres: 11,7% y 6,6% respectivamente.
Seguimos siendo las más relegadas en los puestos de trabajo. Las ofertas de trabajo exclusivas para hombres ascienden al 35%. Solo 30% de los cargos directivos son ocupados por mujeres. La oferta de jardines materno-paternales es casi nula y solo el 12% de las escuelas del país ofrece jornada completa en el nivel primario. El trabajo del ama de casa no está reconocido.
La discriminación de las mujeres en el mundo del trabajo es una de las principales causas de que muchas mujeres se vean obligadas a permanecer en hogares donde son víctimas de violencia. Por eso, la lucha por la igualdad laboral es parte de la lucha contra la violencia patriarcal capitalista.
Con nuestra lucha logramos el derecho al cupo femenino para guardas y conductoras de tren en el Ferrocarril Sarmiento. Y este año, hemos conquistado la licencia por violencia de género para docentes y empleados del gobierno de la CABA. Y vamos por más. En este ENM vamos por: suspensión de los despidos. Salario igual para todos los géneros. Cupo femenino en todas las categorías de trabajo. Salario para el ama de casa. Jardines de nivel inicial en los lugares de trabajo, con docentes designados por concurso de los Ministerios de Educación. Derecho a la licencia y a la reubicación transitoria para las víctimas de violencia de género.