El próximo desafío electoral será en las PASO del próximo 9 de agosto. Allí se votarán las candidaturas definitivas que competirán en octubre, a presidente y vice, Parlasur y a diputados nacionales, y en provincia de Buenos Aires, además, las candidaturas a gobernador y vice, intendentes y concejales.

Contra Scioli, Macri y Massa se presenta el Frente de Izquierda con Jorge Altamira a presidente y Juan Carlos Giordano de Izquierda Socialista a vice. En provincia de Buenos Aires va Néstor Pitrola a gobernador y el dirigente ferroviario Rubén “Pollo” Sobrero a vice, entre tantos otros luchadores, trabajadoras y trabajadores, mujeres y jóvenes que integran nuestras listas.

En las elecciones provinciales que ya se han dado, tanto Scioli como Macri y Massa quieren “sacar tajada” en busca de algún rédito nacional. La prensa señala que, en general, se viene votando a los “oficialismos”. Pero por boca de estos candidatos es muy difícil distinguir quién es “oficialismo” y quién “oposición”.

Scioli es el candidato K que vino siendo defenestrado por Cristina Kirchner como el hombre de los ́90, Clarín y Estados Unidos. Randazzo llegó a decir que Scioli era “lo mismo que Macri”. Larreta del PRO va a ser enfrentado por Lousteau en el balotaje de Capital, “contendientes” que forman parte del mismo espacio político nacional en las presidenciales donde competirán Macri, Sanz (UCR) y Carrió. Massa y De la Sota celebraron el triunfo de Schiaretti en Córdoba, pero éste acaba de decir “me llevo muy bien con Scioli y Zannini, Macri y Massa”.

Scioli y Macri intentan polarizar, pero son los candidatos que preparan un mayor ajuste. Todos están con los techos salariales, la precarización laboral, las privatizaciones y pagos de la deuda.

El Frente para la Victoria llama a votar “contra la derecha de Macri” y a “cuidar lo conquistado”, pero Scioli ya está aplicando un mayor ajuste: no le paga el salario a 60.000 docentes bonaerenses. En el conurbano crecen la pobreza, las villas, la inseguridad y el narcotráfico. Y la salud y educación públicas son un desastre. Macri, por su parte, quiere canalizar la bronca contra el gobierno, pero en Capital hay cientos de talleres clandestinos con trabajo esclavo, las villas crecieron un 52% en los ocho años de gobierno PRO, y el juego, los casinos y la renta financiera no pagan impuestos. Tampoco hay que perder el voto con el devaluado Massa. Y está claro que la centroizquierda de Stolbizer y De Gennaro ya fracasó.

La postal que se vivió en Santa Cruz hace unos días cuando Scioli y Zannini hicieron un acto con Máximo Kirchner adelanta lo que se viene: fueron protegidos por la Gendarmería para evitar el repudio de los trabajadores municipales de Río Gallegos que llevan más de 90 días de paro contra el intendente K, Cantín, por una deuda salarial. Por eso se adelantó el apoyo a Scioli de la CGT oficial (Caló, Pignanelli, Gerardo Martínez), y de gran parte de los grandes empresarios y banqueros. Para “garantizar la paz social” desde ahora. Pero en octubre se vendrá un mayor ajuste: aumento de tarifas, una nueva devaluación, más despidos y suspensiones, más endeudamiento y recortes sociales que augurarán nuevas confrontaciones sociales.

Ante el ajuste que se viene es muy importante fortalecer con el voto una alternativa obrera y socialista como representa el FIT y la fórmula Altamira-Giordano. Una reciente encuesta da que Jorge Altamira y el FIT estarían logrando más de 800 mil votos (Página12, 7/7). Una cifra para nada despreciable a pesar de que el FIT cuenta con mínimos recursos comparado con las millonarias campañas de los “tres mosqueteros del ajuste”. Quiere decir que hay una gran franja de trabajadores y jóvenes que le van a dar la espalda a los candidatos del ajuste y van a votar por una alternativa opuesta, como lo es el FIT.

La proyección del FIT también demuestra que hay un sector importante que aspira a cambios de fondo que solo proponemos desde la unidad de la izquierda: salarios igual a la canasta familiar; el 82% móvil; contra el impuesto al salario (Ganancias); la recuperación del patrimonio nacional (ferrocarriles, YPF 100% estatal) y la suspensión inmediata de los pagos de la deuda externa.

El Frente de Izquierda viene de hacer una excelente elección en Córdoba logrando meter tres diputados provinciales. En Ciudad de Buenos Aires conquistó un nuevo legislador aumentando también las bancas del FIT. Y ya el FIT logró dos diputados en Neuquén e importantes elecciones en Mendoza, Salta, Santa Fe y otros distritos. Reflejo de que hay un espacio muy importante para las posturas de la izquierda consecuente y unitaria.

En las PASO, por primera vez, habrá dos listas del Frente de Izquierda. La lista Unidad encabezada por Altamira- Giordano (Partido Obrero e Izquierda Socialista, junto a Pueblo en Marcha, Frente Popular Darío Santillán, Rompiendo Cadenas, PSTU y el apoyo del “Perro” Santillán, entre otros). Y, por otro, la lista del PTS con Del Caño- Bregman.

Del Caño y PTS cuestionaron que Altamira encabece a presidente y llaman a “renovar” el FIT, cuando lo que hace falta es fortalecer al Frente de Izquierda con más unidad. También se niegan a que otras organizaciones y dirigentes como el “Perro” Santillán se sumen.

Es por eso que para fortalecer y ampliar al Frente de Izquierda, llamamos a votar en todo el país a la lista Unidad, a Altamira-Giordano y a todos los candidatos que defienden estas banderas. Teniendo claro que cada voto que saque el Frente de Izquierda será para enfrentar el mayor ajuste que se viene. Para lograr más diputados que estén al servicio de las luchas. Para fortalecer al sindicalismo combativo contra la burocracia sindical. Y por una alternativa política de los trabajadores y de la unidad de la izquierda.

Scioli elogió a Menem

“Jamás dejé de respetar y tener un cariño por el Dr. Carlos Menem que me pidió especialmente que salude al pueblo riojano”, dijo Scioli al concurrir a La Rioja el pasado domingo a festejar el fraude que consagró al candidato del PJ de Beder Herrera. Y agregó: “En la vida hay que ser agradecido. Ayer llamé para saludarlo (a Menem) y contarle que veníamos para acá al hombre que me dio la oportunidad y creyó en mi para ingresar a la política” (Clarín, 2/7). Ese es el candidato con el que el gobierno “nacional y popular” y que se dice “progresista” llama a enfrentar el ajuste de los 90. Para ello hay que votar al FIT, no a Scioli.