Por Rodolfo Sánchez de Izquierda Socialista en el FIT - Bariloche

El pasado 14 de mayo en un acto múltiple por cadena Nacional y teleconferencia, la presidente inauguró varias obras en Río Negro. Entre ellas la Planta de Reciclaje de Bariloche que tiene una larga historia, y es un reclamo de la Asociación de Recicladores (ARB). Los trabajadores empezaron a organizarse en 2003 y en 2012 las autoridades municipales (Goye y Martini) querían llevar la planta a otro pueblo cercano. Al oponerse el pueblo de Pilcaniyeu y los recicladores en la ARB para poder mantener su fuente de trabajo, Turismo provincial tramitó un préstamo al BID por 55 millones de pesos.

La municipalidad consiguió la cesión gratuita de 31 hectáreas correspondientes al actual vertedero y zona lindera para el desarrollo del proyecto de planta recicladora y sitio de disposición final. En el acto, la presidenta dijo: "poner fin al principal foco de contaminación" y elogió a la Intendente. Dijo que se invertirán 80 millones de pesos (no se sabe si en total del BID o si aportarán 25 millones más) para el nuevo sitio de disposición final de residuos enmarcada en el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). Como todos los años en Bariloche, comenzaron las lluvias de otoño en la zona y a apenas 1 semana de la inauguración, los viejos galpones de reciclado quedaron completamente inundados y lo reciclado totalmente mojado, mientras que la planta inaugurada hace pocos días por la Presidenta de la Nación, vía teleconferencia, "permanece cerrada y seca", porque los trabajadores todavía no se desempeñan en ese nuevo espacio. Falta firmar un convenio. Mientras tanto los trabajadores recicladores volvieron a sus casas y la nueva planta inaugurada por teleconferencia permanece cerrada y seca. Como todas las inauguraciones de Cristina, a medias, sin terminar y los perjudicados son siempre los mismos, los trabajadores.