El gobierno avanza con la reforma: La capitulación de la CGT
Escribe Edgardo Reynoso
Por si quedaba alguna duda, el triunviro Carlos Acuña lo despejó: “Si el gobierno decide avanzar con esta estrategia de mandar la reforma sin acordar con nosotros, vamos a ir a hablar con los legisladores antes de cualquier paro. Si quieren discutir lo vamos a discutir porque es lo que corresponde. Primero nos reuniremos con los legisladores y en función de ello decidiremos qué hacer”.
Clarísimo: la CGT archiva cualquier paro, plan de lucha o mera acción de protesta. “Nuestra estrategia es legislativa”, afirman. De hecho los burócratas de los distintos gremios ya vienen entregando las conquistas. Así fue primero con el acuerdo de Vaca Muerta para los petroleros, después con diversas de actividades de los trabajadores rurales de Uatre y más acá en el tiempo en la entrega que hizo Atilra de los derechos de los lecheros. Y es un secreto a voces el acuerdo que se está pergeñando entre Pignanelli del Smata y las terminales automotrices. Ahora la UOM acordó el congelamiento salarial por dos años en Tierra del Fuego. A todo esto se le suma ahora la megaley que quiere meter el gobierno para barrer conquistas y hasta principios básicos del derecho laboral.
Se trata de un ataque a los trabajadores en toda la línea, “por abajo” van quitando conquistas en cada gremio, “por arriba” buscan avanzar contra nuestros derechos más elementales como trabajadores. Todo esto no es nuevo: es la famosa “flexibilización laboral” que ya quisieron imponer con Menem primero y, vía la entonces famosa “ley Banelco” con De la Rua después. De hecho es lo que el capitalismo quiere implantar a escala internacional. Siempre utilizando el mismo discurso mentiroso: de que así habrá más inversiones y más trabajo. Es una mentira total: lo único que buscan las empresas es aumentar “la productividad” con menos gente, o sea mayores ganancias para las patronales y pérdidas de conquistas para los trabajadores. Pero nada de esto parece conmover a los burócratas de la CGT, ni moverlos un centímetro de continuar con la tregua.
Es un escándalo: sólo plantean hacer declaraciones “para la tribuna” cuando se trate en el Congreso. O a lo sumo van a negociar en las oficinas del Ministerio de Trabajo para cuidar que no les toquen sus privilegios.
Hay que exigirles que terminen con estos acuerdos con el gobierno, rompan la tregua y que planteen un plan de lucha. No les tenemos ninguna confianza, por eso es que desde el sindicalismo combativo no nos vamos a quedar de brazos cruzados esperándolos: tenemos que salir desde ahora a debatir con todo el movimiento obrero cómo nos organizamos y salimos a la calle unitariamente para evitar que pase esta reforma laboral. Con iniciativas unitarias como la que se acaba de acordar de marchar a Plaza de Mayo el 6 de diciembre, al mismo tiempo que damos la pelea por una nueva dirección para el movimiento obrero, democrática y combativa.