Campaña nacional por el NO pago
“Argentina paga”. Así titula un comunicado del gobierno nacional. Expresa de esa forma su voluntad de pagador serial. Esa es la consigna del kirchnerismo. El texto agrega: pago que “contemple los intereses del 100% de los acreedores”. Ya los buitres no son tales, sino “acreedores” soberanos, según el relato oficial.
Mientras agrupaciones K pintan “patria o buitres”, la jefa del peronismo kirchnerista, Cristina Kirchner, con su ministro “marxista” Kicillof, protestan ante el mundo… ¡porque no los dejan pagar!
El fallo de la Corte de Estados Unidos (el cual repudiamos) dio en el corazón del discurso de la Casa Rosada. De que estábamos “desendeudándonos” y “que la deuda externa ya no era ningún problema”. Y que pagando y pagando iban a venir capitales extranjeros con grandes inversiones para seguir con el “modelo” virtuoso de crecimiento con inclusión social. Las dos tesis se están desmoronando, por falsas.
Las negociaciones por el pago a los fondos buitre, más la indemnización a Repsol y el pacto con el Club de París, lejos de desendeudarnos, significan más y más deuda. Una hipoteca aún más pesada para las presentes y futuras generaciones. Segundo, en medio de la crisis capitalista mundial, los capitales no vienen a invertir. Son especulativos, se refugian en la bicicleta financiera, para nada tienen por objetivo dar salarios o trabajo dignos. Miremos lo que pasa con las automotrices (multinacionales que despiden y suspenden) o Vaca Muerta (donde Chevron y otras transnacionales se van a quedar con nuestras reservas petroleras y de gas en gran parte con inversiones estatales). Boudou ¿“Licencia” o que vaya preso? la licencia, renuncia o juicio político para Boudou. Y Altamira (PO) dice “si no se va, que se convoque a una consulta popular para que el pueblo decida”. Desde Izquierda Socialista, en cambio, si bien sería un paso que se vaya o renuncie, el reclamo central tiene que ser que vaya preso, no sólo Boudou, sino también sus testaferros y otros funcionarios kirchneristas cómplices de sus negocios. Boudou tendría que estar ya en la cárcel y se le tienen que embargar todos sus bienes para que la plata que se robó vuelva al pueblo. Terminando con sus “fueros especiales”. Además, todo funcionario público tiene que
Las declaraciones de la OEA, el Mercosur o el G-77 en apoyo a Argentina (ver páginas centrales), son saludos a la bandera. Mejor dicho, “apoyan” a Argentina para que pague a los fondos buitre. El FMI y editoriales de medios ingleses también mostraron su “preocupación”. Su inquietud radica ante un fallo de un juez como Griesa que impida renegociaciones de deudas de países en crisis. Reclamando reglas claras para que cualquier canje se pueda pagar con planes de ajuste “sustentables”, sin rebeliones o huelgas generales en su contra, todo para que se siga pagando. No para que haya un “capitalismo más humano”, como dice un dirigente de La Cámpora, que es a lo que aspira, según su razonamiento, el gobierno de Cristina. Sin embargo, las luchas, tanto en Argentina, Brasil y el resto de Latinoamérica, como en Europa o el mundo árabe, condenan con paros y huelgas generales estos planes de ajustes capitalistas, a los banqueros y las deudas externas.
Tanto el gobierno, como toda la oposición patronal, la cúpula de la iglesia católica y el imperialismo, acompañan al gobierno en su voluntad de pagar. Ante ello, hay que oponer una clara postura de lucha por el no pago, empezando por los fondos buitre.
Por pagar, no solo nos acercamos a una nueva crisis (como la del 2001, según reconoció el propio gobierno), sino que seguimos poniendo dólar sobre dólar para los usureros internacionales en perjuicio del pueblo trabajador. Es decir, con cada pago, se van miles de salarios, miles de jubilaciones, y miles de millones de dólares que podrían engrosar los presupuestos de salud, educación o planes de viviendas para erradicar las villas miseria y dar techo a millones que lo necesitan. Por eso Cristina prefiere seguir robándoles a los jubilados el 82% móvil o el salario a millones de trabajadores con el impuesto a las Ganancias, antes que poner en riesgo los pagos a los usureros de una deuda que viene de la dictadura.
No hay término medio. O se paga la deuda, o se cumple con la deuda interna con nuestro pueblo. La plata va a salario y trabajo, o va para la deuda. No se puede pagar y a la vez decir que se va a redistribuir la riqueza. Eso es puro doble discurso K.
¿Quiénes pueden estar contentos con los pagos? El gobierno y los usureros. “El Club de París concluyó un acuerdo histórico con Argentina para arreglar sus deudas impagas”, dijo en un comunicado ese organismo presidido por gobiernos imperialistas (Página12, 25/6).
Repudiamos el fallo de la Corte estadounidense, y llamamos a impulsar una gran campaña nacional que luche y se movilice para que no vaya ni un peso a los fondos buitre, ni a ningún concepto por deuda externa. Decimos: ¡no al pago de la deuda! Destinando esos fondos a satisfacer las urgentes necesidades populares. Rompiendo los lazos económicos y políticos que nos atan al imperialismo.
Campaña que aspiramos sea tomada por comisiones internas y cuerpos de delegados, seccionales y sindicatos del movimiento obrero, el movimiento estudiantil y de derechos humanos, parlamentarios y personalidades antiimperialistas. Exigencia que hacemos también para que la CGT Moyano y CTA Micheli incorporen el tema de la deuda en el próximo paro general que dicen estarían por convocar para agosto (ver página 3). Que dicho paro incluya el reclamo por la suspensión de los pagos de la deuda, junto al de aumento de salario, prohibición de despidos y suspensiones y la nulidad del impuesto al salario (Ganancias), entre otros.
Hay que aprobar resoluciones por el no pago en asambleas, plenarios de delegados, firmando pronunciamientos, haciendo charlas de esclarecimiento, entre otras iniciativas. Campaña que tiene que tener como centro intentar movilizar a sectores de trabajadores y el pueblo por el no pago. No por una consulta como equivocadamente plantean nuestros aliados del Frente de Izquierda, PO y PTS (ver página 8). Llamando al FIT a que haga actos públicos por el no pago, como lo hemos planteado en la última reunión de su mesa nacional. Dando impulso a una campaña que enfrente a los pagadores seriales y reclame plata para solucionar los graves problemas sociales, no para los usureros internacionales.