Por una educación sexual, laica, científica y con perspectiva de género
La histórica lucha que dimos este año por el aborto legal en las calles permitió instalar con mucha fuerza el lema de la Campaña Nacional que incluye la educación sexual como un eje central para que las mujeres podamos decidir sobre nuestros cuerpos.
Si bien, en nuestro país hace más de diez años se sancionó la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), no se aplica en la gran mayoría de las instituciones que forman el sistema educativo. Esto ocurre no sólo por el bajísimo presupuesto y la falta de capacitación de las y los docentes para su aplicación, sino porque la ley tal cual fue sancionada tiene sus propios límites. Uno de ellos es el artículo 5 que dice que la aplicación de la ley queda atada al “ideario institucional”. En concreto, esto significa que en las escuelas religiosas la educación sexual o no se aplica o queda restringida a visiones totalmente retrogradas sobre la sexualidad.
A más de diez años de la sanción de la ESI podemos decir que los niños, niñas y adolescentes tienen vulnerados sus derechos porque no reciben una educación sexual integral que incluya no solo los aspectos biológicos y reproductivos sino una visión científica y laica sobre la sexualidad y con perspectiva de género. Y somos claras Macri y los gobiernos provinciales junto a las iglesias, son los responsables de que hoy no se aplique la ley. Veamos algunos datos: la falta de ESI se manifiesta en las más de tres mil niñas menores de 15 años que se convierten en madres por año. De ese total, el 83,4% de los casos fueron embarazos no planificados y 9 de cada 10 personas que contrajeron el virus del sida no utilizaron preservativo. Este dato cobra mayor relevancia en el contexto de ajuste que eliminó al Ministerio de Salud Nacional.
La marea verde que tiene como protagonistas a las pibas de secundarias puso de manifiesto el problema de la educación sexual en el sistema educativo. La rebelión de las jóvenes en las escuelas confesionales realizando pañuelazos y actividades, la exigencia de una visión no heteronormativa sobre los cuerpos y las sexualidades, la crítica a los roles de género tradicionales de mujer/hombre y a la sexualidad restringida a lo genital y reproductivo, han sido algunos de los ejes de discusión durante los meses que estuvimos en las calles peleando por el aborto legal y el tipo de educación sexual que necesitamos.
Si bien el 8A no se votó el aborto legal, las cosas ya no son iguales. La lucha del movimiento de mujeres llegó para quedarse y hoy estamos en mejores condiciones para seguir dando esta pelea, y combatiendo a los sectores conservadores y a todas las iglesias que se oponen a nuestros derechos.
Cambios en la ley de educación sexual integral
El 4 de septiembre, hubo en la cámara de diputados una reunión de varias comisiones que presentaron modificaciones a la ley 26.150 de ESI que incluye algunos puntos que consideramos progresivos pero que aun no fueron votados en la Cámara ¿Cuáles son esos cambios? En primer lugar, que la ESI pasa a ser de orden público, es decir de aplicación obligatoria. En la actualidad solo nueve provincias son las que adhirieron a la ley nacional y de esta manera pasaría a ser obligatoria en todo el país. En segundo lugar, se incluye el derecho a recibir educación sexual integral, respetuosa de la diversidad sexual y de género, es decir superando una visión binaria hombre-mujer de los cuerpos y la sexualidad. En tercer lugar, incluye la articulación en sus contenidos de nuevos derechos como la ley de matrimonio igualitario o de identidad de género entre otros, aunque por ejemplo no incluye específicamente los casos de interrupción legal de los embarazos (ILE).
Por último, el dictamen incluye una modificación del polémico artículo 5 sacando las arbitrariedades institucionales y estableciendo un marco general de contenidos para todo el sistema educativo.
Es gracias a la movilización histórica del movimiento de mujeres que hoy se producen los cambios en la ley de ESI. Sabemos que no es fácil que esto ocurra, la iglesia católica y la evangélica están operando para obstaculizar nuestros derechos. No se sabe la fecha que tendrá la votación en la cámara de diputados, aunque el gobierno nacional especula con hacerlo después de la votación del presupuesto del ajuste para el 2019. Tenemos que seguir en las calles este 28S por el aborto legal y por una educación sexual laica, científica y con perspectiva de género.