Malvinas: a 36 años de su recuperación
Escribe Martín Fu
Un 2 de abril de 1982 tropas argentinas desembarcaban en Malvinas. Las islas estaban ocupada desde 1833 por la corona británica y el gobierno militar encabezado por Leopoldo Fortunato Galtieri buscaba aire para una dictadura casi agónica acorralada por la bronca y las constantes movilizaciones, con paros generales de la CGT incluidos. Desde el PST (Partido Socialista de los Trabajadores, antecesor de Izquierda Socialista), a la vez que denunciábamos el carácter aventurero de esta jugada de Galtieri, nos poníamos claramente en contra del imperialismo británico.
La recuperación de las Malvinas generó en un primero momento, una inmensa simpatía popular, transformándose luego en apoyo y solidaridad de miles de argentinos que se anotaban como voluntarios para ir a la guerra u organizaban colectas de víveres para los soldados. Hasta se generó un fondo “patriótico” para ayudar a financiar la guerra. No faltaron las comisiones de solidaridad con Malvinas en fábricas, universidades y barrios. Los trabajadores, estudiantes y sectores populares tenían el reflejo de cerrar filas contra el imperialismo inglés. En nuestros periódicos y volantes llamábamos a redoblar estos comités y exigirle a la CGT que se ponga a la cabeza de esa organización y de su centralización. A la Junta le exigíamos la expropiación de todos los capitales del imperialismo inglés y que aceptará la ayuda militar de países como Cuba, Venezuela, Perú, Libia, entre tantos que se solidarizaban con la Argentina.
Nada de eso sucedió, la conducción militar solo pretendía negociar con Gran Bretaña, con mediación yanqui, buscando alguna salida al atolladero. Pero los ingleses, apoyados por Estados Unidos y el conjunto de los países europeos, llegaron con su flota y comenzó la guerra. Nuestros jóvenes soldados combatieron heroicamente contra el invasor imperialista, a pesar del abandono que en las últimas semanas hicieron de las tropas los altos mandos militares. Nuestra aviación ocasionó enormes daños a unas de las flotas más modernas y poderosas, poniendo en jaque a toda la campaña británica en las islas.
Pero la junta militar no quería ganar. Nunca se tomó la más mínima represalia contra los intereses económicos en Argentina e incluso se siguió pagando la deuda externa a los propios británicos. Finalmente, Galtieri terminó rindiéndose ante el imperialismo y la bronca popular incendió las plazas de todo el país: “los pibes murieron, los jefes lo vendieron”, se gritó esa tarde en una multitudinaria movilización en Plaza de Mayo. El destino de la última dictadura estaba sellado.
Nuestro recuerdo para quienes, armas mediante, combatieron cara a cara contra el imperialismo inglés. En un nuevo aniversario, desde Izquierda Socialista brindamos nuestro más sentido homenaje para los únicos héroes y mártires de esta gesta.