¡Aborto legal, seguro y gratuito ya! ¡Basta de criminalizar a las mujeres!
En este nuevo ENM, nos enfrentamos a un panorama ya conocido por todas: 500 mujeres mueren por año por abortos clandestinos, siendo la primera causa de muerte de mujeres gestantes. En su mayoría son jóvenes y pobres, que no pueden acceder a un aborto en las condiciones de salubridad necesarias y recurren a prácticas inseguras. Otras miles y miles de mujeres sufren las secuelas de abortos mal realizados y son maltradas y criminalizadas cuando llegan a los hospitales con abortos en curso. En ese contexto, somos cada vez más las mujeres que salimos a reclamar el aborto legal, seguro y gratuito en la Argentina. Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, se vienen impulsando acciones en todo el país, para exigir la inmediata aprobación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por 6ta vez en el Congreso Nacional, para que podamos decidir sobre nuestros propios cuerpos.
Mientras Macri afirma públicamente que "defiende la vida desde la concepción", reforzando el pacto con la reaccionaria Iglesia Católica, son cientos los casos que salen a la luz de criminalización de las mujeres por abortos espontáneos, como ser el caso de Yamila en la provincia de Santa Fe o el de Belén en Tucumán. Este año, con la movilización, logramos que Belén fuera liberada, pero seguimos luchando por la anulación de su condena. También conocimos la terrible violación de los derechos humanos en el caso de la niña wichi, Juana, y la falta de aplicación del protocolo de los abortos no punibles en nuestro país.
En el marco de la ilegalidad del aborto, crece el debate sobre la utilización del misoprostol presentado por algunas organizaciones kirchneristas como método abortivo "fácil y accesible" para los sectores populares, planteándose como la "salida posible" y dejando en segundo lugar la pelea por la legalización. Nosotras entendemos que el debate no debe girar en torno al método abortivo utilizado por las mujeres, ya que consideramos válida la utilización de la pastilla misoprostol, sino en el problema de la clandestinidad, porque sigue la criminalización y peligro de vida de las mujeres. Planteamos con fuerza que la única salida es educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para lo morir.