No a las medidas truchas de Macri
Tratando de disimular el feroz aumento de la inflación, el gobierno de Cambiemos lanzó un conjunto de medidas que quiere presentar como “popular”. Son todas mentirosas y no van a significar alivio alguno para los trabajadores.
Escribe José Castillo
El martes pasado se conoció el número oficial de inflación del mes de marzo: 4,7%, que anualizado significa más de 55%. Los alimentos y bebidas aumentaron más aún, 64%. Para abril ya se perfila que la inflación también dará un número similar.
Al día siguiente, el presidente Macri presentó un conjunto de medidas supuestamente para combatir la suba de precios de la canasta familiar y ayudar a reactivar la economía. Lo hizo por medio de un video ridículo, al mejor estilo spot electoral, que recibió inmediatamente el repudio de millones. El presidente se mostraba “visitando” a una familia y conversando, comprensivo de sus problemas económicos y explicando cómo, con estas medidas, todos estarían mejor.
Primera mentira: precios congelados
Se anunció que 64 productos mantendrán el mismo precio hasta las elecciones de octubre. En todos los casos se trata de segundas y terceras marcas. El listado no incluye ninguna fruta o verdura, ni artículos de higiene o limpieza.
La medida está llena de trampas. Esos precios, teóricamente, entraron en vigencia el lunes 22. Pero antes se dio una desaforada remarcación. Los productos incluidos en el listado del gobierno están entre un 10% y un 40% más caros que lo que planteaba la lista anterior de Precios Cuidados. Así, por sólo citar un par de ejemplos, la mermelada que en el anterior listado figuraba a 38 pesos, ahora pasa a 50; el té en saquitos se mueve de 13,50 a 23; el kilo de yerba de 88 a 96, y así podríamos seguir con todo el listado.
Además, ¿quién va a controlar que estos precios se cumplan o que los artículos aparezcan en las góndolas? El propio gobierno insiste en que “no se trata de precios congelados” y que se va a cumplir porque se ha firmado un “pacto de caballeros”. El secretario de Comercio Interior Iván Ignacio Werner descartó explícitamente usar las herramientas de la Ley de Abastecimiento para garantizarlo, planteando en cambio que se utilizará la de Lealtad Comercial, con sanciones infinitamente menores. Aun así, es prácticamente imposible que se controle algo, ya que Macri desmanteló todo el cuerpo de inspectores de esa secretaría.
Segunda mentira: beneficios para jubilados y receptores de asignaciones universales.
Los anuncios incluyen toda una serie de “beneficios” para los jubilados. Es realmente perverso: después de haberles hecho perder más de 20% del poder de compra de sus jubilaciones, ahora les ofrecen endeudarse a tasas usurarias. Un ejemplo: aquel que cobra la mínima (10.410 pesos) puede tomar un crédito de hasta 70.000 pesos. Muchos jubilados se verán obligados a ello simplemente para cancelar préstamos anteriores. Pero deberán pagar 60 cuotas de 2.500 pesos. ¡Por cinco años pierden casi un tercio de su jubilación de miseria y terminan devolviendo 150.000 pesos! ¡Un auténtico robo!
Tercera mentira: fin de los tarifazos
Se anunció la suspensión de los aumentos de tarifas hasta después de las elecciones. Pero se exceptúa a los dos aumentos del gas de mayo (9%) y junio (8%) que se harán efectivos, así como el del agua (27% en mayo). Lo único que se hace es “correr” los restantes tarifazos hasta después de las elecciones de octubre, tal como se hizo en 2017. Lo mismo vale para el “descuento” del gas en el invierno: se traslada la deuda para que se pague en las boletas del próximo verano. Quieren tomarnos por tontos. A los astronómicos tarifazos que ya se dieron en estos tres meses se les sumarán los que vendrán en el último trimestre del año.
Esto no va más
No hay ningún “alivio”. Se trata de un paquete mentiroso, de pura cosmética electoral. Es que, “lo que vale de verdad”, como lo anticipó el propio ministro Dujovne, es el “otro plan”, el de seguir a rajatabla el ajuste y las exigencias del FMI. Por eso insistimos en lo que venimos afirmando desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda: es necesario un programa de emergencia radicalmente opuesto, obrero y popular, con medidas de verdad contra la inflación y el deterioro de salarios y jubilaciones. Para llevarlo adelante tenemos que comenzar por romper con el FMI y suspender inmediatamente los pagos de deuda externa y así poner todos esos recursos al servicio de las más urgentes necesidades populares, trabajo, salario, educación, salud y vivienda.